Capítulo 37

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«Solo puede ser él, Zeno, el dragón amarillo»
Narra ___

Suspiré antes de respirar hondo, enserio se preocupaban demasiado, no era nada, solo me había cansado, no era para estar en cama tanto tiempo

Si, apenas me sentí mejor corrí, bueno, no corrí, no quería un regaño de Yoon por no cuidarme cuando hace poco me habían tenido en cama, preocupados por mí

Pero bueno, el punto es que fui con este y luego de hablar acordamos irnos de ahí cuanto antes, no podíamos seguir gastando dinero, a cambio, yo tendría que ser sincera para que descansaramos si realmente me sentía mal

Me pareció justo, sería contraproducente si lo negaba y luego la situación empeoraba ¿El problema? ¡Estaban exagerando! No me dejaban hacer nada, nisiquiera ir por un poco de madera, era demasiado

-¿Uh? ¡Yona!- exclamé con felicidad cuando la ví

-¿Eh?- se detuvo y se giró a verme- ¡Hermana!- corrió y me abrazó con una sonrisa- ¿Como te sientes? ¿Ya mejor?- preguntó

-¡Por supuesto! Algo así no es suficiente para dañarme- aseguré con orgullo- ¿A donde ibas? Es algo temprano para practicar arquería- mencioné, viéndola reír levemente

-no, no, no iba a practicar- respondió sonriente- iba a buscar algunas ramas para el fuego antes de que se oscurezca por completo- explicó, la miré fijamente casi haciendo un puchero, está miró a ambos lados- Hermana mayor... ¿Quieres venir a ayudarme?- ofreció

-¡Yona, eres la mejor!- aseguré ¿Quién mejor que mi hermanita para comprenderme y sacarme de ese profundo sufrimiento llamado aburrimiento? Ambas miramos a nuestro alrededor, y nos escabullimos para ir por las ramas

(...)

-¿Como te fue?- preguntó mi hermanita una vez nos reunimos, sonreí ampliamente

-bastante bien, y por lo que veo, a ti también- mencioné al ver todas las ramas que logró recolectar, ambas nos sonreímos y nos dirigimos hacia el pequeño campamento que habíamos armado para pasar la noche

-Señoritas- nos giramos ante el llamado de la reconocida voz...

Miré con sorpresa como el chico de cabello rubio se encontraba sentado sobre la rama de un árbol, y se habrán imaginado cuanto aumentó cuando se tiró de espaldas, dando unas volteretas

-¡Z-Zeno!- exclamé cuando este cayó... Completamente de cara al suelo, solté la madera y fui a socorrerlo- por los Dioses ¿Te encuentras bien?- pregunté ayudándolo a sentarse

-yo lo llevo- fue lo único que respondió, sin dejar de sonreír de forma radiante, suspiré antes de levantarme y ayudarlo a hacer lo mismo

Tomé la madera que tiré anteriormente y junto con Yona les dimos una pequeña fracción cada una para llevar los tres la misma cantidad, mas o menos

Sonreí enternecida al ver el esfuerzo que este estaba colocando para cargarlo, sin duda estaba dando lo mejor de sí

-ugh, está muy pesado...- admitió con sus brazos temblando levemente ante la falta de costumbre, opino yo

-Kija puede cargarlo con una sola mano- comentó Yona con una sonrisa

-¿Que? No me le comparo- aseguró el rubio, casi que resignado, los tres empezamos nuestro camino devuelta- pero el dragón blanco es muy lindo- aseguró, con Yona reímos levemente

Una historia un poco diferente [Akatsuki no Yona]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora