El Líder Supremo Snoke

76 9 2
                                    

Ninguno de los personajes de Star Wars me pertenece. Esta es una historia alterna en el universo desarrollado por Lucas Film y no pretendo lucrar con ella.



III. El Líder Supremo Snoke

Supremacía, un acorazado estelar de clase Mega, con sus más de sesenta mil metros de longitud imponía ante cualquiera que se le acercara. Esa era la finalidad, demostrar el poder militar de La Primer Orden y lo lograban a la perfección con cada una de las naves. 30 años armando su flota habían valido la pena.

Asha sentía como le latía su corazón en el pecho, mientras el elevador continuaba subiendo al nivel en donde sería recibida por el Líder Supremo Snoke. Cerró los ojos unos segundos para controlar sus emociones, pues el dirigirse hacia lo desconocido era algo que requería que todos sus sentidos estuvieran alertas. Respiró profundamente dejando que el oxígeno llegara a su cerebro, sintiendo como La Fuerza la recorría y enfocaba sus pensamientos.

—Toda tu vida te has preparado para esto, Asha. Estás lista. — le habló Pryde con familiaridad, un gesto reservado solo para cuando deseaba mostrarle su apoyo. Asha pudo atinar en responderle con una sonrisa, lo más segura que pudo en ese momento.

Las puertas del ascensor se abrieron mostrando del otro lado un pasillo alfombrado, con paredes negras absolutamente pulcras y brillantes. Al fondo una puerta elegante era custodiada por dos guardias vestidos completamente de rojo, la Guardia Pretoriana de Élite.

Pryde iba dos pasos delante de ella y se dirigió con presteza hacia la entrada custodiada.

—Lady Asha tiene audiencia con el Líder Supremo. — dijo el General con voz autoritaria. De inmediato, los guardias dieron acceso y las puertas se abrieron automáticamente. Cuando estaba a punto de avanzar, el guardia de la derecha se interpuso en el camino de Pryde.

—El Líder Supremo la recibirá solo a ella. — la voz del guardia sonaba metálica por debajo del casco.

Asha asintió con la cabeza y entró a la sala, dándole una última mirada al General demostrándole que estaba bien. Apenas estuvo un paso dentro de la sala, la puerta se cerró rápidamente detrás de ella y fue cuando lo vislumbró sentado en el trono.

Snoke, ese pequeño ser deforme, ataviado con ropajes de tejidos ostentosos, sentado en el gran asiento que lo hacía parecer aún más pequeño, no pudo causarle más que repulsión como primera impresión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Snoke, ese pequeño ser deforme, ataviado con ropajes de tejidos ostentosos, sentado en el gran asiento que lo hacía parecer aún más pequeño, no pudo causarle más que repulsión como primera impresión.

Caminó con ligereza hasta el pie del trono y le saludó con una ligera reverencia con la cabeza, más por cortesía que por convicción. Ella no se inclinaría ante él.

—Líder Supremo Snoke, por fin tengo el honor de conocerle. —se paró erguida con la cabeza en alto, viendo directo al anciano.

—Así que esta es la Señora de los Sith de la que tanto me han contado. Ciertamente sabía que eras joven, aunque no penasé que se te notara tanto. —le dijo directamente, pero con un tono poco burlón, que la hacía sentir fuera de lugar.

Where The Soulmates ShatteredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora