Capítulo 4

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Era un día normal, cerca de un mes antes del viaje. Alicia estaba en su casa un jueves por la tarde. Mientras, Pedro le contaba sus sentimientos.

-No puedo... la quiero...- Dice entristecido.

Alicia no sabe qué hacer. Pedro lleva enamorado de Bea bastante tiempo pero ella no le quiere. Le da pena pero, no puede hacer nada.

-Creo que deberías olvidarte de ella.- Dice Alicia.

-Pero es que... no puedo. Sé que me va a hacer daño pero aún así tengo que seguir insistiendo.- responde Pedro.

Llevan toda la tarde mandándose mensajes y hablando entre ellos. Pedro está deprimido. No puede más. No soporta ver cómo, mientras él está enamorado de ella, Bea se va con otros que ni si quiera la quieren.

-Pero, Pedro, si sabes que acabarás mal, ¿Por qué sigues intentándolo?

-Porque, no se puede romper a alguien que ya está roto. Ni entristecer a alguien que ya está triste. Así que, no me importa que me haga daño si por lo menos sé que he luchado por ella.

-Y, si eres capaz de luchar por conseguirla, ¿por qué no eres capaz de luchar por olvidarla?- Vuelve a insistir Alicia, intentando convencerle.

-¿Crees que no he querido? Claro que he querido olvidarla, y te juro que había momentos que pensaba que podía hacerlo, pero, luego volvía a sonreírme y...

No sabe que decir. Alicia le entiende perfectamente pero, no quiere verlo sufrir más. Sabe también que, por mucho que ella insista no va a conseguir nada. El amor es así.

-Y, ¿qué es lo que ves en ella para que sientas esto?

-Pues... Tiene una sonrisa preciosa, que hace conjunto con esos ojos marrones que hacen que te des cuenta de por qué no quieres a nadie más.

-Pedro sé que la amas por encima de todo. Sé que no te importa perder a gente si por ello puedes conseguirla. Pero no puede ser... Este amor es imposible, y lo sabes.

-Nada es imposible. Y lo siento Alicia. Seguiré insistiendo hasta conseguirlo.

Nada. No consigue convencerle. Prefiere no responderle, sabe que haga lo que haga será en vano. De repente vuelve a sonar su móvil. Espera que no sea Pedro de nuevo. No tiene más ganas de hablar del tema. Lo coge, lo desbloquea y mira quién es. Es Julio. Seguro que quiere lo mismo que Pedro... Alicia piensa que son un poco pesados con ese tema. Aunque, tiene que admitir que le encanta estar entre medio de estas cosas, enterarse de todo...

-Alicia. - dice.

-Dime. - le responde.

-Necesito tu ayuda...

-¿Para qué?

-Dentro de poco nos vamos de viaje. Vamos a estar cuatro noches fuera de casa. Creo que es mi oportunidad para estar con Bea.

Lo sabía. Alicia sabía que tendría que ver con ella.

-Sí. Es el mejor momento para demostrarle lo que sientes.

-¿Me ayudarás?

-Haré todo lo posible para ayudarte. - le dice.

A Alicia le encantaría que Bea y Julio salieran juntos. Ella cree que hacen muy buena pareja y, hará todo lo posible para que ella le ame. Siente pena por Pedro, pero, le encanta Julio para su amiga. Serían perfectos.

Ese mismo día, Julio estaba en su casa. No podía parar de pensar en Bea. La amaba.

Y se había enamorado de la chica más insegura, queriéndola con sus secretos, sus miedos, sus imperfecciones... Él se había enamorado de su infierno. Pero es que le encanta. Es solo con verla y ya empiezan a moverse todas esas mariposas que la gente dice que hay en el estómago.

Julio está feliz. Esta muy contento de que Alicia quiera ayudarle. O al menos eso cree. Sabe que ella sería capaz de convencer a Bea. Es su mejor amiga así que... sabrá cómo hacerlo.

-Julio. -le manda Alicia. -Sólo veo una cosa mala en todo esto.

-¿Qué ocurre? -le responde él preocupado.

-Pues... No sé si deberías saberlo o si ya lo sabes pero... Vas a perder a mucha gente si todo esto sale bien.

-¿Por qué? Si yo nunca soñé con dejar de lado a otras personas por estar con ella. Y no quiero ser de esas personas que caen en depresión si un día no la ve. O ser de las que se quedan encerradas un sábado por la noche sólo porque ella no sale. En resumen, que lo bonito no es tener a alguien que sea dueño de tu vida, sino que te lleve de la mano a ella, acompañándote.

-No sé qué decir... Eres la primera persona que me dice algo como eso. -responde ella muy impresionada. -Y es por eso por lo que te ayudo a ti, y no a otro.

-¿Cómo que a otro? ¿A quién?

¿Cómo? ¿Hay otro? No puede creerse que vaya a tener que competir con otro tío. Lo peor es que, ¿Y si es algún amigo? ¡Por eso Alicia ha dicho que perderá a gente! ¡Seguro que es algún amigo suyo! Ahora encaja todo. No puede creer que no se diese cuenta antes. Estaba tan claro...

-No, no... Nadie... -responde Alicia que se ha dado cuenta de que la ha liado. De que no debería haber dicho nada. - Era solo una forma de hablar.- Ahora tendrá que contarle todo a Julio y romper la promesa que le hizo a Pedro de que nunca diría nada de todo esto.

-Alicia. Te conozco. Dime quién es, no voy a cabrearme, ni decírselo a nadie, ni tomármelo a mal.

-Vale. Pero, prométemelo.

-Te lo prometo.

Está nervioso. Sabe que no soportará saber que hay otra persona con la que va a tener que competir para ganarse el amor de Bea. A Julio no le gusta pelearse por ninguna chica pero, si la quiere de verdad, tendrá que hacerlo.

-Pedro. -confiesa Alicia.

-¿Pedro? ¿Ese chico de pelo rubio, ojos negros, escuálido y pálidos como un muerto? ¿Ese?

-Sí...

No puede ser. Uno de sus mejores amigos. Con el que ha compartido mil y una cosas en su vida. Ese chico quiere con la misma chica que él. ¿No puede gustarle otra? ¿Tiene que ser ella?

-Vaya... No me lo esperaba. -le dice Julio.

-Pero tranquilo, Julio. Yo te voy a ayudar a ti que la consigas; y voy a ayudar a Pedro a que la olvide.

-Gracias Alicia. Eres la mejor, enserio. -responde él mandándole una carita sonriente.

Julio sabe de sobra que un chico como él; alto, de buen cuerpo, moreno y de ojos verdes, no tiene nada de qué preocuparse respecto a aquel chico. Pedro no tiene nada que hacer a su lado.

-Por cierto, no se te ocurra decirle nada de esto a nadie o... -amenaza Alicia a Julio.

-No, no. Tranquila. Puedes confiar en mí.

-Eso espero.

¿Para qué iba a contárselo a nadie? Sería un punto a favor de Pedro ya que, quizás alguien pueda ayudarle. Prefiere que se quede entre Alicia y él. Así no se complicarían las cosas más de lo que ya están.

Sigue un poco preocupado. ¿Y si se le adelanta y ella le dice que sí? Imposible. Es imposible que ese palillo salga con Bea.

-Alicia! Una última cosa. -le manda de repente. -Necesito saber si Pedro va a pedirle salir.

-Eso no puedo decírtelo Julio, mucho es que te he dicho quién es el otro...

-Por favor...

-Bueno, mira, como lo que yo quiero es que tú salgas con ella, voy a contártelo.

Está impaciente. Como piense hacerlo en el viaje se complicarán las cosas. Espera que no.

-Como ya sabes, dentro de poco es el cumpleaños de Felipe y seguramente pasaremos el fin de semana en su casa como todos los años. Pues él había pensado hacerlo ahí. Por lo que, tienes vía libre para atacar en el viaje.

-Perfecto. Gracias, Alicia.

¿En el cumpleaños de Felipe? Todavía queda bastante para eso. Tres meses y medio más o menos. Eso está bien. Tendrá tiempo suficiente para declararse antes de que lo haga Pedro.

Bésame, luego te explico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora