Capítulo 6

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Un día de abril, en un instituto de la ciudad.

Llega por fin a la puerta del instituto. Están casi todos esperando a que abran para poder entrar. Por suerte, Cris, no llega tarde. Saca del maletero aquella maleta de por lo menos mil kilos y se va con todos sus compañeros. Ve que Bea, Alicia, Salomé y Mercedes están allí. Miriam, como siempre, llega más tarde que Cris. Se acerca a ellas y empiezan a hablar.

-¡Qué ganas tengo!- grita Alicia.

-¡Sí! Estoy deseando llegar a Barcelona. -dice Cris muy emocionada.

-¿Cuánta ropa os habéis traído? -pregunta Salomé impresionada por sus enormes maletas.

-Pues... yo llevo unas diez camisetas. -comenta Bea a la vez que se ríe.

Cris también lleva casi lo mismo que ella. Pensó que necesitaría el doble de camisetas que de días que irían ya que, si se manchan algún día, tendrían suficiente ropa como para cambiarse. También lleva unos seis o siete pantalones; dos pijamas; unas cuatro chaquetas; dos camisas y algún que otro pantalón corto por si acaso hace calor. Salomé solo trae lo justo y Miriam solo unas dos camisetas de más. Las que más cosas llevaban son Alicia, Bea y Cris.

Abren las puertas, todos van de forma más o menos ordenada para colocar las maletas en el maletero del autobús que les llevaría hasta el aeropuerto. Seguidamente entran ellos. Cada uno con su respectiva pareja. Cris se sienta con Salomé ya que ella se lo pidió hacía mucho; Bea con Alicia y Mercedes con Miriam.

Todos están súper nerviosos, pero más lo están sus profesores que son los responsables de que no les ocurra nada durante todo el viaje.

-No he dormido en toda la noche... -le dice Cris a Miriam.

-¿Por qué? ¿te ha pasado algo? -pregunta Miriam bastante preocupada.

-Nada en especial, simplemente no podía dormir...

Miriam sugiere a Cris que se duerma durante el trayecto pero no quiere ya que no se fía de ninguno de sus compañeros con sus cámaras de fotos. Se aburre mucho. El camino es muy largo, unas seis horas de trayecto. Y, encima, Salomé está muy callada. Mira hacia detrás. Ve que Pedro y Nico la están mirando así que Cris decide levantarse y sentarse con ellos. De fondo se escucha "El sueño de una noche de verano". Lo tienen puesto con unos altavoces portátiles. A Cris le hace mucha gracia cuando ponen esa canción. Nadie se sabe la letra excepto el estribillo. Cuando este llega, todos cantan a la vez.

-Pedro, Nico, me aburro. Contadme algo. -les dice Cris.

-Nosotros también estamos aburridos. El camino es demasiado largo. -dice Nico.

-¿Tenéis ganas de llegar al hotel? -pregunta Pedro.

-Muchísimas, sobre todo a por la noche. -dice Cris muy emocionada.

Todos están deseando que llegue la hora de dormir. Tienen planeado salir de las habitaciones y reunirse todos juntos en un sitio a pasar la noche. Pero por supuesto cuando sus profesores estuvieran dormidos.

Pasada una media hora paran en una gasolinera para descansar un rato y comer algo. Cris no tiene nada de hambre, pero sí tiene muchas ganas de un cigarro. Se acerca a Nico y le pregunta:

-¿Vienes?

-¿A dónde? -pregunta.

-A dar una vuelta. -le dice Cris con tono sarcástico.

-Ah, claro. ¿Tienes fuego?- Pregunta Nico en voz baja.

-Por supuesto. -dice sonriendo.

Cris fuma desde hace muy poco y Nico igual, pero cada vez que a ella le apetece un cigarro siempre le llama para que le acompañe y viceversa. Deciden irse los dos al final de los aparcamientos de la gasolinera. Está rodeado de árboles enormes. Se adentran un poco en el bosque para que nadie pueda verlos. Ninguno de los dos quiere que se sepa aquello.

Cris coloca aquel cilindro de color blanco que le conduciría a la muerte poco a poco y pide a Nico que gire la ruedecita de aquel mechero rojo para encenderlo.

-¿Tienes más? -pregunta Nico.

-Tengo un paquete entero, sabes que no aguantaré sin fumar hasta que volvamos a casa. -le responde Cris.

-Ya, yo tampoco aguantaré. Compartimos el paquete durante el viaje y ya te daré el dinero luego ¿vale?

-Vale, esta noche me lo das.

Le da una gran calada, mira al cielo y suelta aquel humo del infierno. Le relaja fumar. Es la única cosa que la libera de todo aquello que la corroe. A veces se pone a pensar la razón de por qué lo hace. Pero claro, algunos fuman, otros se emborrachan, algunos se drogan y otros se enamoran. En fin, cada quien se destruye a su manera.

Deciden volver con los demás. Nico tiene hambre así que Cris le acompaña a comprarse algo de comer. Todos están sentados en unos bancos que hay en la parte delantera de la gasolinera.

-¿Dónde estabais? -pregunta Bea.

-Dando una vuelta. -responde Cris.

-¿Y a dónde habéis ido? -vuelve a preguntar.

-¡Por ahí, Bea, que pesada! -le grita Nico.

-Vale... pero no hace falta gritar. -dice un poco cabreada.

Bea no se cree nada de lo que dicen la "parejita". Pero pasa del tema. Ya se enterará más tarde. Ella es muy cotilla. Siempre quiere enterarse de todo lo que pasa a su alrededor. Se sabe la vida de todos y cada uno de ellos.

Sus profesores dan un grito para que entren de nuevo al autobús. Esta vez, Cris deja a Salomé sola y se va a sentarse con Pedro y Nico.

Detrás de Bea y Alicia están Santiago y Felipe. Alicia tiene el asiento echado para atrás para poder hablar con Santiago. Llevan unos seis meses juntos. Son muy empalagosos. Siempre están pegados el uno del otro, dándose abrazos, besos... Pero aún así se ve que son muy felices.

Por fin llegan al aeropuerto. Es enorme y hay muchísima gente por todas partes. Se dirigen a facturar las maletas y demás. Quedan todavía veinte minutos para que abran las puertas del avión, por lo que deciden sentarse todos en unos asientos que hay cerca. Cris se sienta al lado de Bea y de Miriam.

-¿Qué tal en el autobús Cris? -pregunta Bea.

-Bien... ¿Por qué? -dice ella un poco extrañada de su pregunta.

-No sé... por si te lo habías pasado bien con Nico -dice Miriam arqueando las cejas.

-¡Mira que sois mal pensadas! Solo me he sentado con él porque Salomé es una aburrida... -contesta Cris.

No entiende por qué han pensado que le gusta Nico. Seguramente Bea pensaría mal cuando les vio a los dos volviendo juntos del bosque. Pero a Cris le da igual. Prefiere que piensen que están juntos a que sepan que fuman.

-No sé por qué pensáis eso... -dice Cris.

-Porque siempre estáis juntos. ¡Podrías aprovechar ahora que estamos de viaje! -dice Bea sonriendo.

-¡Eres tonta enserio! -grita Cris -¿Cómo me va a gustar Nico?

-Pues es muy guapo. -dice Miriam con una sonrisa.

-¡Pues para ti! A mí no me gusta... -dice Cris cabreándose cada vez más.

-Pero no te enfades... solo estamos hablando tonta. -dice Bea riéndose a carcajadas.

Las mira con cara de desprecio y coge su móvil. Nada nuevo. Decide apagarlo para que no se gastase la batería. Tiene que durarle todo el día.

Mira a Nico. Está sentado al lado de Felipe y de Julio. Ve que Felipe no para de mirarle. Es un pesado. Siempre está igual. A él le gusta desde hace bastante tiempo pero a Cris no le atrae nada. Es muy celoso y nunca quiere que otros chicos de la clase se acerquen a ella. Eso le molesta bastante ya que parece que están saliendo.

Bésame, luego te explico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora