Capítulo 7

123 9 0
                                    

Un día de marzo, en el patio de un instituto de la ciudad.

-Tenemos que hablar con él, Bea. No puede seguir así...

-Lo sé. Es muy pesado y ya ha tocado el límite.

Están hartas. Hartas de que todo el mundo piense que Felipe es novio de alguna de las dos. No pueden aguantar más sus ataques de celos incondicionales, sus abrazos continuos y sus tonterías.

-Pero, ¿Qué le decimos? Tampoco quiero que se sienta mal luego... -dice Bea.

-Ya, ni yo. Pero, es mejor decirle toda la verdad y dejar que sufra un poco que aguantárnoslo todo y que siga como siempre. -responde.

-Lo sé...

Cris tiene mucho carácter. A veces demasiado. Por lo que es capaz de echarle una bronca a Felipe sin miedo alguno.

-Bueno, entonces, ¿entonces le decimos? ¿Empiezas tú, o yo? -pregunta Bea un poco asustada porque no tiene ganas de pelearse con nadie y, además, le da mucha pena Felipe.

Sabe lo que tiene que decir. Sabe perfectamente lo que va a hacer.

-Tú déjame a mí. Ya luego continúas tú. -dice Cris sin miedo.

-De acuerdo. -responde Bea.

Acaba de terminar la hora de gimnasia y, como siempre, Bea y Cris se han ido antes al patio. Están esperando a que los niños terminen sus clases para poder hablar con Felipe. Mientras tanto, Cris está pensando bien lo que pretende decirle.

-¡Felipe! Espera un momento. -grita Cris cogiéndole del hombro.

-¿Qué pasa? -responde extrañado al verlas a las dos.

-Necesitamos hablar contigo. Es urgente. -dice Bea.

-... De acuerdo... -responde Felipe muy extrañado de lo sucedido.

Cris se ha puesto nerviosa. Le ha empezado a entrar pena por él. Sabe que tiene que hacerlo, pero, ahora no puede... Le ha entrado el miedo.

-Bueno... ¿Quién empieza? -pregunta Cris intentando que lo haga Bea.

-¡Tú! -dice indignada.

-Vale... -responde Cris mirando al suelo.

Mira para todos lados y suspira varias veces antes de empezar. Está dando un repaso rápido en su cabeza de lo que tiene que decir. Respira hondo y saca todo su genio fuera.

-Felipe... ¿No te das cuenta de lo que estás haciendo? ¿No ves todo lo que pasa a tu alrededor?

Silencio. Bea mira hacia otro lado y la mirada de Felipe está perdida, extrañada.

-No te hagas el tonto Felipe... -dice Bea interrumpiendo a Cris. -Estamos hartas de que todo el mundo piense que sales con alguna de las dos...

-¿Qué? No entiendo a dónde queréis llegar... -dice Felipe tartamudeando.

-Más de uno nos ha dicho muchas veces algo como: ¿qué tal te va con Felipe? ¿has visto como tontea con esta o con la otra? ¿no te preocupa al ser tu novio? -continúa Cris.

-Felipe... todos sabemos que quieres a Cris y que estás enamorado de ella. Pero, si ella no te quiere, no puedes hacer nada. No puedes ir por ahí insultando y pegando a todo el que habla con ella. Deja de comportarte como un niño de seis años... -dice Bea.

Cris está avergonzada. Ella sabe perfectamente desde hace mucho que Felipe la quiere, pero, no pensaba que Bea fuese capaz de decir eso cuando ella estuviese delante.

-Creo que deberías empezar a olvidarme ya y dejarme hacer mi vida tranquila. Y lo mismo digo con ella. Creo que debes dejar de ir diciendo por ahí que ya no me quieres y que ahora te gusta Bea. Lo único que consigues con eso es que te tomen por un chico que va de una en una. Si esta le falla; vas a por otra. Deja de fingir lo que no eres.

-No puedo evitar ser como soy... lo siento... -dice mirando al suelo.

-Sí que puedes. Nunca has sido así. - replica Bea.

-Y no sé por qué estás así conmigo... No entiendo por qué me elegiste a mí. -dice Cris con voz un tanto avergonzada.

-Te elegí a ti... porque eres la persona que me hace feliz, eres la persona que tengo en mente siempre. Por la cual me arriesgo a decirle todo lo que siento y no me importa nada de nada. Eres tú la persona que me deja pensando cosas durante todo el día, siempre me pregunto qué estás haciendo, dónde estarás... Eres tú la persona por la que muero de celos si te miran o te dicen cosas. Esa es la razón.

Cris mira a Bea. Se han quedado en blanco. No saben que decir. Cris siente vergüenza a la vez que pena. Ella no le quiere, pero, no quiere dejarle así. Un gran silencio.

-Olvídala Felipe... es lo mejor que puedes hacer. -dice Bea terminando con la conversación.

Mira a todos lados, mientras se muerde las uñas. Bea la coge del brazo y se marchan a otro lugar del patio a continuar con otra conversación. Cris mira hacia atrás. Felipe está sentado en la arena, con las piernas encogidas y los brazos apoyados en ellas. Está cabizbajo.

-Deja de mirar anda... Sé que te da pena. A mí también, pero no podemos hacer nada. -comenta Bea.

-Pero... ¿has oído lo que me ha dicho?

-Claro que lo he oído. Estaba allí ¿recuerdas? -dice Bea bromeando para calmar el ambiente.

-¿Cómo quieres que le mire a la cara después de lo que me ha dicho? ¡Qué vergüenza!

-No seas tonta anda... Tan solo se te ha declarado... No es para tanto. -le dice riéndose y dándole un codazo.

-Te odio... -responde Cris sonriéndole.

Que mal lo está pasando. ¿Qué va a hacer ahora? ¿Y si alguien más se entera de esto? Sería horrible... Prefiere olvidarse de todo y esperar a que él la olvide a ella. Y Cris sabe en ese momento que, si miras abajo posiblemente te caigas, y que la única alternativa es mirar al frente.

Bésame, luego te explico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora