Where have you Been あ・Kookmin

IX

- Tres semanas Jimin, en tres semanas quiero que termines con ese tipo

Nunca en mi vida le hubiera dicho eso a un omega. Y nunca en mi vida, estuve tan aferrado a alguien.

Cuando Jimin aceptó mi condición esa misma noche, nuestros días pasaron con normalidad, seguimos viéndonos en esa cafetería todas las tardes y a pesar de que mi mente se cruzaba con la idea de que estaba siendo una vez utilizado, confié en que Jimin no era así, que él sí decía la verdad y que muy pronto estaría a mi lado.

Aún así, no debería bajar la guardia, en cualquier momento ese tipo puede lograr enamorarlo y cuando eso suceda, no volveré a saber más de él.

Con tan sólo pensarlo me hervía la sangre, me gustaba tanto Jimin que esta vez estaba dispuesto a pelear por él. El imbecil e inseguro se había acabado, ahora estaba presente, un alfa que quería a su omega a su lado.

- ¿Qué estás haciendo?

- Pienso

- Eso no, hablo de esto

Cuando el dedo de Namjoon tocó la hoja, hice que lo quitara de inmediato, además de que no me dejaba concentrar venía a molestar como mosca. Se salvaba de que lo sacara a patadas, no he comido desde la mañana y él es el único que sabe cocinar.

Sí supiera, ni siquiera lo dejaría tocar mi puerta.

- intento hacer lo mismo que hizo Jimin - Respondí, para que me dejara en paz

-¿Un poema?

- Supongo

Cuando Namjoon comprendió, se retiraba de mi espacio y al fin volvía a estar solo. Y ahora, podía pensar con más claridad que poner en esa hoja en blanco.

Molesto, recargue mi espalda en el respaldo de la silla, tenía casi una hora pensando que poner, pero nada, era pésimo describiendo, quizás debía comenzar con lo básico porque sí seguía así se haría de noche.

Y no me daría tiempo de dejar esta carta en su buzón.

Este día, por más que me molestaba, Jimin salió con ese chico a dar un paseo. Sólo eso, debía repetirme lo mismo a cada segundo, antes de que los celos y el enojo invadan todo mi ambiente.

En mi trabajo, todos los días veía a mis compañeros ser amorosos con sus parejas, se regalaban cosas, se besaban, abrazaban, decían palabras cursis y sobre todo, se ponían cursis apodos que me habían vomitar.

¿Así es el amor?

No lo sé, lo único que quiero es pensar y saber que hacer para que Jimin no cambie de parecer y se vaya con ese idiota que de tan sólo verlo me provocaba darle un maldito golpe.

A todos, menos a mi, les agrada tener un apodo, sea cursi o atractivo pero les gusta ser reconocidos. Entonces, Jimin debería tener uno, pero no uno cualquiera, uno que le quedara y sobre todo que nadie más lo tenga.

🍃🍃

Después de dos horas pensando, encontré el apodo perfecto para Jimin.
Pero también logré escribir algo corto de lo que pensaba sobre él y esperaba que las cosas que hago resulten, o terminaría como el más idiota.

¿Qué demonios hizo Jimin, para que piense de esta manera? Hace meses pensaba que el amor es una mierda y tambien, que no vale la pena estar con alguien que se va con otro y te deja como un maldito perro. Pero ahora, estoy aquí, en el buzón del rosita depositando aquella carta que expresa mi interés hacía él.

Confiaba en sus palabras de hace días, estaba dando todo por esas palabras que me hicieron quedarme a su lado.

Le gusto.

Un omega tan lindo como él le gusto y no fue con el tiempo, sino en ese preciso momento que me observó. Porque de todo lo que nos dijimos, Jimin me confesó que desde el primer día que me vio cruzar por esa puerta de la cafetería, le llamé la atención y por esa razón no he podido alejarme de su lado.

En toda mi vida, nadie me había escrito  notas, un poema o una canción. Pero lo que más valoro, es que nunca me abandonó y siempre me escuchó por más cortante que era al vernos.

- ¿Jungkook?

Mala idea quedarme a pensar en este lugar, Jimin logró verme cuando salió de su hogar. Estaba enfrente de mí y podía observar por primera vez con más atención sus facciones delicadas y la ternura que demostraba al estar cubierto por una pequeña manta rosada desde la cabeza.

- ¿Qué haces aquí? No me avisaste que vendrías

Agradezco que haya hablado, no supe que explicación darle al estar enfrente de su cama como un fantasma, quizás lo asuste y por esa razón salió a ver.

- Pasaba por aquí - fue lo primero que se me ocurrió y no quedar como un tonto pensativo - y supuse que estarías en tu casa, es algo tarde para estar paseando con alguien

Y ese alguien, me refería a ese tipo.

- oh, ¿entonces, gustas pasar?

Quise negarme, pero no pude, la corta sonrisa de Jimin me decía que le agradaba mi presencia. Quizás podía quedarme un rato y esperar que no abriera su buzón hasta el día de mañana, porque sí Jimin lo encuentra y lo lee enfrente de mí, sería un completo patético.

〄