Capítulo 66.-

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Alfa y Omega se encontraban en la cama de la última mencionada

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Alfa y Omega se encontraban en la cama de la última mencionada. Ambas se habían quedado dormidas hechas una enredadera de extremidades. Las piernas de la Omega descansaban entre las piernas de la peliazul y sus brazos en la cintuta contraria, al igual que los delgado brazos de Momo descansaban en la cintura de la más baja.

La Omega ya se veía mejor, el exquisito Aroma de Laurel y chocolate que desprendía Momo era tan relajante que su lobo se sintió muchísimo mejor. Eso era lo que le faltaba, estar con su Alfa.

Ese momento era tan, tan mágico para ambas. Despertar en los brazos de la otra mientras inhalaban el Aroma de la contraria. Simplemente el paraíso.

Pero había un detalle. Ambas seguían en celo, pues no se pudieron placer la una a la otra.

Momo se removió incómoda cuando los rayos de sol le pegaron el la cara. Abrió los ojos con lentitud, encontrándose con la bella imagen de su Omega durmiendo. Era todo, estaba en el cielo.

—Buenos días, preciosa—Saludó Momo al ver que su Omega también comenzaba a despertar —¿Cómo te sientes?—

—Mejor que nunca... —

—Al fin todo volvió a la normalidad— Hablaron al unísono para después reír por aquello.

—Momo...— La Alfa no le contestó a pesar de estarla viendo —Momo— Volvió a llamar —Momori—

—Dime, cielo.—

—Eres la Alfa más tierna que Jamás haya conocido.— Afirmó ante el tierno comportamiento de su Alfa.

—Y tú la Omega más hermosa que mis ojos hayan visto jamás— Devolvió, haciendo que la más baja se sonrojase hasta las orejas.

—Momori, Aún estoy en mi celo.— Habló directa de la cabello castaño.

—Mhm, yo también.—

Alfa y Omega se miraron cómplices mientras sentían como la temperatura de su cuerpo aumentaba. Comenzaron a besarse. Besos tiernos que se convirtieron en besos excitantes para ambas partes.

La Alfa se posicionó encima de la Omega, sin separarse del beso, y comenzó a acariciar la cintura contraria por debajo de la pijama. La Omega tampoco se quedó atrás y comenzó a acariciar la espalda de su Alfa por encima de la ropa.

En un rápido movimiento, Momo se deshizo de la blusa de la Omega y comenzó a bajar sus besos hasta el cuello de la Omega, en donde pudo ver como su Marca descansaba en el cuello de esta, se veía vieja y poco renovada, eso cambiaría hoy.

—Renovaré esta marca, sólo sé paciente, mi vida— Avisó mientras Seguía con su trabajo de besar el cuello de la contraria de manera erótica.

El fuerte y exquisito Aroma a Cookies and Cream se apoderó de las fosas nasales de Momo, haciendo qué soltara un suspiró gustoso.

Sin darse cuenta, la castaña ya no tenía su pantalón ni su sujetador, y ahora reposaban en algún lugar trivial de su habitación.
Momo se metió uno de los pechos a la boca y comenzó a lamerlos como si de su postre favorito se tratara. La peliazul daba repetidas miradas a su Omega, excitándose aún más cuando veía sus expresiones de placer.

Omega, en cuatro— Ordenó con su Voz de Mando, sacándole un gemido gustoso a su acompañante. El hecho de que esté usando su voz de mando para esa situación, sólo lo hacía más caliente.
La Omega obedeció de inmediato. Pasaron unos segundos cuando sintió que Momo comenzaba a sacarle la braga. De repente, un dolor excitante se hizo presente en su posadera derecha, Momo le había dado una nalgada.

—Eres muy sexy, Omega— Habló Momo para después posicionarse en la posición que tanto había deseado hacer con su pareja. Comenzó a lamer desde atrás toda la feminidad de su pareja mientras dejaba nalgadas en cada una de las posaderas de la menor.

La castaña solo podía gemir el nombre de Momo en voz alta, el placer que le daba esa posición era tanta que estaba comenzando a considerarla como su favorita.
De repente, sintió como dos dígitos se introducían en ella. Momo había metido dos de sus dedos y comenzó a moverlos de manera exótica.

—Mhg— Soltó mientras trataba de mirar hacía atrás.

—¿Te gusta, ángel?— Preguntó con lujuria mientras dejaba pequeños besos en cada posadera de la más baja.

—S-si... Ahh~— un tercer dedo la hizo gritar un poco, Sin avisar, Momo ya tenía tres dedos dentro de su Omega. —M-Momo... Voy a correrme...— Advirtió entre gemidos y jadeos.

Momo sacó sus tres dígitos de la vagina de su acompañante y lamió sus dedos, pudiendo saborear el sabor de su Omega, sacándole un gemido a la misma.

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La Omega ya no sabía en cuantas posiciones la había puesto la peliazul, y tampoco le importaba demasiado. Estaba disfrutando la quinta ronda que su Alfa le estaba regalando, esta vez, con la Omega montándola.

—Ah~ bebé~ más~— Gimió Momo mientras le ayudaba a su pareja con los movimientos de cadera que tenía que hacer.

Después de unos minutos ambas terminaron al mismo tiempo, sintiendo como el lazo las unía por quinta vez en la mañana.

—Nadie nunca podrá remplazarte, amor— Confesó la Alfa mientras dejaba un beso en la marca que había sido renovada ya cuatro veces.

—Supongo que eso es bueno— Respondió la Omega con una Sonrisa.

—Te amo, mi cielo.—

—Y yo a ti, mi Alfa.—

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Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이•  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora