Capítulo 35.-

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El día siguiente fue exactamente lo mismo para la de cabellos largos. Por la mañana irse a la universidad y por la tarde ir a su trabajo de medio tiempo. Ahí conoció a una linda chica, quien se convirtió en su amiga rápidamente. Aquella chica tenía el cabello marrón un poco más abajo de los hombros con unos bellos ojos del mismo color. Esta chica era unos años mayor que ella y era una bella Alfa que desprendía un aroma único, Albahaca. 

En estos momentos, la Omega estaba llegando a aquel establecimiento, siendo recibida por su "mejor amiga" Yiren. Una Omega de cabellos castaños largos, un poco más alta que ella; esta chica había tomado algo en su contra desde el día anterior sin motivo alguno. 

Yiren: Hasta que llegas, Jeon. Rápido, deja tus cosas y atiende a tus mesas, que llevan 20  minutos esperándom-esperándote. Ya me voy, es hora del almuerzo -Comentó aquella Omega con un tono arrogante para después empujar a la contraria con su cadera para poder salir de aquel local-

Miyeon: Hey, hola, ______* -Saludó con emoción la de cabellos marrones a su amiga, al ver como ella entraba por completo al lugar- No le hagas caso a Yiren, sólo atiende a los que vayan llegando ¿Bien? Yo atiendo a las otras mesas -Comentó la Alfa con una sonrisa cálida, la cual desapareció al ver a la menor negar- 

______: No te preocupes, de todos modos necesito esas propinas. Se acerca el cumpleaños de mi mejor amiga y no tengo ni 3 wons -Comentó la Omega con pesadez mientras acomodaba su pequeña mochila debajo de la barra para los empleados- 

Miyeon: De acuerdo. Yiren dejó 5 mesas, no son muchas pero tiene varias personas... ¿Segura que no ocupas ayuda? -Preguntó algo preocupada la Alfa- 

Sin decir una palabra, la Omega tomó su delantal, se lo colocó y se dirigió a aquella mesa con dos chicos adolecentes y comenzó a tomar su orden. 

Así fue su tarde, llena de gente algo mamona que no le dejó ni 2 wons de propina. A este paso no podría conseguir el regalo ideal de Nayeon a tiempo, pues aun faltaban unos meses para que ese día llegara. 

Yiren: Ya llegué -Anunció la Omega, siendo mal recibida por sus compañeros de trabajo, pues estos voltearon los ojos a su llegada- Jeon, quiero mis propinas -Exigió la más alta extendiendo la manos, como si la menor fuera su madre a la que podía manipular- 

______: Lo siento, pero tú renunciaste a tus mesas, además de que no quieres tener 4 wons y 3 centavos ¿Cierto? -Dijo molesta la Omega mientras terminaba de secar los cubiertos que estaba lavando- 

Yiren: Eres una estúpida -Y diciendo esto, la menor se fue al área de empleados para poder desquitarse con algo- 

Miyeon: Oh -Alargó la expresión- buena defensa, Jeon, estás aprendiendo -Jugueteó la mayor con su amiga mientras daba un leve empujón con su cadera- 

______: Aprendí de alguien buena...-Soltó una pequeña carcajada al recordar todas las veces en las que Jennie y Momo solían jugar a insultarse, claro, todo era un juego- No entiendo porque me odia ¿Qué le hice? -Cuestionó la menor a su Unnie mientras seguía con su trabajo- 

Miyeon: Esa chica odia a todos, no te lo tomes personal. Es una mimada. -Y así ambas chicas concluyeron su conversación para seguir en lo suyo- 

Al término de su turno, La Omega se despidió de sus compañeros, a excepción de Yiren, y salió para encontrarse con su hermano, quien se suponía que debía estar ahí, esperándola, pero no había absolutamente nadie. A unos kilómetros más lejos, pudo observar a dos niños acercándose a ella. Aquellos niños eran una real ternura para la Omega, quien, al ver a aquellos adorables chicos, no dudó en saludarlos. 

______: Hola, linduras ¿Qué hacen afuera tan noche? -Dijo la Omega al ver que aquellos niños no venían con nadie- 

Niño: Nuestros padres nos dejan venir a por un café aquí, porque ellos no están tan lejos. -Mencionó el que parecía ser el mayor- 

Niña: pero una chica linda nos pidió que te diéramos esto -Continuó la menor extendiendo aquellos tres globos de colores bajos, dejando ver el confeti en su interior- 

Al ser recibidos los globos, los pequeños se despidieron formalmente de la Omega y regresaron por donde vinieron, dejando a una castaña bastante confundida. La Omega no pudo evitar voltear hacia aquellos globos, los cuales tenían una frase escrita. La Omega, curiosa por naturaleza, jaló los globos y pudo ver lo que decían exactamente. 

Te amo. Atte: Moguri 

Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이•  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora