Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이• ✔️

Extra 3.-

Cuando el tímido Alfa se confesó a JiMin.

El pequeño Omega se encontraba leyendo un libro de matemáticas en la butaca que estaba junto a la fuente, mientras la suave brisa acomodaba sus -naturalmente- azules cabellos.
Bostezó un poco para después levantarse, era hora de ir a clases.

—Debes decirle. — Murmuró Sunmi al Alfa, quien estaba totalmente rojo de la vergüenza.

—¿Pero y si no me acepta?—

—¿Es tu Omega Predestinado o no?— El peliazul asintió ante el cuestionamiento de la rubia. —Entonces dile. No puede ser tan malo después de todo.—

YoonGi ya estaba decidido. Salió de su escondite y dispuesto a declarársele al Omega de sus sueños, se acercó, hasta que un valde de agua fría le cayó -no literalmente- encima y enfrió la situación.
MinGi estaba justo frente al Omega de labios gruesos, estaba entregándole una rosa en forma de declaración, para así comenzar el cortejo.

YoonGi sintió sus ojos cristalizar y salió corriendo de ahí, era más que obvio que un Omega como JiMin jamás se fijaría en un Alfa tan sumiso como lo era él.
Sunmi fue tras él, al notar que estaba tan indefenso como la primera vez que lo conoció.

YoonGi ya estaba en su clase, cruzado de brazos mientras trataba que ninguna lágrima Traicionera se le escapara. Sunmi se acercó un poco, y el chico al notarlo, bajó la cabeza.

—Sabía que no resultaría.— Habló con dolor.

—¡Vamos, GiGi! Son Predestinados, no temas por cosas que solo la Diosa Luna sabe por qué pasan.— Animó la rubia.

—Gracias, Sunmi.— Sonrió levemente.

—No hay de que, Alfita.—

En la salida, YoonGi vio como MinGi se acercaba a JiMin y dejaba un pequeño beso en su cabeza, cosa que hizo que el Omega se alejara.
YoonGi miró con rabia aquella escena, su Alfa le pedía salir e ir a golpearle la cara a ese Delta que trataba de cortejar a su Omega. YoonGi se negaba, no quería verse como un Alfa que no sabe controlar sus impulsos.

La voz de su amiga aturdió su oídos, volteando de inmediato.

—Deberías ir. Aún tienes tiempo.—

—¿Tú crees?—

—¡Claro! Ve por él, Alfa.—

El peliazul se acercó lentamente hasta donde estaba Jimin y su grupo de amigos, además del odioso Delta. Se sonrojó hasta las orejas cuando una de las amigas de JiMin lo Llamó en un susurro y le hizo saber de la presencia del Alfa.
Todos los Omegas rieron y se fueron de ahí, jalando consigo al Delta.

—¡Hola!— Saludó JiMin con su famosa eyesmile

El Alfa no pudo hacer más que sonrojarse -aún más- ante aquella bonita sonrisa. El Aroma del Omega se podía sentir fácilmente, además de que su lobo estaba emocionado por sentir aquel agradable Aroma a Mochis y jazmines.
Su Aroma a Menta y chocolate se esparció por casi toda el área, dejando al descubierto el qué tan nervioso estaba.

—H-hola... — Devolvió el Alfa.

—¿YoonGi, cierto? ¿Qué te trae por aquí?—

JiMin se regañó mentalmente por lo tonto que pensó que había sonado.

—Y-Yo... —

El Omega lo miró. Aquellos ojos llenos de brillo que hacían que su corazón explotara, como la primera vez que los vio. Su sonrojo se hizo más notorio, sacando una pequeña risa de la boca del peliazul, Él seguramente estaba igual.

—¿Entonces?—

YoonGi volteó su mirada hasta donde estaba su amiga rubia, está le hizo una señal para que continuara y así lo hizo.
Sacó un leve suspiro antes de hablar.

—TumegustasmuchoymegustariasabersitegustariasermiOmega— Habló.

JiMin hizo una pequeña cara de confusión, ¿Qué le había querido decir?.

—Lo siento, no te entendí.—

—T-Tú... — El tímido Alfa soltó un suspiro y giró su vista antes de volver a hablar. —Bueno, T-tú me G-gustas mucho y-Y me gustaría saber si-si si tú quisieras, ya sabes. Ser mi Omega. Tal vez. ¡No te estoy presionando! ¿Sonó como si te estuviera presionando? ¡Lo siento mucho! No quería hacerte sentir incómodo, digo, si no quieres no aceptes, solo, sólo quería... ¡Ahg! Lo siento. Yo-yo...—

Dispuesto a irse, el Alfa cubrió su sonrojada cara con las manos y comenzó a caminar de manera contraria a la que estaba, pero, una pequeña mano en su brazo lo hizo detenerse.
Volteo la mirada, era Jimin, quien estaba sonrojado hasta las orejas y su vista estaba perdida.

—A mí también me gustas, Suga. Tal vez, sí me gustaría ser tu Omega.— Afirmó con una media sonrisa mientras lo veía a los ojos.

Ambos tenían algo. Eso era lo que pensaban los alumnos de aquella universidad al pasar y ver su situación.

—Yo-Yo, bueno, eh... —

El tímido Alfa se vio interrumpido cuando un beso en sus labios fue dejado con un poco de vergüenza. El Alfa tomó a JiMin de la nuca para evitar que se separara y correspondió el beso.
Ambos sintieron una corriente eléctrica pasar por sus espaldas, era más que claro. Ambos eran Predestinados.

Un poco de Yoonmin no le hace daño a nadie :D