Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이• ✔️

Capítulo 28.-

Al día siguiente. La Alfa peliazul no pudo llegar ni a la casa de su Omega por lo enojada qué seguía, pero aún así había un pequeño trozo de esperanza dentro de ella que le decía que en la U iba a hablar y todo se iba a solucionar, pues ahora tenía la cabeza un poco más fría.

Pero...

SunHee: Ya levántate, Cielo, llegarás tarde —Dijo la Omega mayor mientras abría las cortinas de la habitación de su hija, quien inmediatamente se quejó por la luz—

______: Mamá, me siento mal ¿puedo faltar a la U hoy? —Por supuesto que la castaña no se sentía mal, para nada, sólo no quería ver a Momo ese día y pensaba que ese sentimiento sería mutuo—

SunHee: ¿E-En serio? —La madre Omega de la chica colocó sus manos en la frente de su hija, pero esta las quitó de inmediato, afirmando que 'las manos no son el mejor termómetro' Por lo que su madre fue a prepárarle un té y fue por el termómetro antes mencionado.—

Al llegar su té, la Omega mayor le colocó el termómetro y se fue un rato de ahí, pues aún le faltaba hacerle el desayuno a su hijo Alfa.

Por otro lado, la Omega menor se sacó el termómetro y lo colocó en el té, para así hacerle creer a su madre qué realmente estaba enferma. Y afortunadamente para la Omega, su plan funcionó, pues su mamá la dejó faltar a la escuela.

Mientras tanto con Momo. La chica peliazul se maldecia una y otra vez por lo del día anterior al ver el asiento vacío de su pareja y de su mejor amiga. No debí decir eso, pensaba la Alfa. Sin más opción, se fue de ahí hacia Jennie negando con la cabeza, pues Nayeon tampoco había asistido.

Jennie: Bueno, volvemos al principio, dos Alfas desamparadas pero esta vez...

Momo: Sin nuestras Omegas —Le continuó Momo con una leve sonrisa, la cual se fue al escuchar aquella voz chillona—

Mina: Buenos días, Unnie —Saludó con normalidad la Omega—

Momo: ¿Qué es lo que quieres, Mina? —Respondió cortante la de cabellos azulado, pues no quería hablar con nadie, y menos ella—

Mina: Oh ¿yo? Nada, sólo pasé a saludar a mi mejor Amiga de años —Respondió con una sonrisa inocente, pero Momo ya sabía a lo que realmente venía, siempre lo hacía cuando no estaba ______. Y si somos sinceros, ella no estaba de humor para lidiar con ella—

Momo: Mina —La Alfa de dio la vuelta para poder mirar directamente a la pelicafé— Sé a lo que vienes, y de nuevo no voy a aceptarte, por las mismas razones... Tengo novia ¿ok?

Mina: ¡Pero están peleadas! — Se Defendió la Omega para después tapar su boca, se suponía qué ella no debía saber eso, aunque Momo no prestó tanta importancia—

Momo: El que estemos peleadas no significa que deba engañarla, Mina, y si lo hiciera no sería tan tonta como para hacerlo contigo —Y con esto, la Alfa se fue de ahí junto con su mejor amiga, dejando a Mina con varias lágrimas en las mejillas—

Mientras, con la Omega.

Yon: ¿Segura que no quieres que te llevemos al hospital, cielo? —Dijo la madre Alfa de los hermanos Jeon, pues realmente le preocupaba la salud de su hija, sin saber que solo era algo para no ver a Momo—

______: Estoy segura, mamá, seguramente será algo de un día, tal vez mañana esté bien -Afirmó la Omega con una débil sonrisa. La Alfa le devolvió la sonrisa y se fue de la habitación de su hija para regresar al trabajo, pues su esposa le había comentado sobre el "resfriado" de su hija y no pudo evitar no ir a verla-

Cuando sus dos madres no estaban en la casa, ______ llamó a su mejor amiga, si, ella misma, Nayeon. Ambas habían dicho en sus casas que no se sentían bien, pero en esta ocasión la más alta logró convencer a sus padres más rápidamente, pues todos los días ambos se mantenían ocupados. 

Ambas, ya en la casa de la más baja, comenzaron a hablar de la mal que se sentían al no ver a su Alfas, pero... ¿Qué más podían hacer? Momo y Jennie seguramente estaban enfadadas con ellas por sus conflictos, por el memento no podían hacer más que sólo tratar de calmar a sus lobos con unas cuantas tazas de chocolate. 

Mientras, las dos Alfas caminaban por los pasillos de aquel edificio enorme, pues su profesor de anatomía no había llegado y faltaría una semana, como el profesor de química de la clase de sus Omegas, que casualmente les tocaba a la misma hora. Momo no decía nada, sólo se mantenía pensando sobre el día anterior, pues seguía preguntándose quién demonios era aquella Alfa pelirroja, si su Omega realmente no la conocía ¿Por qué se acercó tan de repente? Realmente no entendía, en su cabeza sólo cabía la posibilidad de que ellas fuera... Bueno, una pareja adicional. 

Todo estaba bien, hasta el momento en que vio a aquella chica guardando unas cosas en su casillero. Las ganas de querer ir a reclamarle no tardaron mucho en aparecer, pero tenía que controlarse. Pero ella no sabía lo que guardó en su casillero.