Hirai Momo es una Alfa que busca a su Omega por toda la universidad, sin resultado.
Jeon ______ es una Omega que es bastante sobreprotegida por su hermano mayor, quien no le permite tener un Alfa.
Un día, Momo se percata de un Aroma a Cookies and C...
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—¿Alfa?— Cuestionó la peliazul mientras miraba extrañada a la Omega. ¿Por qué le decía así?
—¿Acaso no recuerda lo de nosotras? Momo, tú eres mi Alfa. Me cortejaste por 30 días y terminamos siendo pareja. Incluso me marcó. — Afirmó mientras enseñaba la falsa marca de Alfa detrás de su largo cabello rubio.
Aquella falsa marca se la había hecho Chaeyoung antes de ir a la casa de su amada.
Momo relacionó todo eso con los recuerdo que habían llegado a su mente días atrás... Entonces, Todos aquellos momentos que pasaron por su mente... ¿Los vivió con Mina? ¿Por qué le llegaron esos recuerdos con la imagen de la Omega bonita? Todo esto era tan raro...
—No-No r-recuerdo haber... Haberte marcado....—
—Es normal, Momori. Ahora no puede recordar algo que te ha que ver conmigo, pero yo le haré recuerdos nuevos. Se lo prometo... —
La Omega se acercó a la cara de la más alta y le dio una tan esperado beso. Deseaba con su alma poder besar aquellos labios rosas de la Alfa, y por fin se le estaba cumpliendo. Esto era un sueño para la Omega rubia... Y un rompecabezas sin resolver para la Alfa, pero aún así, ella no podía mentir. Después de todo... Era su Omega.
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La Omega castaña estaba jugando con su hermano mayor y con su cuñado cuando un dolor en el pecho se le hizo presente.
—Ahg— Se quejó mientras soltaba el control y se agarraba el pecho, justo en la zona del corazón.
—¿Estás bien, pequeña?— Preguntó el único Alfa presente a su hermana mié tras pausaba la partida y trataba a la más baja.
—¿______? ¿Qué tienes, corazón?— Preguntó esta vez el Omega más alto.
—N-no lo sé... Siento algo raro en el pecho, pero no sé por qué...—
—¿Te duele?— Preguntó aún más preocupado el Alfa —Le llamaré a mamá, y a la ambulancia también.— El Alfa estuvo a punto de levantarse si no fuera por la rápida mano de la Omega, la cual se lo impidió.
—No me duele... Sólo es un malestar, seguro se me pasará pronto.—
—¿Estás segura, pequeña? Deja que JungKookie llame a su madre.—
—De verdad, estoy bien. Okey, ¿En qué estábamos?— Dijo mientras volvía a tomar el control una vez el dolor disminuyó.
Alfa y Omega se voltearon a ver no tan convencidos.
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