Capítulo 34.-

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En la casa se la Omega todo estaba tranquilo, para su familia, a excepción de JungKook, nunca pasó nada entre Momo y la menor de los Jeon.

Aquella mañana, ______ había decidido comenzar a trabajar para ganarse su propio dinero, pues su hermano se metió a trabajar como coreográfo y no le iba nada mal. Ella decidió por algo más "Fácil" ser camarera en una cafetería muy reconocida de Seúl, quien solicitaba una con poca experiencia.

Por tanto, ______ convenció a sus madres de ir a trabajar ahí. Sus madres aceptaron gustosas, pero con la condición de que JungKook debía pasar por ella a su hora de salida. Su horario de trabajo comenzaría el próximo lunes después de la universidad y estaban a Sábado.

JungKook: Buenos días, pulga —Saludó el hermano mayor de la protagonista al abrir la puerta de su habitación, pues tenía que hablar con ella— ¿Puedo pasar?

______: Hola, Kook, pasa —Respondió la Omega sin despegar la mirada de su celular— ¿Qué necesitas?

JungKook: tengo que hablar contigo, _______* —Contestó el Alfa sentándose a los pies de la cama de la más pequeña— ¿Qué pasa entre tú y Momo? —Cuestionó JungKook al ver que su hermana seguía jugando con su celular. Al escuchar aquella cuestión, la cara de la Omega se volvió pálida y sus ojos estaban más abiertos de lo normal—

______: Entre ella y yo... No pasa nada, JungKook —Dijo la menor un tanto nerviosa, no sabía que eso sería notorio—

JungKook: te conozco desde antes de que nacieras, ______. Sé que algo no está bien —Respondió ante aquella afirmación de la contraria—

______: ¿Cómo lo sabes? —Cuestionó la menor, refiendose a cómo es que su hermano lo notó y sus madres no—

JungKook: Bueno, en realidad no es normal que de un día para otro le niegues los besos a Momo. Tú y ella eran muy empalagosas —Respondió el Alfa con cierta obviedad en su voz— ¿Todo está bien entre ustedes?

______: No... En realidad no... Terminamos hace un mes por culpa de alguien a quién no siquiera conozco... Por cierto ¿Tú conoces a una chica con nombre... Jihyo? —Cuestionó la Omega al recordar a aquella chica, pues nunca le preguntó al pelinegro sobre aquella chica—

JungKook: Mm... Jihyo... No, no la conozco ¿Por qué? ¿Ella hizo qué terminarán? —La Omega asintió un par de veces de manera lenta, así logrando que el lobo de JungKook se enfadara con aquella chica, de quien tenía una cierta idea de quien podía ser pues escuchó su nombre de una de sus amigas— ¿Qué fue lo que sucedió exactamente?

Después de contarle detalle a detalle al mayor, este le dijo a su pequeña hermana que todo estaría bien, que él lo arreglaría y después de eso, su día siguió normal.

El lunes, desgraciadamente, llegó para los estudiantes, pues tenían que volver a sus respectivos colegios. La Omega colocó su uniforme de camarera en un lugar donde ella la pudiera ver al instante, pues literalmente su trabajo comenzaba después de clases.

Las clases raramente pasaron rápido, nadie sintió el tiempo, por primera vez ese día no había sido un infierno.

Al finalizar las clases, la Omega se devolvió a su hogar, en donde la esperaba su nuevo uniforme. Si somos sinceros, ella no podía esperar por estar en su nuevo-primer trabajo. Estaba emocionada, demasiado.

Al llegar a aquella cafetería fue imposible no quedarse inmóvil ante aquel local enorme, pero salió de su shock al ser llamada por alguien que sería su nueva compañera de trabajo.

Al ya estar dentro, se presentó y escuchó lo que sus compañeros le decían, que todos, o en su mayoría, fueron consejos y mucho apoyo.

La Alfa de cabellos azulados se decidió a ir por un café americano, pues su tesis la tenían bastante estresada y no quería contagiar aquello con sus padres, además, pronto entraba a su celo y su lobo estaba muy alterado, pues no tenía a su Omega cerca.

Al entrar al establecimiento, pudo ver una cabellera castaña al fondo, cabellera qué conocía a la perfección, pues aquel aroma a cookies and cream no engañaban. Era su Omega. La Alfa la quedó viendo, rogando por que ella fuera la qué la atendiese.

Y afortunadamente para la Alfa, fue ella a quién le tocó atenderle, por tanto, su lobo estaba feliz al sentir más de cerca aquel aroma qué le fascinaba.

______: ¿Qué haces aquí? —Dijo sin rodeos una Omega un tanto sonrojada, no pensaba verla en su primer día—

Momo: ¿Caso no puedo venir a tomar un café sola? —Respondió la Alfa con otra pregunta, consiguiendo una mueca de disgusto por parte de la menor—

______: ¿Qué es lo que quieres? —Dijo la Omega dispuesta a tomar la orden de la mayor—

Momo: Un americano y un beso —Contestó la Alfa con una cara y una voz tierna—

______: Jódete, Min —Y con esto, la Omega se fue a entregar la orden a los que preparaban el café para los clientes—

La Alfa se dio cuenta de que su Omega había olvidado su bolígrafo. Este era un bolígrafo blanco con huellas de gatos y una cabecita de gatito colgando de la parte superior del objeto, un bolígrafo muy tierno. Estaba por entregarlo cuando se dio cuenta de algo que podía hacer con él y una servilleta.

Al ver que la Alfa se iba, después de haber terminado si café, la Omega suspiró aliviada y fue a su mesa para poder limpiar y recoger el pago de Momo, pero vio una servilleta con un mensaje sobre aqul billete de 10000 wons. Aquel mensaje era:

"Te extraño. Atte: Momo ♥"

Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이•  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora