Cookies and Cream |•Hirai Momo;모모 히라이• ✔️

Capítulo 53.-

La Omega quiso llorar en ese instante, estaba completamente consciente que si le decía a su Alfa que ella era su Omega, la peliazul sólo se alejaría de ella, y era lo que menos quería.

A favor de la Omega, el doctor que atendía a Momo entró a la habitación en donde la pareja-ex pareja estaba.

—Buenos días, Momo— Saludó el Beta —Señorita, Jeon— Concluyó su Saludo el doctor.

—Buenos días— Saludó la última mencionada.

La mayor no contestó, sabía que el doctor solo venía a recomendarle algo del menú de aquel hospital, que al final de todo, toda la comida de ahí era bastante mala. Pero grande fue su sorpresa al ver que el doctor no se dirigió a ella, si no a la chica bonita.

Su lobo se molestó bastante... ¿Por qué el doctor le hablaría a la chica y no a ella? En la mente de Momo, esto no tenía sentido, por esta razón, un sentimiento nada agradable apareció en su pecho, justo después de ver como el doctor le sobaba la espalda a la Omega y la misma no se inmutaba.

—Pff— Resopló la Alfa mientras acomodaba sus azulado cabellos.

Un flash en ese instante apareció

Estaban en lo que parecía ser una heladería, una chica con cabellos rubios estaba sonriéndole a alguien, no podía verle la cara, pero sentía raro, era el mismo sentimiento de molestia.

—Tenía una sonrisa muy tierna— Habló una voz algo distorsionada.

Momo sacudió su cabeza de un lado a otro, ese sentimiento era raro, nunca lo había sentido.

Su cabello cada vez se veía más largo, y eso apenas lo había notado, en su mente, lo tenía aún más largo y de color negro; sus pensamientos se vieron interrumpidos por otro flash, está vez era mucho más claro que los otros...

La Alfa se encontraba sentada en su cama, no tenía más que hacer que hablar con Jennie, y ella había salido con una chica a la que estaba conociendo. Aún era temprano, por eso, Momo se levantó y por una u otra razón se miró al espejo.

Su cabello azabache ahora estaba totalmente opaco, casi llegándole a negro, sus cabellos habían sido quemados por el acondicionador no confiable que le había comprado su padre Omega.

Momo decidió cometer una locura total, cortó su largo cabello opaco y se metió a la ducha, pensando que así su cabello volvería a su tono original.

Tuvieron que pasar unas semanas para que eso pasara.

—¿Cómo es que...?— La peliazul no pudo terminar la pregunta que se estaba haciendo, pues el doctor llego junto a ella.

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—¡¿Por qué haces esto?! ¡¿Qué fue lo que te hice?! —

—Siempre haz tenido todo lo que querías, quería demostrarte que a ella no... —

—¿Qué es lo que ganas con esto, ***?—

—Tú humillación, ***...

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