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Pasaron seis años desde que los Kim se mudaron al vecindario, más bien a la ciudad. Al principio solo llegaron con su pequeño caniche, sin casi nada de equipaje, con un auto muy antiguo y un aura bastante inusual. Ahora ya se habían adaptado al ambiente, tenían un jardín más cuidado, pero sin dejar de ser aterrador a primera vista, la casa continuaba igual de tétrica solo que ya no se veía tan abandonada. La reja de entrada no había cambiado en lo absoluto porque seguía aplastando a las personas, pero fuera de eso podrías entrar sin que te diera un infarto.

Hablando más a profundidad de los inquilinos, no fueron muy bien recibidos por los vecinos y a pesar de que los tenían a casi un kilómetro de distancia, seguían teniéndole miedo a la pequeña familia. El primer año fue medianamente tranquilo, exceptuando por los gritos de los carteros que eran aplastados por el portón y los gemidos de SeokJin cuando su esposo... Bueno, intentaba hacerle algunos hijos por todos los métodos posibles. Para sorpresa de toda la ciudad, nueve meses después de tantas noches de pasión descontrolada, nació el primogénito de la familia: Kim JungKook.

No me malinterpreten, aquí no existen los donceles y tampoco SeokJin tenía un vientre de embarazo durante todo ese tiempo, pero sí llegaba a presentar los síntomas comunes. ¿Entonces como nació JungKook? Algunas malas lenguas dicen que secuestraron a un bebé, otros que rentaron un vientre, los más calmados suponían que fue de probeta, pero Jin afirmaba que ese era un hijo suyo, de su propia genética junto con la de Nam y que técnicamente él supervisó su crecimiento en su propio útero. Obviamente nadie le iba a creer eso, así que la segunda respuesta que les daré es: porque un hechicero lo hizo.

Todo esto pasó en el primer año, al tercero llegó Kim SunHee a la familia, la hermana menor de JungKook, que técnicamente nació de la misma manera que él. La familia iba creciendo poco a poco entre la paz de su aislamiento social, incluso la madre de SeokJin apareció cuatro meses después del nacimiento de la pequeña. Casi toda la familia Kim estaba reunida, exceptuando a los padres de Nam, ya que ellos si fueron alcanzados por la turba.

Las cosas no podían estar mejor que nunca, al menos eso creían hasta que apenas el año anterior comenzaron a expandir el vecindario por el lugar, poniendo muchos condominios cercanos a su perímetro, incluso tenían una casa vecina frente a ellos y la verdad no les molestaba, si no fueran tan prejuiciosos. A Jin no le importaba lo que dijeran sobre su matrimonio o incluso vida sexual con NamJoon, pero le era irritante que rechazaran a sus hijos por ser de ellos. Afortunadamente ellos aprendieron a defenderse, era parte de los Kim ser fuertes ante los insultos de los demás, pero eso no quitaba lo agotador.

—Hoy viene JiMin con su esclavo, ¿verdad? —preguntó Nam a SeokJin mientras bebía un poco de su café helado.

—Yo no le llamaría su esclavo, más bien JiMin parece el esclavo de TaeMin —comentó Jin mientras podaba algunos bonsáis de su invernadero.

—Tienes razón, a veces quisiera que se hubiera casado con YoonGi, así al menos podría ver a mi hermano ocasionalmente.

Otra de las inquietudes de NamJoon era no saber donde se encontraba su hermano, sentía cierta culpa por no pedirles a YoonGi y JiMin que se subieran con ellos a su auto. Después del casi linchamiento, YoonGi tuvo que dejar al menor en el pueblo más cercano, enfrentándose a la turba para que no lastimaran al amigo de Jin, desde ese día nadie sabe algo de él y mucho menos sabían si estaba vivo o muerto, pero Nam sabía que un Kim no puede morir fácilmente. Incluso él mismo había intentado matar a Yoon con explosivos, en lugar de volarlo le originó un fetiche extraño con estos, así que no podía creer que un turba pudiera con tremendo hombre de acero.

The Kim family [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora