The Kim family [NamJin]

O9

NamJoon caminaba tranquilamente por los pasillos de su hogar, con Holly siguiendo sus pasos y jugueteando de vez en cuando con alguna araña que se cruce en su camino. Eran las seis de la mañana y podía escucharse los gritos de YoonGi desde su habitación, seguramente se encontró un murciélago en su armario. De verdad que extrañaba que todo estuviera en su lugar, como debía de ser desde hace mucho tiempo. Solo había pasado una noche desde que su hermano estaba en la casa, pero desde que escuchó como no paraba de gritar toda la noche, supo que estaba devuelta. El pálido nunca podía conciliar el sueño desde que tenía memoria, así que era normal verlo dormitando durante el día.

Pasó casualmente frente a la habitación de su hermano mayor, tocó un poco y esperó a que abriera, con una enorme sonrisa que marcaba sus hoyuelos. No tuvo de esperar mucho para poder ver a YoonGi al otro lado, con los ojos hinchados de no poder dormir bien, su cara de mal humor y el cabello desordenado. Sí alguien se lo preguntaba, estaba completamente seguro de que ese era su hermano, la genética del amante de su madre se lo decía, al menos aún podía recordar como se veía en las fotos, antes de que su padre lo matara, claro está.

—¿Dormiste bien? —preguntó casualmente.

—Como un bebé —respondió con sarcasmo y en un tono irritado.

—¿En serio? —eso lo tomó completamente desprevenido—. Me alegra entonces.

Un silencio incómodo se formó en el lugar, solo podía escucharse algunos sonidos de Holly que hacía ocasionalmente al querer que YoonGi le cargara, el cual no se negó a sostenerlo. Ya estando frente a frente, podía notarse al pequeño caniche emocionado por encontrar un nuevo amigo y amo, sentía una conexión que los hacía inseparables, podía sentirlo en su barriga. Se dejaría acariciar la pancita por ese chico pálido, eso sin dudas y no lo malentiendan, amaba a toda la familia Kim, pero todo cachorrito tenía a sus preferidos.

—Que elitista eres —se quejó Nam y suspiró al escuchar un pequeño chillido por parte del canino—. Cuídalo por mí, por favor.

YoonGi simplemente asintió ante la petición del contrario, sosteniendo mejor al perrito entre sus brazos y lo vio continuar su camino por el pasillo. En la mente de Yoon había un sin fin de dudas, como el porqué podían hablarse con tanta normalidad a pesar de solo conocerse hace unas ocho horas. Sinceramente no se sentía en su hogar, le gustaban las cosa góticas, pero esto sobrepasaba sus límites, más cuando vio a SeokJin intentar llamar a los muertos en plena madrugada cuando iba por un vaso de agua. También existía otro problema, los animales salvajes que tenía encerrados en una de las habitaciones, esas cosas no lo dejaron dormir anoche.

—¿A dónde vas?

—Voy a llevarle el desayuno a mi Jinnie. Puedes adelantarte para tomar el desayuno con los niños, ellos tienen que ir al colegio en media hora —respondió Nam con una sonrisa, continuando con su camino.