¡LEER Y CORREGIR!

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Me dolía la cabeza, la anoche anterior había bebido demasiado. Necesitaba urgente una de esas sopas levanta muertos. Por este tipo de cosas odiaba tomar, al día siguiente me sentía pésimo. 

Cuando bajé, mi mamá estaba arreglando  la mesa para comer. 

— Hasta que por fin te levantaste.— Dijo mi mamá. Colocó un plato lleno de sopa en frente mío

— Gracias, mamá.— Tome una cuchara y comencé a comer. 

— Tenemos que hablar, Emma.— Dicho esto, se sentó a mi lado.— Me alegro que hayas salido anoche con tus amigos y te diviertas, me gusta cuando estas bien. — Asentí mientras seguía escuchando y comiendo.— Esta mañana vino Christopher, estaba enojado contigo que porque no le respondiste y le mentiste. 

Paré de comer y la miré: — ¿Vino esta mañana?.— Mi mamá asintió.— ¿Qué te dijo?

— Bueno, primero que todo, me regañó porque te dejé salir estando tu enferma.— Frunció el ceño.— Algo que no me gustó. Así que le resulte diciendo que yo era tu mamá pero que aun así, tu ya estabas muy grande como para que te controle y para decirte que esta bien y que no.— Así es ella, si no le gustaba algo iba y lo decía sin miedo.

— A él no le agradó de que le dijera esas cosas. Luego quiso entrar a tu habitación, se lo impedí diciéndole que estabas durmiendo y que respetara eso.— Te amo mucho, mamá. Eres la mejor.— Eso insistió tanto que me hizo enojar y lo saque de la casa diciéndole que él no era nadie como para que viniera a mi casa a hacerme escandalo, a reclamarme y sobre todo a exigirme cosas.— Esta mujer puede ser bajita pero enojada, puede causar mucho miedo.— Eso fue todo, no sé como tienes un novio así, no me voy a meter ahí. Solo te diré ten mucho cuidado. 

Siempre he sido hija única, mi mamá  trabaja como contadora, pero cuando quiere lo hace desde la casa, por eso es posible encontrarla en la casa a menudo, mi papá es dueño de camiones, lo cuales transportan comida. Aunque a él le gusta también manejarlos e ir por todo el país llevando aquellos alimentos, por tal motivo encontrarlo en la casa es un poco difícil. 

— Por cierto, ¿Cómo así que estas enferma?.— Tocó mi frente con su mano en busca de algún signo de fiebre

Reí:— No estoy enferma, mamá. No quiero ver a Chris hasta mañana en la noche, así que le inventé que estaba enferma.— Tomé otro sorbo de sopa 

— Pues me parece bien que quieran pasar tiempo todos los días,  pero a veces deben tener su espacio. Aunque lo que si no me parece es que para hacerlo debas mentirle.

 — Le dije eso y ya estaba aquí molestando.—Rodee los ojos.— Imagínate donde le diga que quiero descansar de él. Viene y me hace el show del año. 

— No sé, allá tu.— Se levantó de la silla para irse a la cocina.

Terminé de comer y fui hacia mi habitación para seguir durmiendo, quería encender el celular pero ya sabia que iba a encontrar, llamadas perdidas y mensajes de Christopher. Así que mejor lo iba hacer mañana cuando estuviera bien y con ánimos de aguantarme reclamos. 

***

— Emma, levántate. Ya es tarde.— Dijo mi mamá desde la puerta de la habitación. 

— 5 minutos más.—  Dicho esto tape mi cara con la almohada

— No señora, estuviste de fiesta el sábado, y hoy ya es lunes. Te recuperaste ayer.—  Quito mi almohada de la cabeza.—  Gruñí y me levanté. Era mi primer día de trabajo, me sentía emocionada pero aun me sentía un poco mal, estaba pensando que o me excedí bebiendo o el alcohol estaba adulterado. 

Ya estaba lista, haberme bañado hizo que despertara un poco pero el malestar seguía ahí. Tome mis cosas y fui a la cocina en busca de una aspirina, cogí un vaso de agua e ingerí la aspirina, esperaba que con eso me sintiera un poco mejor. 

Cuando llegue al trabajo no me sentía tan perdida, ya que mis practicas fueron en la misma editorial pero mi acceso a ciertas áreas eran limitadas, y ya conocía a algunas personas, aunque en mi actual y oficial puesto no conozco a nadie ya que no durante mis practicas no alcance a llegar a esta área. 

— Señores y señoras. Les presento a la  Señorita Emma Schmidt, ella será su nueva compañera de trabajo, estuvo aquí unos meses como practicante pero no alcanzo a llegar a esta área, así que  por favor sean amables y ayúdenla con cualquier inquietud.— Dicho esto, todos saludaron al unísono y sonrieron.— Emma, te dejo en las manos de ellos, aquí  siempre trabajamos en equipo y se que te ayudaran a adaptarte. 

Asentí:— Muchas gracias a todos. 

— Hola Emm, soy Taylor. Llevo 5 años trabajando para esta compañía. Espero te adaptes y te guste como a mi.— Era una mujer muy bonita, y amable. Aunque sea un poco mayor que yo, me daba la impresión de que nos íbamos a llevar muy bien.— Somos un grupo pequeño pero unido.  Aquí llega todo tipo de escrito para que lo examinemos minuciosamente por eso como veras somos solo 6 personas, los cuales nos dividimos en parejas. Tu estarás con Erick, como tu, él es nuevo por eso les estamos dejando esta labor de corrección. De la redacción nos encargamos Tania y yo y como ultimo, quienes leerán todo y no permitirán que ningún error se nos escapen serán James y Louis, ellos serán el ultimo filtro de esta área. Ya lo que es portada, edición y demás serán encargados por el resto de personas en la empresa.

— Es algo muy interesante. En las practicas pasé por el área de portadas y me gusto lo creativo que pueden llegar a ser.

— Es cierto, aunque es complicado porque depende de eso y de la sinopsis atraes al publico.— Dijo Erick. Asentí estando de acuerdo.  Me senté en el cubículo que estaba a lado de él.

— Dejo de hablar y te dejo en manos de Erick, ayúdalo por favor y cualquier duda, aquí estamos todos para responderte .— Dicho esto, Taylor se fue a su cubículo y yo me quede ahí esperando que Erick me dijera en que podía ayudarlo

—Emma, necesito que me ayudes a buscar algún error en estos manuscritos.— Me paso 3 grandes "libros".— Estoy un poco atrasado, hacías falta. 

Sonreí: — Entonces comenzaré a leer y corregir.

El día se pasó rápido, a la hora del almuerzo salí a comer con Erick y me contó sobre su vida. Su vida era normal, estaba soltero y estaba escribiendo algo sobre como superar la muerte de un ser querido. Me dijo que tuvo una perdida pero que estaba en el proceso de superar y así mismo poder hablar de eso, entendí y no quise preguntar más. Yo le conté sobre mi vida y cuando llegue si estaba en una relación dije que no, no me sentía culpable de haber negado a Chris pero tampoco fue lo correcto.

Cuando el turno acabó, ya había leído y corregido los manuscritos que Erick me había pasado, y ya estaba en la mitad de uno nuevo. Dejé indicado donde había quedado, cogí mis cosas y salí de la editorial. Cuando iba a tomar el bus, se me hizo extraño que mi celular no haya sonado ni una sola vez. Así que saque mi celular del bolso  y recordé que desde ayer estaba apagado. Lo encendí y comenzó a sonar. 

Tenia 50 llamadas perdidas, 10 mensajes entre hoy y ayer de Christopher, también tenía llamadas y mensajes de Jennifer y Steve, y 5 mensajes que no esperaba. Pero todos los iba a ver y responder cuando llegara a casa. 

¿Y SI PRIMERO ESTOY YO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora