• 3 •

559 82 63
                                    

—¿Sabes Clari? Me gustaría que ya pudieras caminar, para que jugaras conmigo— le dijo el pequeño rubio a su hermanita, quien estaba acostada en su cuna tomando leche de su biberón— Porque dice mami que tú aún no puedes salir allá afuera a jugar. Pero...—se levantó de su asiento junto a dónde estaba Clare— ¡Podemos jugar aquí! ¡Si! ¿Qué dices, Clari?— dijo emocionado haciendo a la pequeña soltar una risita.— Bueno, lo tomaré como un sí. Pero tienes que terminar eso— agregó observando que el biberón tenía aún menos de la mitad de su contenido.

Espero un rato más en lo que la bebé terminaba. Y en lo que esperaba hablaba con ella, y la hacía reír de vez en cuando, haciendo muecas o voces chistosas.

Pronto la niña terminó su leche, y el pequeño rubio saltó de su asiento.

—¡Bien, Clari!— festejó Roger acercándose más a la cuna de la bebé.

En eso su madre entró a la habitación.

—¿Ya terminó?— preguntó a Roger acercándose.

—Sipi— respondió este

—Muy bien— dijo y sacó a la bebé de su cuna para que repitiera.

—Espera Clare, traeré mis juguetes— anunció y salió corriendo de la habitación de su hermana a la suya, ahí tomó unos cuantos carritos, y luego volvió a la habitación, y dejó los juguetes sobre la alfombra de la habitación de Clare; todo ante la atenta mirada de su madre, quién lo observaba con una sonrisa.

—¿Qué haces, mi amor?— le preguntó

—Clare y yo vamos a jugar, ¿Verdad, hermanita? — le preguntó a la pequeña rubia y está solo rió.

—Oh, claro

—Sip, ¿Mami puedes dejarla aquí? — pidió Roger a su mamá.

—Mmm, bueno, pero cuidala, no dejes que se meta nada a la boca porque puede ahogarse, ¿De acuerdo? Y tú tampoco— dijo mientras dejaba sentada a la bebé en la alfombra de colores junto al rubio, ella agarró uno de los carritos. Por otro lado Roger asintió ante la petición de su mamá.

—Yo la cuido

—Muy bien— les dió una última mirada cargada de ternura, y luego salió de la habitación.

Ambos niños se quedaron jugando, o bueno Roger intentaba llamar la atención de la pequeña ya que esta se había entretenido con un peluche en forma de carro que era de su hermano.

(...)

Al poco rato la bebé se quedó dormida, por lo que su mamá tuvo que meterla en su cuna nuevamente, y seguido de esto pidió a Roger que se retirará del lugar para que su hermana pudiera dormir tranquila, a lo cual el pequeño accedió.

Este volvió a su habitación, siguió jugando por un rato hasta que se aburrió, y decidió bajar al patio, y ahí jugar con su pelota roja que hace un mes le había obsequiado su papá.

Empezó a desplazarse por todo el patio, que si bien no era tan grande, pues tenía por lo menos el espacio suficiente para jugar.

Fingía que jugaba Fútbol, mientras él mismo narraba su "partido":

—¡Y Roger se la pasa a Roger!— exclamó— ¡Y Roger a Roger!, y la patea... Y... ¡¡¡Gol!!!—gritó emocionado mientras agitaba sus brazos en señal de victoria y celebraba como lo jugadores reales.

Derrepente un llanto se escuchó de la habitación de su hermana, seguido de un grito a modo de regaño dirigido a él desde el mismo lugar, solo que este proferido por su madre, lo hizo espantarse y hacer en su carita una pequeña mueca por la pena de haber despertado a su hermana.

En eso escuchó una carcajada del lado de la puerta que conectaba al patio de la casa con la sala. La persona que había soltado dicha acción fue acercándose a él.

—¿Despertaste a Clare?— preguntó Michael aún riendo.

—Si y mi mamá me regañó— respondió cabizbajo.

—Déjala ya se le pasará— le dijo para tranquilizarlo mientras revolvía el rubio cabello del menor.— No creo que pase de unos cuantos gritos, tal vez una que otra nalgada, y de castigo tener que cambiar los pañales de Clare por un mes, pero de ahí en fuera, no creo que se haya enojado tanto tu mamá— bromeó mientras reía, pero Roger si se había tomado todo esto en serio por lo que se pudo ver cómo su rostro se descomponía y empezaba a llorar.

—¡No! No quiero que me pegue. ¡Fue un accidente!, dile papi—le pidió mientras lo abrazaba, el mencionado dejó de reír al instante ya que sintió feo al oír el llanto de su hijo.

—Pero no te va a hacer nada Roggie, solo bromeaba— trató de tranquilizarlo mientras limpiaba las lágrimas de las mejillas de su pequeño, y se ponía en cunclillas para quedar a su altura.— Y te aseguro que no está enojada solo se molestó un poquito, pero ya debe de estar bien, tú no te preocupes, ¿De acuerdo?,  Además tú bien sabes que ella nunca te pegaría al igual que yo ¿O no? — le preguntó y el menor asintió aún gimoteando. — ¿Ya ves? Así que ya no llores Roggie, porque los angelitos no lloran— dijo y le dió un beso en la frente.

Roger asintió nuevamente mientras él mismo con sus manitas limpiaba los residuos de lágrimas que habían quedado en sus mejillas.

—¿Ya estás mejor?— le preguntó y el pequeño asintió— de acuerdo, ¿Qué te parece si jugamos?— Le propusó

—B-bueno— contestó mientras tallaba su ojito con su mano.

Y volvieron a tomar la pelota para jugar con ella de nuevo.

Su mamá bajó de la habitación de la pequeña Clare, después de lograr que volviera a dormir, y al escuchar las risas que provenían del patio, decidió quedarse un momento a observar esa tierna escena que le regalaban, que hijo y padre compartieran un momento de diversión, era en demasía lindo, por lo que se rápidamente fue a buscar la cámara, y así poder inmortalizar dicho momento con una foto, y luego de eso comenzó a grabarlo.

—¡Oh no! ¡Roggie va a ganar!— exclamó mientras corría a lado del mencionado, y este reía.

—¡Si! ¡Gané!— celebró después de que ganará la "carrera" que había hecho con su papá.

—Yo digo que que hiciste trampa— dijo mientras jadeaba y trataba de recuperarse, ya que aunque no corrió mucho, de igual forma estaba cansado.

—No, es que soy el Rayo McQueen

Su papá rió— Está bien Rayo, ganaste está vez. Pero ya verás a la próxima— dijo y se oyó una carcajada desde dentro de la casa, la cual llamó la atención de ambos, para segundos después ver de quién se trataba

— ¡Uy! No Michael, no creo que puedas ganarle— mencionó mientras seguía riendo.

—¡No me subestimes, Wini!—bromeó— en fin, jugamos mañana, papá está cansado y si no descansa puede que le dé un infarto— dijo está vez a Roger mientras caminaba adentro de la casa.

—P-pero, yo quería seguir jugando—corrió detrás de él

—Roggie, ya mañana juegan, papá está cansado— dijo su mamá quién también los seguía

—Pero

—Mañana, Rog. Mañana vamos al parque ¿Te parece?— preguntó a la vez que se sentaba en el sofá de la sala una vez dentro.

—¡Si!

Young love [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora