🐻8🐻

7.2K 683 88
                                    


Su mirada estaba fija en la pared, el sonido de a lluvia chocar con la ventana. El frío de la habitación lo hacía temblar, apesar de a calefacción, No se sentía cálido.

Su vista se desvío a su teléfono. . .

03:20 am

Bufo para luego dejarlo en la mesita, restregó su rostro con sus manos. El sueño se había ido y su cuerpo se sentía extrañamente en alerta, no podía, aún que intentará, volver a dormir.

Aún estaba adolorido, a obligación del mayor tuvo que quedarse en su casa. Si hacer misiones ni hacer guardia hasta que su cuerpo sane correctamente.

Muy a mala gana aceptó, además los chicos preocupados por la salud del omega. Apoyaron al alfa de ojos amatista, aún que claro, Vegetta omitió la verdadera parte de lo que inicialmente sucedió con el chico albino.

Su cuerpo tembló por la baja temperatura, se abrazo así mismo buscando calor, coringa se encontraba a su lado. Su cabeza estaba apoyada en la pierna del Omega, dejando salir pequeños sollozos preocupado por su amo.

–Lo sé, lo sé. Estoy bien– su mano acaricio el suave pelaje del animal. Se recostó y dejo que coringa se acercará.

Rubén abrazo el cuerpo del animal y recibió unas lamidas en su mejilla.

–Estoy cansado– susurró mientas acariciaba el pelaje de su mascota, no sabía cuánto tiempo duro mirando las gotas en la ventana. Pero poco a poco el sueño fue arropando lo hasta caer nuevamente en un profundo sueño.

Esa madrugada era una de las tantas que había sufrido, noches en vela pensando en nada. . .

🐻✨🐻

–Ruben–

El Omega despertó exaltado y desorientado. Coringa estaba a los pies de la cama mirando lo.

–Oye ¿Estás bien?– la voz a su lado lo hizo girar encontrándose con la mirada amatista y el aroma a Naranja y eucalipto, lo hizo reaccionar.

–Yo. . .– su garganta estaba seca y adolorida, el alfa le extendió un vaso con agua, el cual tomo y bebió.

–¿Por qué estás aquí? ¿Cómo entraste?– dijo luego de unos segundos, mirando al moreno de pie junto a su cama.

–Luzu me pido venir, y entré con la copia de su llave– tomo el vaso vacío de las manos del menor para dejarlo en la mesita.

Rubén restregó su cara con sus manos, tenía sueño. Estás cansado; el azabache miraba al albino en silencio, analizando su aspecto y su rostro.

–¿No pudiste dormir anoche?– el albino asintió, sus ojeras eran notorias sobre la piel poco pálida del Omega.

–No tenías por qué venir, no dormí bien en la noche por la tormenta. Ya estoy mejor de mis heridas–

El albino intentaba que el alfa se fuera de su casa, quería estar solo.

–Por lo visto puedes moverte un poco más pero eso no me confirma que esté en mejor estado, te ves pálido y no muy bien descansado– las palabras del mayor decían la verdad. Rubius no se encontraba bien y el albino no quería aceptar ayuda.

–Estoy bien– repitió, el alfa apretó su mandíbula para luego suspirar.

–Llevas dos semanas sin querer ver a tus amigos, revise tu despensa y está llena desde la última vez que te dejaron comida y eso fue hace 4 días. No estás comiendo y pareces enfermó–

✨Híbrido✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora