OMD : VI

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MARATÓN 2/?

Las manzanas eran consideradas un fruto sagrado en el reino de los cielos, y digo eran porque dejaron de serlo cuando se cometió un pecado en nombre de dicha fruta, sin embargo, no es aquel que todos conocemos.

La historia se remonta aún más atrás de la creación del hombre, para ser más precisos, a cuando cierto querubín aún vivía en el cielo sirviendo a La Hija, quien sería la próxima en reinar.

Shuhua había estado teniendo sentimientos extraños, sentimientos que según lo que su madre le había enseñado, no eran correctos y menos si iban dirigidos hacia su ángel y amiga más cercana.

Cada vez que SooJin estaba cerca, sentía su corazón acelerarse, sus mejillas calentarse y una sensación de paz y armonía la llenaba por completo.

Su vida no era sencilla, pero cada vez que estaba con la azabache, todo era diferente. Su desastrosa y odiada realidad cambiaba a una pacífica y divertida gracias a SooJin. Su ángel sabía como hacerla sentir mejor, sabía cómo alegrarla y sobre todo sabía cómo hacerla sentir cómoda; SooJin era como su hogar, ese lugar que te hace sentir completa y a salvo del mundo.

Su madre estaba constantemente presionándola para ser "perfecta" o bueno, a su definición de perfección por que Shuhua no encontraba perfección en los constantes regaños, a llorar en secreto cada que tenia oportunidad y que SooJin la reconfortara.

Fue en uno de esos encuentros que todo sucedió.

Madre la había vuelto a regañar por un mínimo error y ella solo se limitó a bajar la cabeza para prometer que se esforzaría más en el futuro. En cuanto estuvo sola volvió a llorar y el ángel azabache llegó a reconfortarla como lo hacía siempre.

—Tranquila Shushu —Habló suavemente SooJin mientras acariciaba el sedoso cabello de su superior, quien se encontraba resguardándose en su pecho sin poder dejar de llorar.

La mencionada se separó lentamente de su ángel y esta pudo notar sus ojos hinchados por el llanto y su nariz roja.

Tierna.

—Vamos Shu, por favor deja de llorar —Insistió el querubín limpiando las lágrimas de sus mejillas —. Odio verte así.

Unos minutos más tarde, Shuhua había recobrado la postura, dejando atrás cualquier rastro del llanto.

—No debes dejar que esto te afecte tanto —Dijo el ángel en tono preocupado —. Madre no siempre tiene la razón.

Ambas rieron, aunque sabían que era incorrecto hablar así sobre la deidad.

—Sabes— Comenzó a decir la pelinegra y SooJin la miro —, últimamente no me ha afectado tanto como lo hacía antes —La azabache la miro incrédula —Sabes que es cierto —Ambas volvieron a reír —, aun así, no quiero volver con ella.

—¿Quieres venir conmigo? —El ángel ni siquiera lo pensó dos veces antes de invitar a su superior con tal de que ella estuviera bien.

—¿Se puede? —Pregunto emocionada Shuhua obteniendo como respuesta un asentimiento y una encantadora sonrisa por parte de SooJin.

OH MY GOD [수슈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora