OMG : III

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La tensión se podía cortar con un cuchillo. Cualquiera que pasara por ahí notaría la incómoda escena que se había armado entre las dos chicas sentadas ahí.

La azabache tenía sus ojos abiertos de sobremanera aún sin comprender que era lo que había sucedido hace ya casi 2 minutos. 2 largos e incómodos minutos en que amabas se habían mantenido en silencio. Por otro lado, la rubia aparentaba estar realmente tranquila y serena después de lo que había dicho. Sin embargo, solo estaba aparentando para mantener su imagen pero por dentro, estaba igual o incluso más nerviosa que la azabache.

SooJin posó su mirada en sus pies —que antes mantenía sobre la otra chica poniéndola aún más nerviosa si eso era posible— que parecían ser lo más interesante en ese momento y esbozó una pequeña sonrisa. Luego de unos segundos que parecieron eternos, alzó la mirada esta vez viendo hacia afuera donde la gente continuaba pasando aunque ya hubiera oscurecido.

La rubia suspiró resignada —Entiendo que esto sea difícil de creer para ti —Hablo por fin SooJin rompiendo el silencio —, pero quiero que sepas que no tengo ya nada que perder. No miento y espero me puedas creer —Regreso su vista a la otra chica que seguía sin comprender la situación—. Aunque se que será difícil te pido que lo pienses. No necesito que me digas nada ahora, ya he esperado durante miles de años. Así que te daré tiempo para pensarlo.

—Y-yo... —Comenzó a decir Shuhua, pero no podía ni hablar. Y aunque pudiera, no estaba segura de que era lo que podría decirle a la chica frente a ella.

—Tranquila, no te presiones. Te daré hasta pasado mañana para pensarlo y volvernos a encontrar aquí mismo. No tengo intenciones de volver al inframundo por lo menos hasta entonces. Quiero ver que tanto ha evolucionado tu creación. —La rubia soltó una pequeña risita —Y no te preocupes por mi. Prometo no causarte problemas mientras estoy aquí. —SooJin se levantó de su asiento y se colocó su abrigo negro bajo la atenta mirada de su acompañante —Comprenderé si no vienes. Si no lo haces me resignaré a vivir toda la eternidad en el infierno y no te volveré a molestar ni yo ni ninguno de mis seguidores. Con permiso.

La rubia salió de la cafetería y la azabache le dio una última mirada a través del vidrio de la cafetería cuando pasó a un lado de esta.

Shuhua estaba realmente confundida. Esa no era SooJin. La SooJin que conocía era una chica sarcástica y burlona con actitud arrogante que lograba incomodar a todos los que la conocían con sus toscos comentarios, aunque tenía esa aura terrorífica que lograba que todos además de odiarla le temieran. Se creía superior e intentaba tener control sobre todo y todos los que la rodeaban. Nada que ver con la tranquila y atenta chica con la que había estado sentada hace algunos minutos con la que tuvo una amena charla sin burlas ni malos comentarios. Pero sobre todo, se mostró sincera y comprensiva. Todo lo que le había dicho sonó realmente sincero, algo que la rubia nunca sería y menos si se trataba de hablar con Shuhua. Además de que parecía ser que por fin se daría por vencida y dejaría todo por la paz.

Y entonces... ¿Por qué estaba tan intranquila la azabache?

Pensó que lo mejor sería dejar de darle vueltas al asunto y volver a su reino a terminar sus pendientes. Tenía más cosas que hacer antes de preocuparse por ella.

Decida a no darle más importancia, se puso de pie y salió de la cafetería.

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OH MY GOD [수슈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora