OH MY GOD [수슈]

OMD : V

MARATÓN 1/?

Las grandes puertas de la mansión fueron abiertas dándole la bienvenida a la dueña del inframundo quien entró prácticamente corriendo, su mueca deformada en preocupación y nervios.

Corría por los amplios pasillos buscando a aquella persona que invadía sus pensamientos mientras maldecía internamente que su hogar fuera tan grande.

—¡Shuhua! —Grita preocupada al entrar al gran salón y cuando la vio levantarse de uno de los sofás, sintió el aire volver a su cuerpo permitiéndole respirar y el alivio la invadió.

La pelinegra corrió a SooJin quien la recibió con los brazos abiertos. Se fundieron en un cálido abrazo y ambas volvieron a sentirse completas.

Sintió que su mundo volvía a tener sentido luego de haber estado apunto de derrumbarse, lo único que le importaba era aquella angelical chica que se aferraba a su ser como si no hubiera mañana. Y tal vez para ellas no lo habría.

Cuando la rubia abandonó la cafetería sintió una gran opresión en su pecho, Dara supo que estaba con su hija y tenía miedo de lo que podría hacer la mujer, así que desapareció tan rápido como pudo de la agradable ciudad y volvió al inframundo. Tuvo suerte de que SoYeon estuviera cerca, de no ser por ella todo se habría complicado y tal vez Shuhua hubiera sido descubierta, y solo ella sabía de lo que su Madre era capaz.

—¿Estas bien? ¿Qué te dijo mi Madre? ¿Me vio?— La pelinegra se separó del abrazo y las preguntas comenzaron a llover abrumando a SooJin.

Se notaba que estaba preocupada y por eso mismo la interrogada decidió omitir el detalle de Dara descubriéndolas.

—Hey, tranquila —Volvió a abrazarla, esta vez con más delicadeza y comenzó a acariciar su sedoso cabello en busca de calmarla —. No hay nada de lo que debas preocuparte. Ella y yo solo... —Hizo una pausa tratando de buscar las palabras adecuadas —Charlamos —Dijo al fin.

Shuhua la miró dudosa —No te creo, tu no "charlas" —Enfatizó el verbo anteriormente utilizado por la contraria e hizo comillas con los dedos —. De seguro la amenazaste.

—¿Qué? ¿Yo? ¿amenazarla? Yo no hago eso— Dijo tratando de sonar sincera, pero ambas sabían que SooJin era de todo, menos sincera. Shuhua le dedicó una mirada reprobatoria —Bien, si lo hago, pero esta vez no lo hice.

—SooJin —Habló la mayor seria, aun desaprobando a la rubia con la mirada.

—En serio, no lo hice. Solo la puse en su lugar.

Shuhua suspiró, dándose por vencida. SooJin era imposible.

—Sabes que Ella no me agrada, pero no deberías tratarla de mala manera —La pelinegra se volvió a sentar en el cómodo sofá donde se encontraba antes de que la otra chica llegara.

La rubia la siguió, sentándose a un lado de Shuhua.

—En mi defensa —Trató de aclarar —, ella empezó, solo me defendí.

La chica de vestimenta blanca dejó escapar una risilla para luego suspirar resignada, SooJin si que era imposible.

—Bien —Volvió a reír leve contagiando al demonio —¿Tienes planes o algún compromiso para hoy? —Cambió de tema repentinamente cuando recordó algo.