「 𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁 𝗲𝘃𝗶𝗹 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 」
A pesar de que trataron de olvidar al otro
se les hizo imposible.
Y, gracias a las vueltas de la vida,
poco a poco ambos jóvenes
dejarían de ser simples desconocidos.
❥ 𝗦𝗶𝗻 𝗲𝗱𝗶𝘁𝗮𝗿
❥ �...
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La chica sollozaba sobre su pecho mientras él le acariciaba la espalda con una mano, mientras la otra le tendía pequeños pañuelos que la castaña no dudaba en tomar y llenar de lágrimas. Leon suspiró abatido viendo lo mucho que la de ojos grises sufría por la muerte de sus compañeros. Si, era muy triste lo que había pasado, pero ella no tenia porqué culparse de ello. Los únicos culpables son los que lo hicieron.
-Either no..-
-déjame llorar en paz, Leon- se separó ella, quitando el rastro que sus lágrimas habían dejado a lo largo de sus mejillas. Sorbió sus mocos, mientras el rubio la observaba con una pequeña sonrisa enternecida en los labios, ella se veía como una pequeña niña frágil.
Leon se dio cuenta de que, a pesar de lo fogosa y pervertida que podía llegar a ser, Either también era muy frágil. La culpa de algo que no hizo estaba arruinando su día, tal como le pasaba a él en cada misión. La entendía, el sentimiento era pesado.
-no creo que debas estar llorando por algo de lo que no eres culpable- dijo él por enésima vez. Lo que él no sabía era que ella tenía en claro aquello, sabia que no era su culpa y que era parte de las víctimas de aquella secta. Sin embargo no solo lograba por aquellos agentes, víctimas de esos monstruos, sino que lloraba porque su vida se había arruinado de un segundo para el otro.
Todo su futuro, su carrera como abogada, aquel departamento que tanto le había costado conseguir, y ahora no podía si quiera pasar sin que la policía la detuviera, todas sus cosas y recuerdos. Todo estaba acabado.
-ya lo sé...es solo que, lo perdí todo, Leon- soltó ella, con su voz rasposa. Las lágrimas ya no caían, en cambio la melancolía era la protagonista de sus sentimientos -todo por lo que he trabajado, está acabado-
-no digas eso...- se acercó nuevamente a ella, intentando calmarla con su toque, pero fue interrumpido.
-es la verdad- su tono duro sorprendió al agente Kennedy, había pasado de ser una cascada viviente a mostrarse como una Roca. Mujeres, pensó el rubio, como si aquello fuera la respuesta a las dudas que le creaban todas las del sexo opuesto con sus acciones -encerio crees que alguien querría contratar a una abogada acusada de generar un atentando contra el presidente?-
Leon se quedó callado por unos segundos, sin saber que hacer en situaciones como esta. Consolar? No era lo suyo definitivamente, pero estaba intentándolo por ella.
-eres inocente, Either- aseguró él, fijando sus ojos en la castaña.
-cómo estas tan seguro de eso?- preguntó ella, desafiandolo con la mirada.
-porque tu me dijiste que eras inocente y te creo- habló con suavidad, ablandando el semblante de la muchacha. Quizá estaba siendo estúpido y ella en realidad era la culpable de todo esto, pero creía en lo que ella le había dicho, había pasado una noche bajo su techo y todo fue bien, nada le indicaba que ella sea culpable -además, dijiste que no podías mentirme-
Ambos sonrieron luego de tanta tensión, dirigiéndose miradas que poseían un brillo especial, un brillo que ninguno de los dos había notado antes. Y con solo mirarse se sintieron esperanzados, de que quizá, algo bueno saliese de todo esto.
●●●
Algunos días pasaron hasta que las cosas en la comisaría estuvieron bien nuevamente. Se rindieron algunos dias de luto para los fallecidos en el asalto, aunque eso no quita que la investigación siguió, obteniendo grandes avances.
-al parecer Miranda, uno de los pasados amoríos del presidente, es un elemento principal en esta secta- dijo Either, observando con atención la laptop frente a ella, su laptop. Leon había conseguido ir al apartamento de la chica para buscarle sus cosas, con la excusa de que examinaria el lugar esperando encontrar huellas. Rogaba que los oficiales en el caso no notaran la falta de algunos elementos en el apartamento.
-quizá es una ex resentida que busca venganza y por eso quiere asesinarlo- asimiló el ojiazul, bebiendo de su taza de café, mientras observaba la pantalla también.
-seguro es eso pero, como probamos que ella está detrás de todo esto?- preguntó ella, frunciendo el ceño -quiero decir, todos creen que es un simple club más en New York, nadie pensaría que es una secta satánica porque ellos se empeñan en ocultarlo. Como lograremos atraparlos?-
-debemos atraparlos antes de que hagan otro disturbio por la ciudad- aseguró el agente, pero la chica no sabia que estaba excluida de aquel debemos. Leon quería mantenerla a salvo y es por eso que prefiere que esté alejada de todo esto.
-claro. Solo necesito que me enseñes a disparar y luego podemos ponernos en marcha- asintió ella, totalmente decidida. Kennedy giró a verla, con una mueca de confusión el rostro.
-podemos?- repitió, incrédulo. La mujer frunció el ceño mientras también giraba a verlo -Either tu no te meterás en esto, ya has ayudado suficiente dándonos su ubicación-
-disculpa?- ironizó ella -soy principal sospechosa de este caso, debo cooperar para probar mi inocencia-
-tu no te preocupes, de eso me encargo yo-
-no, Leon, no- negó ella, levantándose del asiento.
-si, Either, si- imitó él. Ella iba a continuar replicando pero unos toques en su puerta los alertó. Leon hizo una seña de silencio con su índice y se acercó a la puerta con pasos sigilosos. Agradecía estar descalza para que sus zapatos no hicieran eco en el suelo. Observó por el pequeño mirador en su puerta y luego se volvió a ella.
-quien es?- preguntó Either, entre susurros.
-es Nick, viene a buscar las copias de la investigación. Necesito que te escondas- pidió él, hablando con el mismo tono bajo que empleó ella. Either obedeció y se dirigió al cuarto, haciendo el mínimo ruido posible pero sin olvidar tomar su laptop antes.
Una vez dentro soltó el aire que no recordaba haber estado conteniendo y caminó hacia la cama, siguiendo con su investigación desde allí. Leon la había ayudado a hackear un par de cosas desde su laptop, lo que le facilitaba el llegar a las pruebas requeridas para poner a Miranda tras las rejas, junto a su séquito de enfermos mentales.
Oyó las voces de Leon y Nick del otro lado de la puerta, parecían estar discutiendo, pero de un momento a otro solo se escuchó el estruendo de la puerta y luego silencio absoluto. Either frunció el ceño ante esto, pero el sonido de una notificación en su teléfono desvió su atención.
"Tengo que atender unos asuntos con el presidente, no me tardo"
"No hagas ninguna locura mientras no esté, pequeña traviesa ;)"
Either sonrió hacia la pantalla como boba y tecleó una rápida respuesta hacia su nuevo compañero de techo. Nadie podía explicar cuán agradecida estaba de que Leon no la haya enviado a las autoridades y que además le haya dado refugio en su hogar. Comenzaban a pasarle ciertas cosas con el rubio, pequeños sentimientos que habían florecido en esos pocos días a su lado.
Le gustaba todo de él, no le veía defecto alguno, quizá que era muy burlón pero no iba a mentir, ¡aquello le encantaba!
Suspiró como boba, recordando sus dos momentos juntos como algo más que simples compañeros de casa. Como sus grandes manos envolvían su cintura, como sus pieles chocaban con cada movimiento, creando un ligero chasquido. Sus besos, sus caricias, su aroma, recordaba todo y todo le gustaba.
Desgraciadamente Either estaba demasiado emocionada recordando sus momentos con Leon como para oír al hombre que ingresó al apartamento a través de la ventana del comedor.