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Leon colocó las llaves en el picaporte con pereza

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Leon colocó las llaves en el picaporte con pereza. Estaba agotado, había llegado muy tarde a su apartamento gracias a una larga junta con el presidente y demás personajes de la política. Ahora solo quería regresar a su hogar y compartir un buen tinto con aquella chica que había despertado cosas nuevas en él.

Logró abrir la puerta y la empujó con su cuerpo, abriéndose paso al apartamento.

-ya llegué! Más vale que no hayas cometido una- se calló bruscamente al ver la gran mancha de sangre en medio del corredor. Sus ojos se abrieron atemorizados, y buscó el arma en su cintura, tomándola en caso de necesitarla.

Que había ocurrido? Se preguntaba. Había algunas cosas tiradas, la ventana rota y aquella gran mancha de sangre en el piso de madera. Algo muy malo había ocurrido, pero lo único que le importaba es que ella estuviese bien.

-Either?- la llamó, con clara desesperación en su voz.

-ella no está aqui- Leon giró bruscamente, encontrando a la agente sentada sobre su sofá, con una copa de vino entre sus delgadas manos. Su vestido rojo se cerraba perfectamente sobre sus curvas, cosa que a cualquier hombre haría babear, pero Kennedy tenía en la cabeza a otra mujer.

-donde está?- preguntó, en tono duro. Aquello le dolió a Ada, él jamás había usado ese tono con ella hasta ahora. Un profundo odio hacia la castaña la embargó, ella había llegado para arruinar todo es su vida.

-lejos, muy, muy lejos- canturreó. Leon apretó los puños con fuerza. Conocía a Ada y sabia lo que ella era capaz de hacer, solo esperaba que nada malo le haya pasado a Either.

-que has hecho?- recriminó, apretando con fuerza el arma en su mano. Ada observó aquel movimiento y notó lo blanco que se hallaban sus nudillos. Finalmente había comenzado a odiarme? Se preguntó la de rasgos asiáticos.

-que grosero eres, no he hecho nada malo- Leon mantuvo su mirada fulminante en ella, buscando alguna mentira en sus palabras -es más, la he salvado del tipo que se metió en tu apartamento e intentó matarla-

-que?- el odio en su mirada se disipó, siendo reemplazado por la preocupación hacia la chica que compartió techo con él los últimos días. Que tanto pudo haber pasado durante su ausencia? Fueron cinco largas horas para Leon donde en cada momento se preguntaba que podría estar ocurriendo en su apartamento, deseando poder estar allí para proteger a la castaña. Sin embargo estaba en medio de una reunión, mientras Either peleaba por su vida, según Ada.

-lo que oíste- se levantó del sofá, caminando con delicadeza hacia él -si no fuese por mi, ella ya sería un cadáver más en la morgue-

-no digas eso- pidió él, como si imaginar a Either sin vida le sacara todas sus fuerzas. Ada tragó saliva al ver el comportamiento tan vulnerable que Leon había tomado con solo unos días junto a aquella chica. Que le has hecho, chiquilla? Se preguntó.

-Dios, Leon, te ves ridículo poniéndote así por ella, aún más luego de que decidió irse y dejarte aquí solo con todos esos sectarios locos detrás de ti- la mujer rodó los ojos y dió unos pasos hacia él.

Leon quedó confundido en su lugar, observando hacia el suelo. Either no se veía con el humor para irse sola la última vez que la vio, pero según Ada había sido víctima de un brutal ataque, y eso quizá cambió algo en sus pensamientos.

-donde se fue?- levantó la mirada para preguntarle aquello. Necesitaba verla, necesitaba escuchar desde sus labios lo que había ocurrido, por alguna razón Ada ya no le daba ningún tipo de confianza, quizá porque lo manipuló y usó por mucho tiempo.

-eso importa?- se acercó hasta quedar a pocos centímetros de él -ella se ha ido, Leon, no giro a ver atrás por ti. Además, no me digas que no estás feliz de tenerme aquí- Ada levantó una de sus manos y quiso acariciar su mejilla pero la mano de Leon se envolvió en su muñeca, detendiendo su movimiento en un toque seco.

-ya me olvidé de ti, Ada- oír aquellas palabras le dolieron a la asiatica más de lo que creía que iban a dolerle. Ella misma había escrito su final con Keneddy, en el momento que decidió dejarlo por enésima vez.

-eso no es cierto- ocultó su dolor bajo una sonrisa socarrona, mientras se soltaba de su agarre con  algo de brusquedad -que te ha hecho ella, eh? Acaso es tan buena en la cama que te tiene como imbecil-

-no la trates como si solo fuera un objeto sexual. Yo no la trataré como tu me trataste a mí!- exclamó, comenzando a enfurecerse por la manera en la que la agente se dirigía hacia la mujer de lindos ojos grises.

Ada abrió sus ojos, mientras chasqueaba su lengua. Ya había comprendido porqué tanto rencor repentino.

-asi que es eso...- murmuró la que alguna vez trabajó para Wesker -entonces, estas diciéndome que solo la usas para que ella se haga sentir el cariño que nunca supe darte?-

Leon negó frenéticamente con la cabeza, en total desacuerdo con las palabras de la de vestido rojo.

-nunca dije eso!- ya comenzaba a sentirse nuevamente atrapado gracias a las dudas que Ada creaba en él. Ya no sentía nada por ella, eso era seguro, pero, sentía cosas por Either? Nunca se había puesto a pensarlo con profundidad pero no iba a negar que aquella castaña tenia algo que lo enloquecía completamente.

-oh claro que no lo hiciste, pero quisiste- asintió ella, en acuerdo con sus propias palabras -tu nunca me superaste Leon, solo te convenciste de eso porque tenías una nueva compañía para cada noche y ya no te sentías tan solo sin mi-

-no es así-

-si, si lo es- sonrió Ada aun más ancho cuando notó como el hombre comenzaba a enloquecer, preso de la incógnita en su mente -tu nunca vas a mirarla como me miras a mí, Leon- Ada lo observó fijamente a los ojos, intentando transmitir por su mirada aquellos sentimientos que nunca diría en voz alta. Quería a aquel rubio para ella, costase lo que costase.

-te equivocas, Ada- la sorprendió él, hablando con un tono sin temor o duda alguna. Leon se había dado cuenta de todo lo que sentía gracias a aquel encuentro indeseado, y ahora no quería hacer más que gritarlo y festejar de que porfin comenzaba a ser el mismo joven que era antes de la tragedia de Raccoon City -yo la quiero-

❝𝗨𝗡𝗞𝗡𝗢𝗪𝗡❞  LEON S. KENNEDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora