私たちはあなたを愛してます Yuuta Okkotsu

∆||•𝕊𝕚𝕥𝕦𝕒𝕔𝕚ó𝕟 𝕪 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥•||∆

☆ ¿Y si haces uno sobre cómo se pondría Yuuta si termináramos heridas junto a Inumaki tras el incidente de Shibuya? ¿Y si antes de eso nos habíamos confesado y dijo que al volver daría la respuesta para pensarlo ya que él no pensaba que alguien podría estar enamorado de el? ¿Cómo se pondría o que haría?

Pedido por: Hachibird666 espero que te guste ♥

☆ Si esto llegara a pasar, lo mas probable es que sienta impotencia y culpa por no estar ahí para protegerte

☆ El sabe perfectamente que no es culpa de Itadori, pero le guardaría un gran rencor a quien habita dentro de él

☆ Le afectaría mas el que tu hayas resultado lastimada que con Inumaki, sobre todo porque prometió darte una respuesta hacia tus sentimientos 

☆ Haría todo lo posible por que los altos mandos lo dejaran verte

—¡Yuuta!. —una muy conocida voz lo llamo haciendo que volteara rápidamente mientras tu te acercabas a él, el nombrado volteó sobre su eje para verte frente a él, una sonrisa acompañada con un ligero sonrojo en tu rostro, contagiando al chico quien igualmente esbozó una pequeña sonrisa.

—Pensé que no vendrías. —dijo el pelinegro mientras te abrazaba.

—No dejaría que te fueras sin despedirme —el chico soltó una pequeña risa al escucharte, sobre todo porque sabía que era verdad—. Además, tengo algo importante que decirte antes de que te vayas. —anunciaste una vez ambos se separaron.

Yuuta te vio con una mirada curiosa y expectante, dándote a entender que toda su atención estaba centrada en ti, el tenue color rojo que se posaba en tus mejillas ganó un poco más de intensidad, pues tu próxima acción fue inclinarte hacía el frente y dejar un pequeño beso en la mejillas del pelinegro; los fanales turquesas del chico brillaron a la par que sus ojos se abrían con sorpresa por tu repentina acción, dirigiendo su mano hacía la zona donde tus suaves labios dejaron un delicado beso.

—Me gustas, Yuuta Okkotsu —confesaste con una sonrisa nerviosa, el chico parpadeó un par de veces, asimilando todo lo que acababa de pasar—. No tienes que decir nada, solo quería decírtelo antes de que te fueras. —avisaste al verlo absorto en sus pensamientos, aunque el sonido de avisos del aeropuerto sonó, seguido por una voz que avisaba al vuelo del pelinegro que casi era hora de despegar.

—Lo siento, me tengo que ir —anunció Yuuta con pena mientras tomaba su equipaje de mano, viendo como tu negabas con la cabeza ante su disculpa, el chico empezó a caminar hacia la próxima sala del aeropuerto, pero antes de hacerlo se giró hacia ti nuevamente—. ¡Prometo darte mi respuesta al volver!.

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Tres meses habían pasado desde entonces, tres meses en los que no había podido dejar de pensar en tus palabras.

No podía negar que le sorprendió el hecho de que estuvieras enamorada de él, sobre todo porque su falta de confianza en si mismo no le permitía imaginar que alguien desarrollara sentimientos por él. Tuvo tiempo para encontrar sus sentimientos, y llegó a la conclusión que tú más esperabas.

Él también estaba enamorado de ti.

Desde entonces no dejó de tenerte presente, cuando entrenaba, cuando tenía algun combate, o cuando tenía alguna misión; lo impulsabas a esforzarse al máximo y mejorar más, esperando con ansias el día en el que regresaría a Tokio y podría verte.

Pero sus ansias se convirtieron en preocupación en cuanto los reportes de Shibuya llegaron, los reportes de que tenía que regresar a Tokio de inmediato para después ayudar con los demás hechiceros; su enojo y preocupación aumentó en cuanto le avisaron que había hechiceros de todas categorías muertos o heridos, la ansiedad de saber que tal te encontrabas lo estaba comiendo vivo.

Sobre todo en este momento, bajando escaleras para entrar a uno de los tantos cuartos de la escuela, acompañado de sus 2 kouhais y el embrión maldito, los 4 entraron a la sala, Yuuta sintió un gran alivió al ver a Maki con vida, por lo que casi inmediatamente fue hacia donde se encontraba para preguntarle por su estado a pesar de su apariencia.

Los ojos turquesas del pelinegro te buscaron desesperadamente en la habitación, y finalmente conectaron miradas cuando te levantaste de tu asiento y te acercaste a paso lento al chico, una holeada de alivió lo invadió al verte con vida, pero no faltó la culpabilidad de no poder protegerte en cuanto vio el vendaje que cubría uno de tus ojos y una de tus manos.

Cuando estuvieron frente a frente, Yuuta inmediatamente rodeo tu figura de forma delicada y con cuidado de no lastimarte, su frente se encontraba recargada en tu hombro, tu solo sonreíste ante tal acción mientras correspondías el abrazo, los demás presentes decidieron dejarlos tener su reencuentro, por lo que no les estaban prestando atención.

—Hola. —saludaste con voz suave mientras acariciabas la espalda del chico, estaba más alto y su cabello había crecido también, sin duda era aún más atractivo que la última vez que se vieron, el chico se separo lentamente de ti, sus ojos miraban con atención cada facción de tu rostro, su mano se pozo en tu mejilla, acariciando con su pulgar la venda que cubría tu rostro.

—Lamento no haber estado para protegerte. —se disculpó Yuuta, tu cerraste los ojos mientras negabas con la cabeza, una pequeña sonrisa dibujada en tu rostro mientras posicionabas tu mano encima de la de el azabache.

—No tienes que disculpar-

—No, si tengo que —te interrumpió, y acto seguido juntó su frente con la tuya mientras sonreía, tu te sonrojaste por la cercanía que había entre ambos en ese momento—. Después de todo tengo que proteger a la persona que me gusta, ¿no?.

Me divertí mucho haciendo este :D

Lamento mucho el desaparecer, neta no se como dejar de pedir disculpas, me siento muy mal por haberme ido tanto tiempo, pero tratare de volver a estar tan activa como antes.