Invierno rojo

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La Ley de Propiedad Intelectual, regulada por real Decreto Legislativo 1\1996, de 12 de abril (modificada por la Ley 5\1998 de 12 de abril) dispone en su Art.1 que " la propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo hecho de su creacion".
Por tanto se prohíbe la copia de la trama de esta historia, sus personajes, nombres o lugares inventados.
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Érase una vez un pueblo normal, con habitantes normales y vidas normales. Ese pueblito estaba situado entre dos montañas, cercado por un extenso bosque.

Pero un día, en aquel pueblito sucedió un acontecimiento extraordinario. Una tarde de verano, nació una niña que podía cambiar los colores sólo rozándolos con la punta de los dedos. Aquel día, el cielo pasó del azul al rojo, del rojo al amarillo, del amarillo al verde y de ahí a estar todo el día de color violeta. Después, se volvió negro y salieron las estrellas. Sus padres, al ver el don de la niña, la decidieron llamar Blanca, ya que les parecía un irónico y bonito nombre respecto al don de su hija. Cuando Blanca era bebé, bastaba con mirar la manta que la envolvía para saber su estado de ánimo: Amarillo cuando estaba alegre, azul cuando lloraba, violeta cuando se encontraba mal, verde cuando estaba sana, rojo cuando tenía miedo, y naranja cuando se enfadaba.

Cuando Blanca creció, y ya podía controlar su don, se dio cuenta de que mucha gente la envidiaba. Y no sólo por su don: Su pelo azul mar y sus ojos del color del atardecer eran hermosos y la marcaban como si fuese una especie de hada.

Pero Blanca prefirió ignorar aquel dato. Ella tampoco quería ser normal, y su precioso don la encantaba. Un día, decidió que para que la gente la comenzase a aceptar más, podía ayudarles, y entonces comenzó a cambiar los colores de todo lo que la gente le pedía entusiasmada: En esos días, la chica hizo a los jardines azules, a las casas de mil colores, tejados amarillos y rojos, árboles de manzanas moradas y mil cosas más.

El pueblo pasó de ser un pueblo normal a tener fama de un lugar increíble y fuera de lo común. Muchísima gente acabó pagando por visitarlo, y los aldeanos, encantados, no dejaban de pedirle a Blanca que cambiase el color de miles de objetos para que no tuviesen el mismo color que el día anterior.

Los favores acabaron convirtiéndose en peticiones, las peticiones en obligaciones y al final en amenazas.

<<Vuelve este árbol amarillo, me lo debes>>

<<Pinta al gato de azul, o tendrás que irte del pueblo>>

<<Nos debes mucho, píntame la casa de rojo>>

Claramente, Blanca no les debía nada... ¿Pero cómo podía negarse? No se atrevía.

Así los días fueron pasando, y al fin Blanca cayó rendida. ¡No podía más! Y así se lo dijo a los habitantes del pueblo. Éstos la miraron con odio, y la amenazaron. Blanca se asustó tanto que sin tocarlo, todo el pueblo comenzó a volverse rojo sangre: La nieve, las casas, los árboles e incluso el cielo.

La gente se asustó, los adultos empalidecieron y los niños chillaron. Y al fin acabaron tachando a Blanca de bruja, ya que la chica ya no les servía.

Cuando Blanca huyó al bosque, todo se volvió de color negro a su paso: El color de la venganza.

Mientras Blanca se ganaba la vida en el bosque, los habitantes intentaron devolver un color normal a su pueblo, pues los niños estaban asustados y muchos adultos también. Gastaron botes y botes de tintura, pero no sirvió de nada. Al final, no tuvieron más remedio que ir a buscar a Blanca, quien se negó a ayudarles.

Desde aquel día, ese pueblito normal y corriente se vuelve totalmente rojo cada invierno. Porque es sólo en esas fechas cuando la gente se recuerda del mal que le hicieron a una chica que simplemente nació distinta al resto.

¿Y qué fue de la chica? Se quedó viviendo en el bosque con los cervatillos, siempre escondida, y por mucho que buscaron jamás la encontraron. Blanca vivió feliz por siempre jamás.

Se dice que aquella pueblerina, ahora en el bosque, creó el arcoíris, y que cuando murió, en un recóndito lugar del bosque creció un árbol de mil colores.


Esta historia se encontró escrita, literalmente, en las hojas de un árbol de mil colores en el mágico bosque de Embelsad, aunque sus habitantes la conocen desde hace siglos. Es la explicación de la extraña condición del pueblo que cada invierno se vuelve de color rojo sangre. A raíz de esto, todos los habitantes se marchan de allí en invierno, según dicen para no molestar al espíritu de Blanca. Aunque se ha demostrado que allí no habita ningún espíritu, nadie es capaz de soportar ver todo el día y la noche ese color rojo. Blanca debería haber pasado a la historia como una de las magas más poderosas de todos los tiempos, pero como ella era discreta, la historia quedó plasmada en documentos perdidos y encerrada en este pequeño pueblo.


¿Alguna vez soñasteis con volar? Entonces, estáis listos para conocer a Kyren... Poderosa y fiera como un vendaval. 

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