Historias Soñadas

Tanta compañía y terminar en la oscuridad

Caminaba alejándome de mi casa en compañía de Leila y Milena, nos dirigimos a una reunión de nuestro colegio, este se organizaba en otro lugar distinto al colegio debido a un problema que este presentaba, tuvimos que caminar demasiado para llegar a el lugar, estamos en frente de un salón con un aura deprimente, de repente nos llaman diciendo que la razón por la que estamos allí se suspendió.

No dan ningún otro aviso, decidimos volver a mi casa, pero Milena se desvía por un camino diferente para llegar a su casa.

Divisamos a Ludmila quien está más adelantada, va sola por nuestra misma dirección, la invitamos a unirse a nosotras y acepta.

De repente veo como se acerca Abril, otra compañera del colegio, que nos pide que la acompañemos hacia su casa ya que tenía miedo, aunque no sabemos por dónde vive aceptamos acompañarla.

Ludmila dobla sin previo aviso y se aleja por otro camino junto con un señor en una bicicleta, Abril desaparece de nuestro lado y junto con Leila entramos en pánico al no reconocer el lugar en donde estamos.

Trato de llamar a alguien por teléfono pero el aparato me indica que no dispone de señal, el celular de mi acompañante no enciende por falta de batería.

Decidimos caminar, aunque no sepamos realmente hacia dónde nos dirigimos.

A lo lejos se escuchan bocinas, un auto pasa a nuestro lado a rápida velocidad y aunque a Leila y a mi se nos desgarraba la garganta para que escucharan nuestro gritos es en vano. Este sigue de largo.

Seguimos caminando, el GPS nos da algunas vagas indicaciones pero sin señal este se tilda en repetidas veces.

Se escuchan risas a lo lejos, nos paralizamos esperando lo peor, pero a nuestro lado llegan dos niños jugando en sus bicicletas.

Les gritamos llamando su atención y estos al mirarnos corremos hacia ellos.

Chicos chicos, ¿nos pueden ayudar? Los nervios y la emoción me llevan el cuerpo.

Mmm bueno, pero deben hacer caso y luego nos ayudaran.

Con tal de volver a casa lo que quieran. Exclamó agotada, la noche comenzó tranquila y terminó en un particular paseo en un bosque.

Nos pueden llevar a la plaza 25 de mayo? o a algún pueblo cercano si es posible. Trato de sonar amable, pero la voz me tiembla y me cuesta pronunciar palabra alguna.

Está bien. Nos contesta el otro niño.

Seguimos caminando, por el mismo camino en el que vamos, no tan lejos de donde nos encontramos veo una silueta de una niña vestida con un vestido y zapatos muy elegantes.

Esta nos ve y comienza a correr en nuestra dirección, su ropa comienza a desgarrarse y termina por convertirse en un lobo. Olfatea a los chicos, pero yo me alejo por su gran tamaño ya que me asusta demasiado.

Salta la bici del chico que me refugiaba simulando un muro, muerde mi ropa y al olerme se calma.

Seguimos el camino, inesperadamente soy arrastrada hacia el agua, parece que el resto no se percata del suceso y sigue caminando... trato de salir... todo se vuelve oscuro.