Historias Soñadas

¿Porque el?

Lara realizaba otro gran cumpleaños y yo tuve que asistir por obligación de mis papás.

Este se parecía a un 15 por la cantidad de decoración pomposa que había en el lugar. Además está era a la noche y se dividía en cena y brindis, mí presencia allí era básicamente en mi contra me tuve que quedar en las dos.

En la cena no hubo muchas personas ya que solo habían familiares y amigos de la familia, pero eran insoportables las amigas de mi mamá, comparando esto con aquello. Según ellas yo le tenía envidia a Lara. ¿Para qué perder tiempo? Les digo y ellas al ver que no saben realmente la verdad se callan.

No dura tanto ya que después me critican la forma en la que estoy vestida.

Terminando la cena, reparten algunas cositas y nos hacen pararnos para limpiar las mesas.

Estaba viendo una mesa que tenía algunas golosinas desparramadas en la misma cuando entra el primer invitado al brindis.

No me doy vuelta porque seguro y ni lo conocía, pero vaya la sorpresa cuando me tira un cargador de teléfono junto con otras cosas y me dice sin mirarme: *guarda eso en un lugar donde no se rompa, y que no lo roben.* Era Fabrizio.

Yo lo solté, provocando que todo cayera al suelo.

*No soy tu maldita empleada, pedicelo a la cumpleañera.*

Este quedó sorprendido ya que no esperaba que le contestara de esa forma.

Salí corriendo de allí, salí del establecimiento y mirando por los dos lados de la cuadra corrí para la derecha desorientada por qué no conocía este lugar.

Al llegar a la esquina seguí corriendo y vi que en una casa habían pilares que con mi desesperación vi como una escalera, las use y escale hasta el techo lo más rápido que pude. Me quedé tumbada sobre el techo tratando de calmarme.

Vi a mí papá y Fabrizio caminar mientras miraban y él le decía que no sabía que era yo y mí papá le contestaba que si no estaba bien yo el se las vería con mí papá.

Me quiso llamar pero vio que me tenía bloqueada, hizo todo lo correspondiente y me llamó, rápidamente busque mi celular y lo baje el volumen para que no escucharán el tono.

*Dale Ana contéstame por favor* Decía esperando que contestara.

*Voy a probar yo entonces* Dice mi papá algo enojado.

Empezó a llamar y no les contesté a ninguno.

*Capaz y si vamos ella aparece en el salón* Dice mi papá.

*Bueno* Contesta ya rendido.

Empezaron a caminar para ir al salón y Fabrizio ve algo en el césped justo en frente de la casa en donde yo me encuentro.

*¿Esto no es de Analía?* Le pregunta a mí papá.

*¿Si es de ella en donde encontraste el anillo?* Pregunta el.

*¿En el césped, debe estar cerca cierto?* Pregunta el con nervios.

*Si, es casi seguro. Busquemos si se le cayó otra cosa*

Empezaron a buscar allí donde yo me encontraba y trate de no hacer ruido, prendí el teléfono tratando de que no brillará, le mandé un mensaje a mí papá diciéndole que estoy bien.

Buscaron pero no encontraron nada más, el anillo se lo llevó Fabri diciendo que cuando me viera me lo devolvería por qué mi papá no sabía donde ponerlo para que no se pierda.

Quedé sentada allí un ratito más y me fijé que no viniera nadie, baje un poquito y me tiré hacía el pasto, caí algo bien para ser la primera vez y me seguí derecho, en dirección contraria al salón.

Había una plaza cerca y fui allí, estuve un rato en las hamacas hasta que se escucha un barullo y muchos gritos. Cuando me giro veo que venían mis papás peleando, algunos chicos y Fabrizio. Me volví a girar y seguí en la hamaca moviéndola de atrás hacia adelante. Cuando me notaron empezaron a correr hacia mí dirección y mis papás me retaron por no contestar las llamadas.

*Te mandé un mensaje para que supieras que estoy bien papá* Le digo.

*Si pero necesitaba escuchar que estás bien* Me dice.

Nos fuimos de la plaza para volver al salón, hasta ese momento no cruce palabras con Fabrizio.

Estuvimos un ratito más y cuando todo se descontroló le pedí a mis papás que nos fuéramos. Saliendo alguien me agarra de la campera y volteo viendo al causante de todo esto.

*¿Que querés?* Le digo.

*Se te perdió un anillo* Dice mientras sonríe.

*Oh, que bien. Dónde está?* Digo apurandolo.

*Lo tengo yo pero tienes que perdonarme por lo que hice* Dice suplicante lo último.

*Bueno te perdono, ahora dame mi anillo* Contestó sin el menor interés.

*Te doy mañana cuando nos veamos* Dice con una sonrisa de victoria en su cara.

*¿Por qué te tendría que ver mañana?* Le pregunta ya harta.

*Por qué mañana nos vamos a juntar y te voy a invitar un helado* Dice ilusionado.

*Ahora sí me interesa la cosa* Digo. *Me voy me están esperando* y seguí mi camino sin esperar respuesta de su parte. 

~FIN~