¡Yo te ayudo!

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 Jin Ling estaba en Gusu desde hace seis meses porque su Jiujiu decidió inscribirlo en el curso de un año en Cloud Recesses que él tomó en su adolescencia, argumentó que consideraba los conocimientos y etiqueta de Gusu indispensables para que su sobrino lidere con sabiduría su secta.

Hanguang Jun y Wei WuXian atendían un llamado para exterminar algunos cadáveres feroces en un poblado cerca de la frontera entre Gusu y Lanling Jin, mientras que el futuro líder de la última regresaba presurosamente de Caiyi junto a sus tres amigos.

Una de las más de cuatro mil reglas de Cloud recesses no permite la entrada o adquisición de mascotas, es por eso que atrapar a Fairy y sacarla sin que nadie se percate de su intromisión se convirtió en la misión más importante en lo que iba del medio año más aburrido y monótono en sus cortas vidas.. El can es la niña consentida de Jin Ling y acostumbra a jugar con él, así que cada que Jin Ling la perseguía y estaba a una distancia segura ésta se sentaba, lo esperaba y volvía a iniciar carrera.

Ellos solo eran un juego para el inquieto y tonto, muy tonto animal, pensaba con desprecio su amo.

Continuó a la caza de Fairy hasta que estaba tan alejado del área común que se cuestionó si el lugar estaba abierto a los estudiantes externos como él. Con miedo de estar invadiendo zonas indebidas persiguió a su perro con más ferocidad, lo perdió de vista por un momento cuando los ladridos de su fiel compañera lo llamaron.

- ¡Maldita sea, Hada! Calla y ven para acá- reprendió Jin Ling a su perro.

Fairy ladraba desde el interior de una choza en medio de la vegetación. A pesar de que era un perro espiritual excelentemente entrenado no hacía caso, al contrario, se mantuvo firme en su posición y en su llamado. El joven Jin se sintió obligado a echar un vistazo, su perro podría ser ligeramente travieso, pero jamás sería tan maleducado para invadir moradas ajenas. 

Si Fairy le llamaba es porque encontró algo de importancia.

Y vaya cosa que encontró, era el líder Lan postrado sobre su guqin en el suelo a la mitad de la habitación principal; el aire se sentía pesado y espeso, la energía que brotaba de cada rincón de la habitación era sofocante. Cuando se acercó a Zewu Jun la asfixiante aura asesina lo tentaba a salir huyendo. Se veía bastante débil pero aún respiraba.

- ¿Zewu Jun?- dijo con la voz temblorosa.- ¿Está bien?,¿Necesita algo? ¡Zewu Jun!- el pánico se apoderaba del pobre chiquillo.

El Líder Lan no respondía, cuando Jin Ling lo movió para poder examinarlo mejor la sangre se hizo presente, las puntas de sus dedos se vestían de carmesí y su rostro lucía casi traslúcido por la obvia falta de luz solar. Las vestimentas del clan Lan presumían de su blancura y pulcritud pero las de Zewu Jun tenían manchas secas del rojo escarlata que invadía también la cinta Lan anudada en el Guqin, marcas de desesperación y lucha rodeaban a un hombre con los ojos inyectados de ira y ferocidad.

El líder Lan tenía la mandíbula tensa y las manos apretadas sobre su instrumento, cuando el joven Jin entró intentó con todas sus fuerzas no atacar. Su vista se limitaba a distinguir manchas de colores así que solo se guiaba por sus desarrollados instintos, cuando dislumbró que el invasor no era más que un practicante junior contuvo su fuerza para no herirlo.

Esa mirada, esa energía, ese sentimiento. Lo recuerda con tanto horror en su corazón pero no puede perderse por más tiempo en divagar mientras un importantísimo líder cunde al abismo en sus brazos. Desenvainó su espada, con ella creó un inestable círculo y la dejó clavada frente a él mientras se arrodillaba para sentarse sobre sus pies. Juntó sus manos haciendo distintas señas para terminarlas con una frase inaudible y una intensa luz violácea surgió en forma de sellos emanados del interior de la circunferencia. Jin ling terminó de susurrar y comenzó a buscar la verdadera ayuda.

Proceso de sanación de un jade herido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora