Proceso de sanación de un jade herido.

Dulce olor a violeta.

-Esto no está bien- Jiang Cheng unió las piezas logrando que la imagen se completara, el entendimiento brilló en sus ojos pero se mantuvo callado por unos largos segundos antes de levantar todo apresuradamente y dejarlo de lado.

Reincorporándose en su asiento fue seguido por Xichen, quién sin entender las acciones del otro fijó su nerviosa mirada en la caja que se acomodó sobre la mesa hace un tiempo atrás. No era muy grande y aún así múltiples símbolos pintados a su alrededor le daban un aire misterioso y peligroso, se atrevía a relacionarlos un poco con aquel material confiscado de cultivadores demoníacos en su cuarto de resguardo en Gusu pero sin atreverse a suponer más allá. Usó mucha de su fuerza de voluntad para mantener las preguntas curiosas a raya.

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-¿Oíste lo que hizo Sandu Shengshou?-

-No, ¿a quién intimidó ahora?-

-No es eso, oí de una fuente muy confiable que ha aprisionado a un Zhao Meng que practica el cultivo demoníaco.-

-Era de esperarse que cuando acabara con los Wen perseguiría a alguien más por su sed de sangre.-

-¿Que más sabes?-

-Oh, bueno, me parece que ha obligado un decreto a sus discípulos de aprisionar y exterminar a cada cultivador demoníaco que esté en su paso-

-Bueno, pues es mejor que lo que dicen de la secta Jin sobre utilizar todas esas herramientas para su propio beneficio...-

-¿Quien dice que no lo hace para quedarse todo ese conocimiento para él mismo? Usó a su hermano para vengarse, no lo dudaría ni un poco- 

-¡Tsk! Adoras hablar mierda…¿quien es esa fuente de la que hablas?- un tercero que se mantuvo callado anteriormente se atrevió a intervenir.

-..ah...no es de tu incumbencia- 

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-Lo mejor será que descansemos por hoy, haga los ejercicios del manual que le di antes de dormir.- el líder Jiang tomó la caja recelosamente y la escondió en un cajón del estante de libros antes de dirigirse a las habitaciones.

Aunque Xichen quería saber más, la actitud evasiva del otro le dejó claro que no metiera sus narices, al menos no por ahora, caminaron por los pasillos juntos antes de doblar hacia la esquina que los llevaría a sus dormitorios Jiang Cheng se detuvo frente una puerta más sencilla y pequeña a las que anteriormente había visto el Lan.- El clima se ha vuelto loco, no es particularmente helado pero el viento frío y húmedo no será bueno para sus pulmones.- Un par de sábanas y colchas adornadas con bordados y pedrería fina en las orillas se le entregó, tenía el ligero olor a guardado pero casi imperceptible Él no creía que fuera necesario pues estaba acostumbrado al frígido clima de las montañas en Cloud Recesses pero lo aceptó gustoso.

Algo particularmente agradable de estar en compañía de Wanyin es poder dejar de lado la cortesía y modales que en ocasiones puede resultar engorroso, se le permitía caminar hombro con hombro e incluso unos pasos adelante cuando sentía que las palabras correctas encendían el botón de su orgullo y pretendía ser inalcanzable, sentirse cómodo aún sin tener que llenar los espacios de aplastante silencio o que la importancia en la conversación radique en las intenciones por encima del contenido. Es reconfortante la forma que Jiang Cheng lo observa descuidadamente pero capta y procesa cada diminuto detalle que ni él mismo comprende, con A-Yao todavía existían ocasiones en las que necesitaba guardarse sus pensamientos o comentarios; podría deberse a los sentimientos que había generado por el menor o por querer hacerle honor a la figura que todos decían que era Zewu Jun, pero definitivamente no era completamente honesto; sabe que la seguridad que le transmite Jiang Cheng nunca la sintió con nadie antes, por eso mismo los momentos en los que enloquecería internamente por la incomodidad son nulos.