🌺 D I E C I S É I S 🌺

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[Narra Kevlex]

Cuatro malditos años son los que tendría que estar aquí, todo por mi estupidez, por mis estúpidos errores.

Sería más difícil dar con Tn ahora, nadie sabía de su paradero, no sé lo dijo a nadie, se llevó a mis hijos y me dejó solo en este maldito lugar.

—Hey— saludo uno de los oficiales.

Levanté la mirada y solo lo observé.

—Pazmiño, tienes visita— por un momento creí que sería ella, por un estúpido momento pensé que vendría a verme.

Me levanté y espere a que me pusiera las esposas para poder ir al lugar donde se realizaban las visitas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver a mi madre ahí, ella tenía su mirada baja, movía sus manos con nerviosismo sobre la mesa.

—Hola— saludé al llegar frente a ella, ya me habían quitado las esposas.

—Hola— saludo de vuelta, su voz sonaba rota.

—Mamá, perdóname por favor— ella comenzó a negar.

—No— la mire confundido -yo no tengo nada que perdonarte, es Tn a la que debes pedir perdón.

—¿Y como lo haré? ¿Cómo lo haré si se ha marchado y no sé dónde rayos está?— pase mis manos por mi cabello con frustración.

—Por eso debes buscarla en cuanto salgas de aquí, no puedes perder el tiempo, y tienes que encontrarla— dijo dibujando una pequeña sonrisa en su rostro.

—Si, te prometo que la buscaré y arregalere todo el mal que causé— tome sus manos entre las mías.

—Se termino el tiempo— anuncio el oficial.

—Adiós, mamá— me despedí de ella con una mirada de tristeza, pues quería seguir ahí hablando con ella.

—Adiós, mi niño— dió un beso en mi mejilla y se marchó.

Regrese a mi celda con el oficial escoltandome detrás de mi, al entrar me quitó las esposas y cerro.

Me rescoste en mi cama, tenía la suerte de no compartir celda con nadie más, y me puse a pensar en mis hijos y en la maravillosa mujer que había perdido, cuatro años se pasaban muy rápido, solo tenia que esperar.

La hora de la comida llegó, todos salimos con dirección al comedor, tome una bandeja y tome mi lugar en la fila junto a los demás presos, avanzando poco a poco mientras ponían la comida en la bandeja.

Un trozo de carne, arroz no muy bien sazonado y una gelatina era lo que había estado ingiriendo estos últimos días.

Caminé en silencio como lo había hecho durante el tiempo que llevaba aquí y me senté en una mesa justo al fondo, alejado de todos, no quería ningún problema mientras estuviese aquí.

—Hola— se sento frente a mi un chico de estatura un poco más baja que la mía.

—Hola— respondí volviendo la mirada a mi comida.

—¿A ti por qué te trajeron aquí?— lo mire enseguida sin intención de responder —se ve que nunca has estado en un lugar como este, la verdad yo tampoco, es la primera vez que me traen aquí.

—Ah— asentí y volví a mirar mi comida mientras metía un pedazo de carne en mi boca.

—A mi me trajeron por asesinar a mi padre— comencé a toser y lo mire de inmediato —el tipo era un maldito con mi mamá, en realidad no era mi padre biológico, era mi padrastro, pero se merecía lo que le pasó.

No supe que decir, escuchar a este tipo me daba terror, algo en mi interior me decía que no debía meterme con él.

—Tranquilo, no te haré daño— sonrio al notar en mi rostro el miedo —la verdad solo quiero cumplir mi condena e irme, solo me quedan cuatro años aquí.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?— me atreví a preguntar.

—Aquí llevo cuatro años— comenzó a comer.

—Eso quiere decir que... ¿Solo te dieron ocho años de sentencia?

—No, me dieron diez— me miró —estuve dos años en la correccional, al cumplir la mayoría de edad me trasladaron hacia acá.

—¿Lo ma...mataste cuando tenías dieciséis?— el asintió —yo a esa edad vivía solo y estudiaba la preparatoria aún.

—Si, la verdad que fue algo rápido, solo un tiro entre los ojos con su propia arma— simuló con una de sus manos una pistola y la coloco entre mis ojos —woa, creo que te he visto en algún lado, tú eras influencer ¿No?— yo asentí —¿Qué hiciste para terminar aquí?— pregunto soltando una carcajada.

—Yo...yo.

—¿Tú...tú?.

—Yo golpeaba a mi esposa e intenté matarla— dije demasiado rápido.

—Vaya, si que estás enfermo— me miró con una sonrisa en su rostro «Mira quien lo dice» pensé — mira que hacerle eso a tu propia mujer, ¿Qué hizo ella para que le hicieras eso?.

—Es una larga historia...

—Comienza que tenemos mucho tiempo para charlar aquí— señaló el lugar con sus manos —por cierto, mi nombre es Charly.

—Mucho gusto, mi nombre es Kevin.

—Ahora comienza por contar el principio de todo.

Comencé a narrarle desde el inicio, de cómo la vi por primera vez en aquellos pasillos de la escuela, como la empuje y sus libros callejón, la primera vez que me habló solo para decime imbécil, desearía regresar el tiempo y pararlo justo en ese instante.

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Holi
Espero les haya gustado, nos leemos pronto.

No se olviden de votar y comentar, les amo bebés.

U3U

Lo Siento /Kevlex y tú/ [AP #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora