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❝training and container❞

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Registro: Julio, 2018.

Mes y medio antes del evento de intercambio contra Kioto.

Tokio, Ubicación desconocida.














—¿Entonces? ¿Cuál era el asunto?, —cuestiono aun nervioso el rubio Hechicero de segundo año, aun lado de él se encontraba Mei que fulminaba al mayor frente a ellos, mientras que al otro lado un azabache mucho más serio de lo normal miraba de igual forma al mayor, quien se encontraba nervioso por la mirada de Mei y Takeshi.

—Sobre eso.... —empezó nervioso el peliblanco Hechicero mientras jugaba con sus dedos, pensando que los nuevos futuros Hechiceros eran demasiados intimidantes.

El pelinegro rodo los ojos con cansancio por la inmadurez del mayor frente a ellos.

—¿Qué escondes, sensei? —hablo molesta la chica cruzándose de brazos ya cansada del silencio y actitud.

—¿Yo?¿Esconderles algo? Imposible. —negó llevándose una mano al pecho y negando fervientemente de forma ofendida.

Takeshi entrecerró sus ojos hacia el peliblanco y lo miro amenazante, aun se encontraba molesto sobre lo de antes, es decir mierda él era el más serio y que mejor se comportaba de los tres, y había perdido la compostura por un pequeño susto, que vergüenza para su reputación.

—Es sobre Itadori Yuji. —hablo el mayor, dos lo miraron con curiosidad y sospecha, mientras que uno sin entender nada.

—¿Quién?. —pregunto el rubio de segundo, frunciendo el ceño. Mei sonrió negando con su cabeza por lo tonto que era el chico.

—Es el recipiente de Sukuna. —hablo con algo de confusión, ¿No que este había muerto?

—Profesor, Tú sabes dónde te metes. Aun así, ten cuidado. —hablo serio el pelinegro. No lo miró cuando había soltado aquello, mas no fue necesario que el Hechicero de mayor rango observara hacia el alumno para saber que su rostro destilaba tanta seriedad como sus palabras.

—De hecho. —empezó algo nervioso sin mirar a ninguno de los tres, —Puede que los necesites, es decir a Hechiceros fuertes. —hablo mientras los miraba a los tres con una sonrisa.

—Megumi y Toge son fuertes. —hablo rápidamente Mei, intentando no meterse en ningún lio a causa del mayor, lo cual sabía que a estas alturas seria inevitable, los demás asintieron de acuerdo con sus palabras y pensamientos.

—Lose, pero no puedo pedírselo a ellos. —hablo. Los restantes suspiraron el azabache fue quien tomo la iniciativa.

—Prometemos ayudar, si suelta toda la información. —hablo serio el azabache, el mayor sonrió complacido.

—Bien. —hablo con una sonrisa.

Ahí se encontraban los tres Hechiceros en la habitación de esa extraña casa del mayor, mientras este relataba los eventos con respecto de la vuelta a vida de Itadori gracias a Sukuna, mientras que ellos escuchaban atentamente. Al finalizar el relato, los adolescentes fruncieron el ceño.

𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖 𝐓𝐈𝐄𝐒  ──𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora