Pɪᴊᴀᴍᴀ

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«Venga un descanso»

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«Venga un descanso»

Tomo mi teléfono y me meto en Instagram para mirar las publicaciones más recientes. Me encuentro con una foto que ha subido Namjoon, salimos los dos, vestidos de punta en blanco en la última fiesta que celebraron los chicos hace ya una semana.

Ese es el tiempo que llevo sin ver a Namjoon, todo por los malditos exámenes. Estoy sin parar de estudiar todos los días y no veo el momento de terminar para volver a verle.

Nam lo entiende perfectamente, de hecho siempre me anima con los estudios e incluso me regaña si se entera que estoy vagueando. No lo voy a negar, me encanta procrastinar, aunque cuando me pongo trabajo duro, al menos por ver una vez más los ojitos llenos de orgullo de Nam aunque seguro que no es ni la mitad del que yo siento por él. Joon es la persona más perseverante que conozco.

Salgo de Instagram y abro Kakao para ir al último chat, el de Namjoon.

Namu 🌿

Buenos días pequeña.

¿Has descansado bien?

Hola Joonie

Sí, pero me he levantado temprano para estudiar.

¿Estás comiendo bien?

Recuerda beber mucha agua y hacer pequeños descansos. Pero pequeños eh.

Que sí pesado 😂

No mucho, no tengo tiempo de preparar nada.

Estoy hasta las narices 😩

Solo quiero acabar para volver a vernos 🥺

Venga un último esfuerzo y ya serás libre. Ya verás como hay recompensa.

Yo también tengo ganas de verte 💕

Te tengo que dejar, Hobi me está llamando para el ensayo, luego hablamos.

Te quiero mucho ❤️

Fighting 💪

Yo también te quiero 🥰💜

Bloqueo el móvil y sonrío como una tonta. Jamás pensé que llegaría a sentir algo tan fuerte por alguien como lo hago por Namjoon y sin embargo aquí me tiene suspirando ante unos mensajes, echándole en falta a cada segundo.

Vuelvo a mirar los apuntes e intento concentrarme en estudiar, cuanto más avance, antes termino.

Se me pasa toda la tarde sentada frente a el escritorio y cuando me quiero dar cuenta, la luz del atardecer ya se cuela por la ventana.

En ese momento oigo como tocan al timbre, me levanto y salgo de mi habitación para abrir la puerta. Cual es mi sorpresa al encontrarme a Namjoon, vestido con una sudadera, pantalones de chándal y una bolsa en la mano. Sus característicos hoyuelos salen a la luz en cuanto nuestras miradas se cruzan.

Entonces soy consciente de las pintas que llevo, mi pijama azul de franela, un moño que más parece un nido de pájaros y las gafas al final del puente de la nariz amenazando con caerse.

— Nam, no te esperaba. — digo arreglándome el moño con premura como buenamente puedo.

— Acabo de salir de ensayar y he pasado por tu restaurante favorito para traerte algo de cena. Bibimbap y sigeumchi-namul. — dice alzando la bolsa que lleva en la mano. — ¿No molesto verdad? —pregunta al verme tan sorprendida.

— ¿Qué? ¡No¡ ¿Cómo vas a molestar? — reacciono rápidamente y me aparto para dejarle pasar. — Al contrario, no sabes la alegría que me has dado. Muchas gracias por la comida. Eres la cosa más bonita de este mundo, ¿lo sabías? — no me resisto más y me pongo de puntillas para agarrar sus cachetes y comérmelos a besos. Namjoon ríe con ternura y yo siento que me voy a morir de amor.

— Estás preciosa. — empuja con su dedo índice el puente de las gafas y con suavidad me las coloca en su sitio.

— ¿Estás de coña no? — pregunto riéndome, porque ahora mismo muy atractiva pues cómo que no estoy, además de que es la primera vez que me ve así en pijama. Pero él niega y parece que habla en serio.

— Me encantas con el pelo revuelto y las mejillas sonrojadas. — lleva sus manos a la parte nombrada y es cierto que ahora mismo las tengo ardiendo y no sé si es por tanto estudiar que se me ha subido la sangre a la cabeza o es el efecto que tiene Namjoon en mí.

— ¿Y con mi pijama sexy?

— Sobre todo con ese pijama. — sonríe con una mueca sugerente y yo no puedo evitar reírme. — Me gustan todas las versiones de ti.

— Anda pasa. — yo niego y me giro para ir a la cocina, intentando que no me vea la sonrisa de tonta que se me ha puesto. Otra vez. «Namjoon, ¿por qué eres así? Se supone que yo soy una tía dura. Tengo una reputación que mantener.»

Sirvo la cena que ha traído Namjoon en cuatro cuencos y nos disponemos a comerla en el salón mientras nos contamos cómo nos ha ido la semana en la que hemos estado separados.

Estar con él me da fuerzas para afrontar el resto de la temporada de exámenes. Todo el estrés y el cansancio se esfuman en ese rato que ha conseguido sacar para mí, porque sé perfectamente que está muy liado con el trabajo pero siempre procura sacar cualquier hueco para estar conmigo o simplemente reconfortándome con sus mensajes y llamadas.

Constantemente me demuestra lo mucho que me quiere y se preocupa por mí. Sin darme cuenta él se ha convertido en el motor de mi vida, quién me alienta para seguir adelante y dar lo mejor de mí.

Me acurruco en su pecho en cuanto nos vamos a la cama después de cenar. Sus brazos me rodean y yo cierro los ojos por su calidez y por todo el amor, la seguridad y el apoyo que me transmite. Alzo el rostro y dejo besitos en su cuello, mandíbula y mejillas, intentando hacerle sentir tan querida como él lo hace conmigo. Él sonríe mientras poco a poco va cediendo al sueño para finalmente quedar dormido, aún con sus hoyuelos marcados. Doy un último beso en ellos y caigo rendida entre sus brazos.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 | 𝐊𝐍𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora