Serie: Octava miembro de BTS
Parte I
Nombre utilizado para representar a la lectora: Lee NaraeHoy hemos venido al campo a rodar otro Run, me alegro de poder respirar un poco de aire puro. Siempre que puedo intento disfrutar de la naturaleza y escapar de Seúl.
En cuanto salgo del coche y me reúno con todos los miembros me dispongo a contarlos a ver sí están todos.
«Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis ... siete» , cuento mentalmente. «Un momento nos falta alguien».
Inmediatamente me percato que falta la maknae, al parecer está hablando con Sejin y cuando terminan Narae se acerca a nosotros.
— ¿Está todo bien? — pregunto preocupado haciéndome una idea de lo que había pasado.
— Sí, ya se ha podido solucionar. A la noche te cuento todo. — yo asiento y la atraigo hacía mí posando un brazo sobre sus hombros para así caminar juntos hasta el set que ha preparado el equipo.
— Dallyeora Bangtan! — con aquellas dos palabras damos inicio al Run de hoy que consistirá en hacer diversas actividades deportivas al aire libre.
— ¡Siempre igual! — oigo que se queja la maknae y porque la están grabando que sí no ya habría soltado algún improperio.
Me acerco hasta ella y observo que no le llegan los pies al suelo. Lo primero que tenemos que hacer es subir la montaña en bicicleta pero a mi pequeña le han dado una bici demasiado grande por lo que de inmediato le ayudo a bajar el sillín y así podemos empezar la marcha.
A pesar de poder pedalear con normalidad, a la maknae se le hace demasiado duro los últimos metros a la cima y acaba siendo la última en las puntuaciones. Y sí creía que ya era suficiente oírla quejarse -de forma bastante cómica por cierto- mientras iba en bici, cuando descubre que hay que tirarse en tirolina veo que le entra el agobio y con razón ya que tiene vértigo.
Por sí fuera poco, tenemos que saltar en parejas y a Narae le toca con Taehyung, que también padece miedo a las alturas. Saltan juntos, haciendo frente a su desgracia. No lo voy a negar, sí que nos reímos todos un poco de la cara de velocidad que pusieron aunque también estaban muy monos abrazaditos.
Una vez de nuevo estamos al pie de la montaña, hacemos un pequeño "descanso", ya que la siguiente parte del Run, es elaborar dalgona candy, un dulce tradicional coreano el cual nos enseña a preparar una amable señora que lleva más de cuarenta años preparándolo en su tienda. La gracia del juego es prepararlo en el menor tiempo posible, sin embargo, Narae y yo acabamos los últimos por lo que tenemos que pasar por la penalización, aunque para mí desde luego no lo es ni mucho menos.
Se trata de jugar al pepero kiss. Pepero es una galleta con chocolate de forma alargada y en el juego dos personas se llevan a la boca los extremos de la galleta y empiezan a comer hasta que el palito queda reducido en su tamaño pero a riesgo de acabar besándose.
Aunque mi altura es algo incómoda para ella, por los 20 centímetros que nos separan, conseguimos acortarlos e inmediatamente tengo sus preciosos labios cerca de los míos. En mi deseo de aproximarme más a ellos comienzo a morder la galleta, aquello parece no pillarle preparada pero en seguida toma ventaja, sobre todo cuando posa su mano en mi cuello y me desestabiliza. Cuando me quiero dar cuenta se separa y en sus manos sostiene lo que queda de galleta, 1 cm. Ya sentía como nuestros labios se rozaban, salvo por esa escasa medida que ahora sentía como un abismo. Sí no hubiese estado tan embriagado por su cercanía realmente habría acabado con la galleta que nos separaba y habría besado sus labios, luego habría dicho que fue un accidente y me molestaría por no haber podido probar el dalgona candy, que ahora podemos comer al haber ganado la prueba y que sin embargo sé que se queda amargo en comparación con la dulce sensación de haber podido saborear sus labios y que ahora se ve reducida en un simple anhelo.