Mi querido Loto (ZhanCheng)

Séptima parte

Wei Wuxian apareció un par de meses después, controlando cadáveres feroces para asesinar a los Wen, siendo de gran ayuda en la batalla final, donde Nie Mingjue, Lan Xichen y Jin Guangyao (nombre de cortesía dado por Jin Zixuan, ahora líder de la secta Jin) asesinaron al líder Wen Ruohan, convirtiéndose en la tríada venerada, haciendo el juramento de ser hermanos jurados después de aquello.

Aunque dijeran ser hermanos, la realidad era que Mingjue y A-Yao se casarían pronto, y que Lan Xichen sería cuñado de Mingjue, el Primer Jade estaba enamorado del pequeño Nie desde antes de la guerra, por lo que en cuanto tuvo oportunidad pidió comprometerse con él.

Las batallas que llevaron a este resultado fueron libradas por más de seis meses, siendo de gran ayuda el tener entre sus filas a los orgullos de Yunmeng. Después de la caída de la Ciudad sin Noche no hubo muchos sobrevivientes de la secta Wen.

Las sectas Lan y Jin fueron reconstruidas completamente seis meses después del término de la guerra, a Yunmeng le tomo poco más de un año en ser completamente funcional, dado que no contaba con tantos recursos y su líder era algo inexperto en algunas cuestiones, además de que Lan Zhan estaba lejos y Wei Ying decidió asentarse en los túmulos funerarios junto los Wen restantes, aun cuando Jiang Cheng se negaba a dejarle ir, ya que lo consideraba su segundo al mando, su mano derecha y apoyo, pero el joven de mirada risueña le dijo que estas acciones eran para evitar problemas u hostilidades con las demás sectas.

Sin inmutarse por las reprimendas o amenazas de piernas rotas por parte del nuevo líder, Wei Wuxian se fue, llevando consigo a los Wen remanentes, los cuales pensaban que con esto le evitarían problemas a la persona que les salvó la vida, pensaban que de esta manera mostraban parte de su agradecimiento a su hospitalidad.

Decir que eso le dolió al joven líder fue poco, a parte porque cuando Lan Zhan regresó a su lado él se ofreció de voluntario para patrullar los túmulos cada semana; sin importar cuantos argumentos diera el Jiang el otro hombre lograba salirse con la suya.

Después de una acalorada pelea en la que casi termina azotando a su esposo con Zidian, aceptó. De alguna manera ambos se sentían tranquilos al mantener a Wei Wuxian vigilado, además que los Lan mandaban ayuda y conocimiento para evitar lo más posible el deterioro del cuerpo de Wei Ying por la energía resentida que manejaba; esto se hacía mediante meditación, algunas medicinas y purificaciones.

La rutina para los esposos era simple, durante la mañana hasta la tarde se dedicaban a entrenar, realizar sus respectivas actividades en la secta, para que al anochecer pudieran pasar tiempo juntos, en algunas ocasiones Lan Zhan tocaría a Wangji para el deleite de Wanyin, en otras Jiang Cheng le cantaría alguna canción de su infancia (ya que notó que a su esposo le fascinaba escucharlo, por lo que optó por intentarlo más seguido) y terminando con una buena sesión de sexo, Lan Wangji amaba el cuerpo de su esposo, por lo que no podía tener suficiente de él, incluso cuando en el clímax, inconscientemente, llamará el nombre de alguien más.

Al joven Jiang poco le importaba esa parte ya, había llorado bastante los primeros meses de esa rutina, por lo que ahora solo se concentraba en saciar a su esposo y disfrutar por un momento de algo que no le pertenecía, era egoísta lo sabía, pero al menos quería sentir que era lo suficientemente bueno en algo, incluso si solo era saciar el apetito sexual (demasiado exigente) del joven Lan.

Cuando Wangji iba a los túmulos, llevaba lo necesario para las personas y pasaba tiempo con Wei Ying, eran bastante cercanos, aunque el menor solía decirle que solo lo veía como su cuñado y un buen amigo. En esa pequeña aldea fue que Wei Wuxian y Lan Wangji adoptaron a un niño, para ser su discípulo, su nombre era Wen Yuan, el pequeño amaba mucho a los mayores, los consideraba unos padres adoptivos que se preocupaban por sus necesidades.