Treceava parte

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Casi dos meses después de su visita a Gusu, dos siluetas se aparecieron en Lotus Pier, una vistiendo túnicas blancas y otra vistiendo túnicas negras, ambos solicitando ver al líder Jiang.

Debido a la anulación de su matrimonio, Lan Zhan no podía recorrer la secta que tan bien había llegado a conocer y amar con la libertad de antes, pero él no estaba enterado de aquello, por lo que se preocupó al ver que los discípulos evitaban su entrada.

— Vaya, después de más de 7 meses han decidido venir a Yunmeng, ¿qué es lo que quieren? — Siseo Jiang Cheng con tono malhumorado, su ceño estaba fruncido y Zidian lanzaba pequeñas chispas.

— Mi loto, perdóname, sé que me tarde, pero... — trataba de explicar el Lan, antes de ser interrumpido por la figura de morado.

— ¿Tardarte? No me hagas reír ni pongas excusas estúpidas, y deja de llamarme de aquella forma frente a mi hermano, es inapropiado. Wei Wuxian, sal de detrás de Lan Wangji y da la cara. — Gritó el hombre, mientras el de túnicas negras se paraba a un lado de su acompañante, al ver a su hermano menor una cara de culpa se mostró, bajando la cabeza.

— ¿Por qué habría de ser inapropiado que te llame así? Somos esposos y sólo es tu hermano el que está presente. — Decía Lan Wangji con un tono entre neutro y angustiado, su esposo estaba furioso, pero jamás le había tratado así antes, por lo que tenía un mal presentimiento.

— Tú y yo ya no estamos casados, por eso es inapropiado, ahora puedes largarte con mi estúpido hermano, después de todo yo solo fui un premio de consolación para ti, jamás me has amado y tú mismo lo dijiste, recuerda, los Lan no mienten. — Le gritó a la pareja frente a ellos, ya no seguiría cargando lo que se había guardado por tanto tiempo, aquello que siempre le molestó y lastimó su corazón, por lo que continúo.

— Ya sé que para nadie he sido lo suficientemente bueno, ni como un hijo, discípulo o esposo, siempre soy una deshonra, un inútil o una horrible persona, pero estoy harto. Pensé que tal vez, tu podrías amarme, podrías olvidar a mi hermano y quedarte a mi lado, pero no fue así. Fui un estúpido al considerar que aquello pudiera pasar, por eso anulé nuestro matrimonio, por una vez en la vida dejé mi egoísmo de lado para que pudieras ser feliz con la persona que siempre amaste, que siempre buscaste, con quien habías tenido una familia antes de la que yo pudiera darte. — Exclamaba el hombre de ropas púrpuras, dejando salir las últimas lágrimas de frustración que le quedaban por aquel par, por el hombre del que estuvo enamorado por más de 10 años y que en ninguna ocasión le dijo que le amaba o le demostrará que sus acciones no solo eran por responsabilidad, sino también por amor, se había cansado de esperar que aquel Jade sintiera lo mismo que sentía por él.

Lan Zhan quedó perplejo ante aquello, su mirada se oscureció, el nombre de su primogénito no fue elegido al azar, fue el nombre que no pudo proponerle a Wei Ying para que adoptarán oficialmente al pequeño Wen, no pensó que Wanyin sabría aquello, siempre lo guardo como otro secreto más en su corazón.

— Por eso llamaste a tu hijo como el pequeño que perdiste en el asedio en Yiling, siempre lo supe, no creas que soy tan estúpido como para no haberlo notado. Pero aun así amo a mis dos hijos, y eso es lo único que puedo agradecer de nuestra unión. — Finalizó el más joven, mientras los hombres en frente de él le miraban aturdidos, Lan Zhan intentó acercarse a su amado, quería abrazarlo y confortarlo, pedirle disculpas por todo el daño que causó, sin embargo, fue golpeado por Zidian, no le fue posible intentar hacer un movimiento más porque dos figuras llegaron corriendo hasta el muelle.

— Mamá, mamá, ¿qué ...— Y el resto de la pregunta murió en la garganta de la joven, todo tuvo sentido al chocar con los ojos de su padre y de la persona a su lado, todo el barullo armado junto con el estado de su madre se debía a esas presencias, por lo que sin mediar palabra ella jaló a su madre y lo llevó dentro de Lotus Pier, dejando a su hermano para lidiar con aquello.

Mi querido Loto (ZhanCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora