Jiang Cheng nació siendo un doncel, razón por la cual su madre decidió comprometerle con el segundo Jade de la Secta Lan. De esta manera la secta de Yunmeng tendría alianzas con dos de las cinco sectas más poderosas del mundo de la cultivación.
Pare...
El año de estudio en el Receso de las Nubes culminó con una cacería nocturna, que se dirigió en la villa Mo.
Un cadáver extremadamente feroz había estado deambulando y asesinando a los miembros de dicha zona, los jóvenes Jin Ling, Lan Sizhui, Lan Jingyi y el miembro más reciente del grupo Ouyang Zizhen (al cual lo habían conocido durante ese año, haciéndose muy buenos amigos en algún punto), se habían dirigido junto con Hanguang-Jun al lugar, como un último ejercicio de entrenamiento, ya que eran los jóvenes más destacados de su clase y pensaron que era una buena manera de finalizar sus estudios.
Jiang Cheng había llegado a la entrada del Receso de las Nubes cuando el Sol estaba por caer, acompañado de su pequeña A-Yu, la niña estaba muy emocionada de volver a ver a su hermano y primos, al igual que ver a su padre, lo extrañaba mucho, dado que no lo había visto desde hacía un par de semanas.
Lan Zhan había tenido que viajar a Gusu antes de tiempo por algunos pendientes que tenía que revisar con su hermano mayor, por ello le había dicho a su retoño que la vería cuando fueran a recoger a su hermano a la secta Lan, que los cuatro regresarían a Yunmeng después de eso y se quedaría con ellos más tiempo.
Esa fue la primera vez que su padre rompió una promesa a sus hijos, porque cuando el pequeño grupo de cultivadores regresó a la Secta Lan la mañana siguiente, solo estaban ellos, el Segundo Jade no los acompañaba.
La mirada de todos estaba decaída, porque tenían que darle la noticia al líder Jiang de que Wei Wuxian había regresado a la vida, en el cuerpo de alguien más y que su esposo había dicho que no volvería.
Cuando esas palabras fueron dichas por los jóvenes, Sandu Shengshou río amargamente, ya no tenía más lágrimas que llorar por eso, una parte estaba feliz y la otra, la otra solo se destrozó, con una mirada les indicó a sus hijos que se marcharían, Jin Ling también se iría con ellos, dado que aún no tenía que regresar a Lanling, aparte de que no quería dejar a su tío solo en esos momentos, el nombre de aquella persona le sonaba familiar, pero no tenía idea de la gravedad de aquello.
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Seis meses pasaron sin saber nada del paradero de Lan Wangji, ni una carta como las que solía mandar cuando se retrasaba en alguna cacería o junta, o algún presente de disculpa como los que enviaba para que su familia no se preocupará, sus hijos estaban acostumbrados a que no estuviera por largos períodos de tiempo, pero, aun así, notaron la ausencia.
Ya se habían acostumbrado a ser una familia de tres personas (sin contar al joven Jin), tan solo en ocasiones especiales eran cuatro, por lo que no dolía tanto la idea de que su padre no volviera.
El líder de Lotus Pier solía contemplar la entrada del muelle por las tardes, mientras el Sol iba cayendo, con la falsa esperanza de que vería a su esposo regresar a su lado, compartir la cama y los días junto a él, que volvería para cuidar a los conejos, a jugar con sus hijos y sobrinos, a enseñarle caligrafía a su hija, a tocar el guqin con A-Yuan o a practicar arquería con A-Ling.
