Some Things Take Roots - Larry - Traducción - {completa}

Capítulo 6

Harry

Harry se queda en la cama hasta que oye cerrarse la puerta principal, pero no tiene ninguna esperanza de volver a dormirse. Mira al techo y se pregunta si las mordeduras de amor de Louis son visibles por encima del cuello de su camiseta y espera que Dave las vea y haga preguntas que Louis no podrá ignorar. Algo en sus entrañas le dice que la solicitud de Dave de invitarle a comer no significa nada porque seguramente Louis verá que Dave no es alguien con quien pueda contar para amarlo. Ni siquiera tengo que ser yo, piensa. Simplemente no Dave.

Trata de recordarse a sí mismo que no es algo que pueda controlar, pero es difícil permanecer tranquilo cuando ha probado, más que una muestra, en realidad, de lo que quería de Louis desde que se conocieron. Antes de anoche, siempre había una curiosidad persistente de que tal vez su interés en Louis existía en gran parte porque estaba tan fuera de su alcance, pero ahora sabe, después de besarlo sin aliento, después de morderle las caderas y casi ahogarse con su polla, que estaba en lo correcto. Louis es exactamente lo que quiere y, más que eso, son realmente buenos juntos.

Por otra parte, tal vez Louis siempre gime así de fuerte cuando recibe una mamada. Quizás siempre se viene así de duro. Harry es lo suficientemente engreído como para que le resulte difícil de creer.

Finalmente, deja de intentar cerrar los ojos y se dedica a limpiar el jardín delantero, que no es tan malo como lo recordaba. Todo en lo que puede pensar es en Louis, incluso más de lo habitual, su cerebro concentrado en los detalles más pequeños de su noche juntos mientras lava vasos y limpia la cerveza derramada del piso de la cocina.

Sin embargo, Harry no intenta detener esos pensamientos intrusivos. Si anoche fue la primera y única vez que sucedera, no quiere olvidar ni un segundo.

La única distracción real que tiene hasta su turno de trabajo a las 3:00 es una llamada FaceTime con su madre. A ella le toma cinco segundos preguntarle qué está pasando, aunque él no ha dado ningún indicio de que, de hecho, esté pasando algo. Hablarle de Louis parece que podría estropearlo, así que él le asegura que no es nada y la escucha hablar sobre el gato y Robin y las ruidosas obras viales que ocurren fuera de su casa. Son ese tipo de detalles los que le hacen extrañar su hogar, y le asegura a su madre, por enésima vez, que pronto reservará un vuelo.

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El turno de trabajo de Harry dura solo 5 horas esa tarde, y está tan ocupado que se las arregla para olvidar, al menos por minutos, que se supone que debe estar esperando noticias de Louis. Lo que imagina, lo que espera, es que Louis estará de vuelta en la casa cuando llegue, sentado en el sofá comiendo patatas fritas y listo para decirle a Harry que le dijo a Dave que se fuera a la mierda para siempre.

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Cuando llega a casa, las luces están apagadas y la casa está en silencio excepto por el zumbido del aire acondicionado.

No parece que Louis haya estado en casa todo el día. Esta mañana había estado seguro, pero ahora duda que la cita para almorzar de Louis y Dave no se haya convertido en una especie de revelación mutua. Es solo que ahora que él y Louis son más que simples amigos, tienen que serlo, ¿no? Solo enviarle mensajes de texto como lo haría normalmente es una acción más cargada que nunca.

Sin saber qué más hacer consigo mismo, Harry se ducha de la suciedad y el sudor y luego vuelve a salir, porque mirar el sofá en el lugar donde los muslos de Louis habían estado la noche anterior no le hace ningún bien.

The Rocking Stone es, entonces. Estar allí siempre se siente un poco como si estuviera a punto de dar un concierto, incluso cuando no lo está, y le recuerda a Louis, por supuesto, porque todo le recuerda a Louis últimamente, pero especialmente hoy. Pide un trago de whisky y un PBR, primero bebe el primero y luego lo lava con el sabor acuoso y plano de la cerveza barata que ha llegado a disfrutar después de casi un año de beberla en los Estados Unidos.