𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 [𝑯𝒚𝒖𝒏𝑰𝒏]

Capítulo 18

Las cosas iban bien, luego de aquella salida habían estado hablando más seguido y en verdad lograron llevarse bien. Por eso no había que subestimar al destino, el sabía lo que hacía y a quienes unía.

Pero aquel lunes tenía un aura mágica, que hacía que hasta la persona con peor carácter estuviera feliz y emocionado. Hyunjin se levantó sonriente, algo que no sucedía a menudo, hizo todas las cosas básicas antes de ir a la escuela y mientras salía de su casa se despidió de su hermana con un beso en la mejilla, Yeji no podía creerlo.

Ese día decidió ir caminando, quería disfrutar del camino hacia la escuela, algo que nunca podía hacer ya que siempre iba en su automóvil. Pero ese día era diferente.

En todo el fin de semana estuvo pensando acerca de sus sentimientos, como su corazón se aceleraba cada vez que veía a Jeongin, como una sonrisa aparecía en su rostro con el simple hecho de que el menor pasara por su lado, como su lobo se emocionaba cuando tenía hasta el más mínimo roce con aquel omega, y aunque Hyunjin en toda su vida jamás había creído en los destinados; con la aparición de cierto omega había comenzado a considerarlo.

Iba decidido. Intentaría explicarle a Jeongin sus sentimientos, y esperar que el menor sintiera algo parecido a él. Claro, desde que inició la secundaria siempre había sido conocido por ser un "fuck boy", por jugar con los omegas para su diversión y conveniencia. Por eso, que el gran Hwang Hyunjin estuviera a los pies de un omega sería una sorpresa para todos, y hace poco se había comenzado a esparcir ese rumor, desde que no lo veían con alguien nuevo cada semana y se le veía muy junto a aquel chico de lindos hoyuelos.

Mientras divagaba en sus pensamientos, no notó que ya se encontraba frente a las grandes puertas del instituto; miró tu reloj y pudo ver qué tardó casi 30 minutos en llegar. Agradecía a todos los dioses haber programado su alarma temprano y que apesar de que tardó 30 minutos en llegar, aún faltaban 20 minutos para el inicio de las clases.

Observó a sus alrededores tratando de encontrar al menor, no tardó mucho en hacerlo ya que Jeongin estaba en su casillero sus libros para la primera clase. Sonrió. Comenzó a caminar para acercarse al menor, pero cuando estaba a pocos metros de alcanzarlo otro chico se atravesó en su camino llegando primero al lindo omega.

Prefirió no interrumpir, seguramente era un chico de su clase que necesitaba ayuda del menor para algo, suponía que no tardaría mucho y él podría acercarse luego de que el otro alfa se fuera, pero aún así eso no quitaba la incomodidad que se había creado en su pecho.

Se quedó observándolos a una distancia considerable, Jeongin se veía algo incómodo mientras que el otro chico tenía una gran sonrisa en su rostro.

En un rápido movimiento el chico había acortado su distancia con Jeongin, dejando unos pocos centímetros que los alejaran. El lobo de Hyunjin se puso alerta. Hyunjin agudizó su oído para escuchar lo que decía el otro chico.

—Me gustas mucho Jeongin. Te he observado desde la distancia por mucho tiempo y quiero que me des la oportunidad de cortejarte y demostrare que soy el alfa que necesitas y te mereces.

Hyunjin sintió una punzada en su pecho, y el silencio del menor no ayudaba mucho a su situación.

—H-Hyung yo...

Hyunjin no quería terminar de escuchar, el otro alfa parecía un buen chico, tal vez el ideal para Jeongin.

Sus amigos se lo advirtieron, debió cuidar de Jeongin, pero se dio cuenta de todo demasiado tarde. Su corazón dolía, su lobo lloraba de desesperación, al parecer había perdido a su omega.

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, nunca creyó que llegaría el momento en el que él "el gran Hwang Hyunjin" lloraría por un omega. Al final la vida daba muchas vueltas.