𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 [𝑯𝒚𝒖𝒏𝑰𝒏]

Capítulo 12

Sintió los labios del alfa dejar un largo camino de besos por su cuello, soltó leves suspiros gracias a la sensación tan satisfactoria. Las manos del mayor pasaron por debajo de su camiseta acariciando su plano abdomen, un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo al sentir esas frías manos pasarse por su piel, sus suspiros cada vez eran más fuertes, soltaba balbuceos sin sentido disfrutando de los toques del alfa. Con un ágil movimiento el mayor logró sacar su camiseta, comenzando a dejar besos por las clavículas del omega que pronto pasaron a ser mordidas dejando marcas rojas que probablemente al día siguiente estarían de un color morado. Luego de unos minutos en esa zona decidió seguir bajando por el hermoso cuerpo del más pequeño llegando a sus pezones, comenzando a estimular el pezón izquierdo con su lengua y el derecho con sus dedos, sacándole un profundo gemido al chico que estaba debajo suyo. Jeongin enredó sus dedos entre el cabello de su alfa, tirando delicadamente de este. Cuando el mayor dejó de estimular los pezones del menor levantó su rostro para poder juntar sus labios en un acalorado beso, pasando sus brazos alrededor del cuello de Hyunjin.

—Alfa~— gimió en el oído del mayor haciendo que soltara un gruñido de excitación.

Se separó del pequeño cuerpo bajo su anatomía para poder quitar sus propias prendas, quedando con una prenda cubriendo su hombría, antes de volver a acercarse al omega. Mordió el lóbulo de Jeongin sacando un excitante gemido al menor.

—Hoy serás mío, pequeño~ porque tú eres mi omega, sólo mío— tomó la cintura del menor con fuerza.

Giró sus cuerpos haciendo que el menor quedara sobre su regazo, bajó sus manos hasta el trasero del omega sintiendo lo húmeda que se encontraba la zona, comenzó a mover su entrepierna rozando el trasero del menor, haciendo qué ambos gimieran en el proceso.

Jeongin despertó bastante agitado por el sueño que había tenido, sabía que por ser omega en su celo se sentiría excitado y caliente, pero no creyó llegar a tener sueños húmedos con el alfa que últimamente estaba en sus pensamientos.

Alejó esos pensamientos de su cabeza y miró a su entrepierna notando que tenía una erección, sumando que había lubricante natural en su ropa interior y pantalón de pijama.

Suspiró pesadamente antes de levantarse de su cama con una gran incomodidad en su parte baja. Buscó una toalla en su armario y fue al cuarto de baño, en el cual comenzó a quitar su pijama antes de entrar a la tina. Abrió ya llave dejando que el agua fría llenara la bañera.

Cuando sintió que estaba lista ingresó con cuidado y se sentó en esta dejando que el agua se llevara todo el calor del sueño, no podía demorar mucho ya que en menos de una hora entraba a clases y para su mala suerte la primera era matemáticas con el maestro HongJoong. Aunque era un buen maestro, solía ser bastante exigente y prefería evitarse problemas con él. Enjabonó su cuerpo y su cabello dejando suaves caricias en éste antes de quitarlo con agua y salir de la tina, drenó el agua de la bañera y al salir envolvió la toalla en su cintura, lavó sus dientes rápidamente y salió del baño.

Sacó de su armario un pantalón negro algo ajustado y una camiseta ancha blanca, junto con unos tenis negros; se miró en el espejo quedando satisfecho con su elección. Secó sus cabellos con rapidez antes de tomar su mochila y bajar a la cocina donde se encontraba su madre.

—Buenos días, mamá— dejó un pequeño beso en la mejilla de la mujer.

—Buenos días cariño, ¿cómo dormiste?— preguntó.

—Bien, oye mamá podrías darme un vaso de agua para poder tomar mi supresor, por favor— la mujer asintió y en menos de un minuto le pasó a su hijo lo que había pedido.