𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 [𝑯𝒚𝒖𝒏𝑰𝒏]

Capítulo 7

Al ser fin de semana no tenía mucho que hacer, más que los deberes de la escuela, pero estos ya los había dejado hechos el día anterior.

Sus padres cómo siempre habían salido a trabajar y el había quedado sólo en su hogar.

Por ahora lo primero que haría sería preparar algo de desayuno, ya que su estómago rugía por el hambre que sentía en esos momentos.

Al tener tanta flojera y en gran parte ser malo en la cocina, optó por comer un poco de cereal y fruta, algo fácil, delicioso y saludable, mismas palabras dichas por Jeongin.

Fue al sofá y puso un programa al azar mientras comía su desayuno. Estuvo así poco tiempo en lo que terminaba de comer.

Cuando terminó, dejó el plato en el fregadero diciendo que lo lavaría después. Se volvió a sentar en el sillón y tomó su celular para revisar un rato sus redes sociales, pero se vio interrumpido al recibir una llamada, era Felix quién llamaba.

—Hola Lixie— saludó con entusiasmo.

—Hola, Innie. ¿Cómo estás?— preguntó su primo.

—Bien, hyung. ¿Y usted?

—Bien... Innie, te quería preguntar si ¿Chris y yo podríamos ir hoy a visitarte?— dijo con entusiasmo.

—Claro que sí, Lixie. Aunque mamá y papá no están, así que si quieren pueden venir y preparamos el almuerzo.

—¡Claro!, nos vemos en un rato, adiós.

—Adiós, Lix— terminó la llamada.

Revisó la hora en su celular y vio que ya eran pasadas las diez de la mañana, se levantó del sofá y estiró sus articulaciones antes de levantarse de este. Pensaba tomar una ducha.

Fue directo hacia el baño y cerró la puerta tras el, se desnudó con rapidez y se adentró a la ducha. Dejó que el agua fluyera sobre su cuerpo antes de comenzar a pasar el jabón por este. Tardó diez minutos en su baño y al terminar sujetó una toalla a su cintura para ir hacia su habitación.

Buscó algo cómodo en su armario para vestirse, no planeaba salir de su casa y sabía que a su primo y la pareja de este no les molestaría verlo con ropa sencilla. 

Cuando estuvo listo volvió a la sala de estar para ver televisión en lo que llegaba su primo y su pareja, encontró un programa infantil con el cual se entretuvo hasta que el sonido de la puerta lo sacó de su pequeño trance. Se levantó del sofá en dirección a la puerta para poder abrirla, cuando lo hizo se encontró con su primo y la pareja de este dedicándole una sonrisa. 

—¡Hola, Innie!— el pecoso se abalanzó a su primo para darle un abrazo.

—Hola, Lixie— correspondió el abrazo de su primo y se separaron al poco tiempo.

Miró a la pareja de su primo y este revolvió sus cabellos con cariño antes de entrar a la casa. Dejaron sus cosas a un lado del sillón y los tres se sentaron en este.

—¿Que estabas haciendo?— preguntó Chris.

—Miraba caricaturas— respondió el menor, avergonzado.

—¿Enserio? ¡Yo también quiero!— respondieron los otros dos a la vez.

El menor soltó una carcajada y puso el programa que estaba viendo antes de que llegaran sus mayores, los tres se concentraron en la caricatura y de vez en cuando soltaban risas, pareciendo unos niños chiquitos.

Cuando el programa terminó los tres presentes hicieron un puchero y luego se miraron entre ellos.

—Ya es tarde, hay que empezar a cocinar— dijo el pecoso, los otros dos asintieron a sus palabras.