El Paraíso de Fayra

Mejores amigos por siempre bitch

Cuando Wendy dijo la última parte, mi sangre comenzó  a hervir y mis puños se tensaron en este momento deben estar blancos por la presión, no conocía a ese hombre pero ya lo odiaba

-¿Sabes que fue lo peor de todo?- me dijo en un susurro, no pude contestar no quería saber- que a la mañana siguiente actuó como si no hubiera pasado nada, no lo recordaba, ¡El bastardo no lo recordaba!- gritó entre sollozo

-Wendy baja la voz- dije mientras la abrazaba y le sobaba la espalda con suavidad, tratando de controlar mis instintos asesinos de buscar al maldito para poder matarlo con mis propias manos, eso era inaceptable que un padre le haga eso a su propia hija, es una completa mierda.

-Aún hay más- dijo en un hilo de voz pero no me separo de ella, lo cual agradecí- mi hermano notaba que yo actuaba raro y me preguntó que me pasaba, al principio no quise decirle por miedo a que enfrentara a papá y le hiciera daño, pero una vez me encontró llorando y no tuve otra que decirle- comenzó a sollozar otra vez- él lo mato Fayra- dijo por último y me tense completamente mis músculos se contrajeron completamente

-¿Quien a quién?- pregunté con mi voz gruesa

-Mi hermano a mi padre- dijo llorando, liberé un suspiro mentalmente, prefería mil vecés eso a que hubiera sido su padre- y ahora él se encuentra en la cárcel por mi culpa y lo único que pude hacer como cobarde que fui, fue huir como él me indicó porque no pensaba dejarme con mi madre quien si me odiaba antes ahora me odiaba más él tenía miedo por mí, ¡él! Quien iba a pasar 10 años en la cárcel- dijo cada vez más alterada la abrace aún más fuerte

-¿Hace cuánto?- pregunté un susurro

-7 años- dijo sorbiendo por la nariz, hice la cuenta y mi respiración se altero tenía 12 años cuando sucedió, ¡12 años!

-Sabes que yo también lo mataría si estuviera vivo ¿no?- le dije sin ninguna pisca de broma- y que no tienes la culpa de nada, que él se lo merecía

-No, no todo es mi culpa Fayra, no hay otra opción yo tengo la culpa de todo

-No, Wendy, no la culpa la tiene el hombre muerto, él no voz tú eres una víctima, no la culpable

-¿Y mi hermano?- preguntó sollozando

-Él era y es él héroe de la historia, tu salvador y alguien que recibirá una gran recompensa te lo seguro- le dije mirándola a los ojos

-No, no, no- comenzó a decir otra vez

-Wendy hazle caso a Fayra, tiene razón- dijo Elkin sorprendiéndonos entrando al a habitación

-¿Hace cuánto que te encuentras allí? -pregunté preocupada

-Lo suficiente para saber él porque de  sus actitudes raras- dijo  dando una media sonrisa, le tiré la almohada de Wendy, mientras que esta río

-Claro y tú eres míster perfecto- dijo Wendy, pero él solo hizo una mueca de dolor

-No, no lo soy- esta mañana iba ser muy larga- Mi vida anterior pudo haber sido perfecta ¿saben?, tenía todo, una familia feliz, unos padres que se amaban y que me amaban pero yo era un ciego que no lo veía, me metía en problemas siempre causando que mis padres discutieran siempre por mí, una noche no volvía  a casa porque había una fiesta en mi ciudad en la cual si no asistías no eras popular y por supuesto como él crío que era, fui creyéndome esa estupidez.

“La pase muy bien hasta me ligue algunas chicas y yo estaba feliz tenía 15 años y ya era todo un don juan- rio ante eso pero era una risa triste- cuando llegue a mi casa, sabía que me iba encontrar con mis padres muy enojados conmigo, pero no había nadie en la sala de estar, así que aproveche y me escabullí a mi habitación, para evitar sus sermones de cómo ser un buen chico”