Flora nunca se imaginaría lo que el destino le tenía preparado...
Los problemas comienzan para la joven tras la muerte de su tía, teniendo que cuidar de su alcoholico tío y obligandose a buscar trabajo para poder mantenerse.
Nada podía estar peor, l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(POV Flora):
—¿Dónde estabas? —su atropellada forma de hablar me indicaba que ya se encontraba ebrio—. Has tardado más de la cuenta.
Cerré la puerta con cuidado, dándome la vuelta para observarlo de pie enfrente mío con una botella de cerveza en la mano. Su oscura mirada me recorrió de pies a cabeza, mostrando una cínica sonrisa al alcanzar mis ojos.
—Una verdadera flor, como decía Aryana...
Lo miré entre sorprendida y asustada, ya que aquella extraña forma de actuar no correspondía a ninguno de sus estados de ebriedad, menos el que mencionara a mi tía tan abiertamente. Era la primera vez que lo hacía en años, siempre me callaba cuando trataba de recordarla... Era la primera vez en años que volvía a pronunciar su nombre sin que las lágrimas lo inundaran.
No sabía qué responder, si contestar sus preguntas o indagar en aquella extraña forma de tratar, por lo que preferí guardar silencio, agachando mi cabeza en un intento de ignorar el escudriño de sus perversos ojos.
—Debí de verlo antes... —volvió a pronunciarse, su ronca voz resonando con fuerza en mis oídos, impresionándome la gentileza que de su ser emanaba—... Tú podrás sacarnos de esta miseria...
«¿A qué se refiere?»
Mi corazón palpitaba con fuerza, el miedo paralizándome por completo. Sabía siempre a lo que me enfrentaba cuando llegaba a casa, estaba preparada para cualquier cosa que de él viniera... Pero en estos momentos no podía leerlo, no había ni una pequeña pista en su actuar que me indicara lo que estaba por realizar, y aquello me asustaba más de lo que creía. No conocía en completo a aquel hombre que yacía imponente frente a mí, aquel que alguna vez me digné a llamar mi pariente más cercano.
—Te vi... —comenzó a formular, haciéndome levantar la cabeza de golpe ante lo que aquello podía significar—... No sabía que conocías a Orfeo...
«Ay, no... Esto va de mal en peor...»
Aunque tenía una duda... ¿Cómo sabe que eran ellos si no los reconoció aquella vez que vinieron a casa?
—Has aparecido en el noticiero junto a aquellos chicos... —curiosamente aquello lo dijo con amabilidad, de a poco dejando de lado la agresividad con la que habíamos comenzado aquella charla—... Jamás pensé que podrías alcanzar tanta fama...
Otra vez no sabía a qué se refería... Era verdad, un canal de noticias local grabó un poco lo que fue la despedida de los chicos antes de que se fueran a Liocott, gracias a ello mi tío sabía que había pasado la tarde con ellos, pero ¿hacerme famosa en base a unas pocas imágenes?
Había aparecido en la portada de una revista importante, pero ni eso él lo había tomado en cuenta... ¿Por qué ahora y con algo tan irrelevante?
Ahora era la duda la que me inundaba, ¿a qué rayos quería llegar con todo esto?
