Desde Krypton [Supercorp].

Preludio.

Krypton.

Ella pertenecía a la casa Vex-Kian, su linaje era de los más influyentes por jerarquía en Argo y en todo Krypton. Sus antepasados por su madre eran soldados y guerreros, los de su padre eran científicos e ingenieros. Ella estaba destinada a pertenecer al Gremio Científico Defensor. Ahí era donde se preparaban a los que estaban destinados a la ciencia de protección y creación de nueva tecnología. Era el arte de ambas casas combinado.

Era distinto al Gremio de Ciencias, pues allí solo se especializaban en la Ciencia y en la invención y solamente en ello, mientras que en el Gremio Científico Defensor tenía ramas. Era el Gremio más exigente. Y en el cual en entrenamiento se inicia desde los seis años hasta que se lo considere miembro oficial a los dieciséis años. Aun así, ella siempre había sido un prodigio.

Ellos eran guerreros capacitados en mente y cuerpo, fantásticos protectores de Krypton. Lena estaba a meses de ser nombrada miembro oficial del Gremio al que le entregó su infancia cuando Krypton explotó, su misión había sido proteger a los miembros más jóvenes de la familia El, los regentes del planeta. La familia El estaba conformada por miembros sustanciales del Congreso.

Y ella estaba destinada a protegerlos. En su cápsula fueron enviados varios aparatos e inventos, fue mandado el núcleo de las cápsulas de parto para que la tecnología no muera, también enviaron armamento ligero para que nunca se los deje desconsolados. Su familia sabía de lo que podría suceder, y como sucesora única se le había sido concedido el conocimiento de la situación.

Ellos estaban listos, aunque no sabían en que momento sucedería. Solo guardaban una nave en la que ella sería enviada, pues más hubieran sido sospechosas, así que su familia no se salvó. Ellos se quedaron para morir en su amado planeta.

A penas tenía dieciséis años cuando todo pasó. Tuvo dieciséis durante veinticuatro años más. La Zona Fantasma se la tragó a ella y a su nave, ella solo pudo derramar lágrimas mientras monitoreaba las naves de la Casa El. Notó que solo una de ellas logró evadir los escombros, solo una fue hacia la Tierra. Calculó la longitud, la velocidad, y extendió mapas hasta que sus se durmió.

Estados Unidos. Allí era donde caería, con suerte, Kal-El de Krypton. Él tendría que hablar inglés, pero estaba bien. Él era un bebé, no sabía nada sobre un planeta destruido y familiares desvanecidos en el espacio. Aplastó un botón con las pocas fuerzas que le quedaban, induciendo al interior de la nave de Kara Zor-El en el sueño. La niña no tenía por qué seguir recordando todo lo sucedido detrás de ellas.

Su nave estaba conectada a las de los dos herederos El, con una respiración entrecortada logró activar los controles de aterrizaje de la nave de Kal-El, amortiguadores para la caída e impacto. Tocó un par de botones y pronto las imágenes del interior de las naves aparecieron delante de sus ojos tristes y cansados, rojizos por las lágrimas derramadas.

El bebé estaba dormido, con una manta roja con el símbolo de la Casa El bordado en el centro. Tenía un dedo en su boca y el otro puño se cerraba entorno a la tela roja. Sus ojos se dirigieron rápidamente a la imagen de Kara Zor-El.

La niña rubia tenía los ojos cerrados y el cabello se pegaba a los costados de su rostro por el sudor, el llanto había marcado sus mejillas suaves y sus brazos tenían enrollados la misma manta del bebé. Un poco más grande, un poco más usada, pero el mismo significado. Su rostro era cómo el de un ángel, pero era un ángel que sufría y lloraba. Su belleza eclipsando sus tan adoradas puestas de sol en Argo, las que se vislumbraban desde su habitación en el Gremio y las que pintaban las ventanas de su casa.

Ella sonrió con incredulidad, Kara Zor-El tenía trece años, la edad en la que la Matrix podía tomar la compatibilidad de dos personas. Zor-El y Fe-Vex, sus padres, desde que Lena nació habían hablado de una unión, y cuando nació Kara nada los detuvo. Las pruebas de la Matrix habían sido enviados solo cuatro días antes de la devastación, Kara sabía que le iban a hacer una prueba para la Matrix sin embargo no sabía con quién, solo que era una mujer mayor que ella por tres años y que su familia era importante; igual estuvo de acuerdo. Pero las pruebas habían sido obtenidas ese mismo día en la mañana, Lena las había visto, Kara no había alcanzado.

Lena Vex-Kian observó el rostro de su prometida hasta que sus propios ojos se cerraron. 

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Esto salió después de leer muchos Fics y por buscar inspiración para mi otra historia.