Caso 7

1.4K 109 40
                                    

Amanecieron los tres juntos recostados en el suelo, sin llegar a preocuparse por el espacio ya que estaban abrazados a Yeo, quien dormía en el medio mientras dos koalas se abrazaban a él. Este fue el primero en despertarse, estaba inmóvil, sintiendo que si hacía un movimiento rápido le dolería hasta el alma. Su delgado cuerpo estaba entumecido, sin poder recordar haber hecho nada que lo cansara de esa manera, mucho menos que le doliera.

-San, San... Despierta.- movía el hombro de su compañero para despertarlo, pero este apenas rezongaba para volverlo a abrazar.

Comenzó a deslizarse bajo los brazos de aquellos ositos cariñosos que lo apresaban, logrando salir ileso, pero totalmente reventado. Sus piernas temblaban más que los días anteriores, sus caderas dolían y aunque sus marcas ya se estaban desvaneciendo, aún eran notables. Estaba devastado, se cansó de todo esto, de su cuerpo débil y su falta de memoria. Sabía que algo ocurría pero sin poder conseguir una respuesta clara a su dilema que tanto le atormentada. 

Lágrimas recorrieron su mejilla, estuvo soportándolo todo este tiempo pero ya estaba en su límite. Pensar demasiado lo consumía hasta el punto de estresarlo, quería encontrar una respuesta lo mas pronto posible y terminarlo de una vez por todas. 

Seguía sollozando en el suelo, aún en la sala de estar, por lo que San y Hong despertaron por eso. Reaccionaron rápido y fueron hasta él, abrazándolo entre ambos e intentar consolarlo.

-Oye ¿Qué te pasa? ¿por qué lloras así?- Su mayor casi quiso llorar con él al ver a su lindo compañero llorar de esa manera.

-¡Responde por favor! ¿te duele algo? ¡ya dinos!- San estaba aún mal alterado. 

-Contrólate tú también, no grites tanto.-

-Mi cuerpo... estas marcas... me-me siento exhausto, estoy harto de sentirme así...  Si ustedes saben algo por favor díganmelo.- 

-Ya ya... lo hablaremos una vez despierten todos, ahora lo que necesitas es tranquilizarte, vamos.- sus dos compañeros lo levantaron para sentarlo en el sofá.

Le dieron un vaso de agua y lo cubrieron con una manta para que dejara de ver esas manchas rojas y moradas en su cuerpo. Esperaron hasta que todos se despertaran y que fueran directo a la sala de estar, con la escusa de una reunión grupal. Hong iba a comenzar a hablar cuando de pronto, el timbre resuena en todo el departamento. Se aproximó a la entrada, descubriendo a la persona detrás de la puerta, era WooYoung, había vuelto de sus minis vacaciones de última hora.

-¡Hyung, estoy de vuelta!-

-Que bien, llegas justo a tiempo, entra.- Woo se adentró al departamento un tanto decepcionado, esperando una cálida bienvenida, la cual no obtuvo.

-¿Qué está pasando? ¿por qué están todos serios?- vio a todos ocupando la mayoría de los asientos, terminando por ver a San que palmeaba un lugar libre a su lado.

Fue hasta allí sin decir nada, pero inquieto y nervioso, presintiendo que algo malo pasó mientras él no estaba.

-Bueno, cosas serias estuvieron pasando esta última semana, si alguien tiene algo que decir por favor hable ahora.-

-¿Decir algo sobre qué?- Jongho se hizo el desentendido, él también tenía algo para decir, al igual que todos.

-De YeoSang, principalmente los que durmieron con él en la misma habitación.- prosiguió el segundo mayor.

-Yo tengo algo que decir...- Woo se atrevió a levantar su brazo primero.

-¿Tu? Pero si estuviste fuera todo este tiempo.- el mayor de todos se intregra a la conversación.

S̲̅e̲̅x̲̅o̲̅m̲̅n̲̅i̲̅a̲̅ ┋Yeosang┋harem┋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora