× Capítulo Diez ×

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—A ver, JiMin, recapitulemos— Tae caminaba de un lado a otro por la habitación de JiMin mientras intentaba asimilar lo que su mejor amigo acababa de contarle y mostrarle.

—Si— JiMin asintió.

—Tú eras el hombre de compañía de un príncipe, el príncipe Min YoonGi— vio a JiMin asentir de nuevo —pero... Te ejecutaron por algo que tú no hiciste ¿Cierto?.

—Cierto.

—Y por eso es que comenzaste a tener esos recuerdos sobre tu vida pasada ¿Correcto?.

—Correcto.

—Y ahora estás buscando a ese tal YoonGi por qué sientes que él es una parte importante de tu vida ¿Entendí bien?

—Entendiste bien.

—Y tu hermano Hoseok te dijo que él conoció a un chico llamado Min YoonGi pero crees que es mera coincidencia— se canso de caminar y se sentó en la cama junto a JiMin.

—Si— se giró para ver mejor a Tae —y quiero ir con él hoy pero siento que me decepcionaré si no es el YoonGi que busco, así que no iré.

—Bien, ¿Que quieres que haga yo entonces?— lo miro.

—Quiero que me ayudes a buscarlo.

—¿Yo como rayos haré eso?— pregunto confundido.

—Vamos, tu padre conoce a toda la ciudad, debe haber alguien que por lo menos haya escuchado de él.

—Est...— Tae se vio interrumpido por el timbre de su celular —espera— saco su celular y contesto la llamada, era su padre —¿Si?, ¿Ahora?, Está bien, voy para allá.

—¿Paso algo?— pregunto JiMin un poco preocupado.

—No, al parecer llegó una hermana de papá que yo ni en cuenta que existía y se quedará en casa, tengo que ir a dar la bienvenida y mostrar mi hospitalidad a ella y a mi supuesto primo— puso una de sus lindas sonrisas cuadradas y se despidió —nos vemos luego, Mochi— camino hacia las escaleras y se despidió de los padres de JiMin —¡Hasta luego, señores Kim!— y salió por la puerta principal.

—¡Hasta luego!— se despidieron ellos antes de que se cerrará la puerta por completo, después miraron a JiMin quien solo se encogio de hombros con una sonrisa.

Tae caminaba animadamente hacia su casa, su padre dijo que lo quería ahí de inmediato, pero como nunca obedecía las órdenes de su padre, caminaba con calma por aquella acera.

Luego de unos minutos ya estaba a tan solo dos manzanas de llegar a su casa, pero decidió detenerse en el puesto de bollos de siempre.

—Hola, señora Lee— saludo amablemente a la anciana que atendía aquel puesto.

—Hola, TaeHyung ¿Cómo te va?— se puso de pie frente a él, del otro lado del puesto.

—Ya sabe, como siempre— ambos rieron —una orden por favor.

—Claro que si— la señora le entrego una bolsa de papel y él se despidió.

Un Siglo Sin Ti •YoonMin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora