× Capítulo Diecinueve ×

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—No— JiMin se separó —déjame— se levantó del sitio en el que estaban y comenzó a caminar de regreso al auto.

—¡JiMin! ¡Espera!— grito YoonGi viendo cómo se alejaba.

—¿Puedes llevarme a casa?— pregunto cuando ambos estuvieron dentro del auto.

—Claro— respondió mirando la pequeña cabaña, sabiendo que la había alquilado por nada, pues JiMin ahora ya no quería verlo.

Durante todo el trayecto JiMin permaneció con la mirada fija en el cristal, recordaba aquellos días dónde comenzó a tener esos sueños, o mejor dicho, recuerdos, esos recuerdos que lo habían atormentado noches enteras, que no lo dejaban dormir, que habían provocado su accidente.

Lo había pensado una y mil veces en todo el camino, había pasado por su cabeza la idea de que YoonGi no lo amaba tanto como decía, tanto como JiMin a él. Llegó a la conclusión de alejarse de él, continuar cada quien con su vida, tal vez su destino no era estar juntos en esta vida, ni en la pasada, puesto que ambos habían muerto y como su padre Jin decía: las cosas siempre suceden por algún motivo, así que su decisión ya estaba tomada.

Después de un rato YoonGi aparco frente a la casa de JiMin.

—Hemos llegado— dijo al chico que permanecía mirando a través del cristal.

—Gracias— lo miro —no me busques más ¿Si?— dicho esto JiMin bajo del auto y entro en casa.

Esas palabras fueron como una daga en el corazón de YoonGi, no podía creer que después de todo lo que pasaron juntos ahora estuviese diciéndole esto.

—No te preocupes, no lo haré— susurro sintiendo como una lágrima resbalaba por su mejilla y arrancó el auto.

No sabía a dónde iría, no quería ver a TaeHyung en este momento, sabía que tenía que ir a ver a su madre pero a estas alturas JiMin ya le había contado todo a su primo y no quería que este último comenzará a hacer preguntas.

Dejaría de buscar a JiMin aunque eso no significaba que dejaría de cuidarlo, se había prometido que no dejaría que nada malo le sucediera y cumpliría su promesa.

Luego de dar vueltas por todo el vecindario sin parar, decidió regresar a su apartamento, hacía algunos días que no veía a Chan y necesitaba distraerse.

Al llegar escucho música desde el pasillo.
Al parecer ChanYeol había hecho una fiesta.

Al entrar vio a demasiadas chicas, más chicas que chicos a su parecer, caminó entre las personas hasta llegar a su habitación.
Entro y se encerró.

Unos minutos después ChanYeol entro con dos vasos en sus manos.

—Vamos, amigo— se sentó junto a él en la cama —ven a divertirte, Su-Yeon está aquí— le entrego uno de los vasos.

—No lo sé— YoonGi tomo el vaso y dió un gran sorbo a la bebida.

—Anda, vamos— lo levantó —no sé lo que te haya pasado pero tienes que distraerte.

—Esta bien— sonrió y quitó su chaqueta.

Ambos salieron de la habitación comenzando a reír y charlar con todos, tragos, baile y más tragos fue lo que desató el error que cometió YoonGi.

Un Siglo Sin Ti •YoonMin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora