Un Siglo Sin Ti •YoonMin•

× Capitulo Treinta ×

—No es verdad— lo miro de inmediato —estas mintiendo ¿Cierto?— no quería llorar pero las lágrimas amenazaban con salir —¡Él no puede estar muerto! ¡Dime qué no es cierto!— comenzó a llorar.

—JiMin... Cariño, tranquilízate— intentó abrazarlo pero este se alejo —sabes que jamás te mentiría, solo quiero lo mejor para ti— había tanta hipocresía en su voz.

—Vete— lo echo —¡Vete! ¡No quiero ver a nadie!— gritó.

—¿Qué pasa?— entro NamJoon en la habitación, alarmado por los gritos.

—¡Está muerto, papá! YoonGi murió y no estuve con él— NamJoon miro de inmediato a Jin quien solo asintió.

—Tranquilo, todo estará bien— lo abrazo para tratar de tranquilizarlo —es mejor que salgas— esta vez se dirigió a Jin.

—Pero...

—Pero nada, tú y yo tenemos que hablar— Jin salió molesto de la habitación y entro en la suya dando un portazo.

JiMin seguia llorando, su corazón estaba destrozado, no sabía que hacer, no podía comunicarse con Hoseok, ni TaeHyung, todo había pasado muy rápido.

Para colmo su celular no aparecía por ningún lado.

Luego de un rato se quedó dormido, NamJoon acariciaba su cabello tratando de tranquilizarlo aún más, sabía que lo que su esposo había hecho estaba mal, muy mal y no lo iba a permitir.

Se levantó y salió de la habitación, entro en la suya observando como Jin leía tranquilamente un libro mientras tomaba una taza de te.

—¿Qué es lo que planeas?— quito su saco y lo lanzo sobre el sofá.

—¿De que hablas?— se hizo el desentendido.

—Sabes de lo que hablo— lo miro de manera muy seria —¿En qué estabas pensando? ¿Por qué mentiste así?— se posicionó frente a él.

—No puedes culparme ¿Si?— NamJoon rió de manera irónica —solo quiero lo mejor para JiMin, que sea feliz, eso es todo.

—¿Feliz? ¿Estás hablando en serio?— rodó los ojos —¿No te das cuenta que su felicidad está junto a ese chico?— dijo refiriéndose a YoonGi.

—No me importa, ese chico no es bueno para mí JiMin— cerró su libro y se puso de pie —pronto llegará la persona que pueda amarlo y JiMin lo ame de igual manera, sea chico o chica sé que llegará.

—¡Entiende que nuestro hijo es feliz con YoonGi!— lo tomó de los hombros desesperado.

—¡Nam!— grito de vuelta —tranquilizate, me lastimas— NamJoon lo soltó de inmediato, se toco el cabello con frustración, no entendía por qué su esposo estaba haciendo esto.

—Lo siento— se separó —pero ten por seguro que si no le dices tú la verdad, lo haré yo.

—Lo haré— dijo mientras cruzaba los dedos detrás de su espalda, por supuesto que no lo haría, él queria que su hijo fuera feliz y estaba seguro que con YoonGi no encontraría esa felicidad.

Que equivocado estaba.

—¿Cómo va su tratamiento?— pregunto Hoseok.

—El doctor dice que va muy bien, que ahora la posibilidad de que despierte es del ochenta y cinco porciento— se notaba la felicidad en la voz de Tae —¿Sigues sin poder comunicarte con él?.

Hoseok asintio, su hermano no respondía sus llamadas, tampoco sus padres, ni nadie cercano a ellos, eran meses los que llevaba sin saber de él.

—He enviado miles de mensajes y no ha respondido ni uno solo— miro su celular, por suerte había escrito el número telefónico de JiMin en su pequeña agenda, pero se le hacia un poco raro que su hermano no respondiera.

—Seguro está ocupado y por eso no responde— era la respuesta que TaeHyung le daba todos los días.

Estaba frustrado, no sabía que hacer.

Se pusieron de pie y ambos comenzaron a caminar hacia la salida del hospital, no habían comido nada en todo el día y sus estómagos pedían alimento a gritos.

—Tranquilo, ya verás que pronto tendrás noticias de él— dijo Tae tratando de tranquilizarlo.

Hoseok sonrió y depósito un tierno beso en los labios de su novio.

—Si, solo espero que YoonGi despierte pronto para poder regresar— ambos asintieron y caminaron hacia un restaurante que se encontraba cerca del hospital.

—¿Entonces el trato se hará?— pregunto el hombre a su gran amigo NamJoon.

—Por supuesto— respondió Jin de inmediato, estoy seguro de que JiMin estará muy feliz.

NamJoon solo asintió, no estaba de acuerdo al hacer esto, pero sabía que era la única forma de salvar la empresa de su amigo.

—Muy bien, le avisaremos a nuestro hijo y todo se hará de acuerdo al plan— dijo la esposa de aquel hombre que se encontraba sentado junto a ella.

—Claro, nosotros también le avisaremos a JiMin y todo saldrá de maravilla— Jin estaba feliz, pues su plan se estaba realizando y no había tenido la necesidad de contarle la verdad a JiMin, como NamJoon se lo había pedido.

—Muy bien, señores Kim, nos vemos hasta entonces— aquella pareja se levantó y con una reverencia ambos se marcharon.

—Sé que no es lo que quieres paga nuestro hijo, pero sabes que no hay otra manera de salvar la empresa de tu amigo de la bancarrota— tomo su rostro entre sus manos y deposito un pequeño beso en los labios de su esposo.

—Pero podríamos hacerles un préstamo, no tenemos que utilizar a JiMin para esto, además el no estará de acuerdo— seguía insistiendo en no utilizar a su hijo.

—Si, pero lo que ellos necesitan no es un préstamo, es estar relacionado con una de las familias más importantes de Corea, y nosotros somos una de esas familias, tuvieron la suerte de conocernos desde hace años— no podía creer que su esposo se volviera una persona así, fría y sin sentimientos.

—Esta bien...— suspiro resignado.

Solo esperaba que JiMin no sé tomara tan mal la noticia.

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Hola, volví bebés.
Lamento muchooooo la larga espera, intentaré actualizar pronto.
Les aviso que quedan poquísimos capitulos para el final.

Muchas gracias por leer, lxs amo 💜

Nos leemos pronto, chaíto 👋🏻❤️