Alexander (Gay)

Capítulo 44

No era un momento de silencio incómodo, lo juro, pero algo se sentía extraño cerca de Alex.

—¿Te molesta que lo sepa?—negó rápidamente a mi pregunta.

—No. Solo que, esperaba ser yo quien te lo contará.

—¿Pero habías planeado decirme alguna vez?—se quedó callado.

Como imagine.

>Sabes que lo último que quiero es ponerte presión Alex pero a veces siento que eres tú el que está en ventaja en esta relación.

Estoy enamorado y no pienso mucho cuando estoy cerca de él pero a veces a la noche cuando no hay ruidos o sonidos pienso que Alex sabe casi todo sobre mí. O por lo menos sobre que me pasó en el pasado, hay mucho que no le conté pero el "concepto" él lo sabe.
No sabe los detalles pero yo le dije lo más importante y a veces me siento como un tonto esperando algo que sé que nunca llegará.

Digo esto en mi cabeza porque no sé si seré capaz de decirle todo esto mientras que por otro lado le digo "no te quiero presionar"

Sus ojos se agrandaron por unos segundos y negó viniendo a mí.

—No. Oliver, no estoy en ventaja pero tengo miedo ¿si?—mis ojos miraron los suyos—Tengo miedo de que sepas todo y... lo... cuentes.

Ah

Apreté mis párpados y mis labios.

No le diría la típica frase de "¿no confías en mí?" porque supongo que lo entiendo pero mierda mierda, duele igual que no confíe en mí.

Me siento enfermo y estúpido.

Alce mis párpados y noté mi mirada borrosa.

>No llores, Oliver no quise heri--

—No, está bien—murmuré dando un paso atrás—Lo entiendo Alex, lo entiendo, créeme pero... arde un poco—caminé hasta el sofá de la sala.

Mi pecho estaba apretado y mi garganta igual.

Estaba haciendo un drama.
Supongo que él se cansará de mí si sigo así, le di varios problemas, sería lo normal.

Yo tampoco gastaría mi tiempo contando mi pasado con alguien que sé que estaría meses de pareja.

>Lo siento por el drama—murmuré cuando lo sentí cerca mío.

—No es drama, reaccionaría igual. Sé que quieres respuestas Oli, sé que las necesitas porque entiendo tu situación como tú entiendes la mía. Solo dame tiempo, te lo suplico. Es lo único que pido.

—¿Piensas dejarme?

—¿Qué?

Comprendo porque no entiende, yo tampoco sé porque lo pregunte.

Oh, creo que sí lo sé.

Tal vez porque soy un inseguro de mierda.

—Nada, lo siento.

—Deja de pedir perdón, no es tu culpa—agarró mi brazo y me jalo hacia él, lo abracé triste.

>No es tu culpa estar preocupado, no es tu culpa tener dudas, no es tu culpa decir lo que piensas. Está bien, Oliver. Me gustas y me gusta que sepas lo que es la comunicación.

>Y con respecto a lo otro, no, no planeo dejarte—acarició mi cabello y mi nuca.

Limpié mi nariz en su remera, soltó una pequeña risa.