Alexander (Gay)

Capítulo 51

leer nota al final de todo♡

—Entonces mi mamá me llama al nu--—dejé de prestar atención a la conversación por la vibración de mi celular.

Estaba en la cafetería con los de mi salón y los del otro, Ámbar estaba al lado mío mientras que los demás al frente.

—Dios, amo esta cafetería—la pelirroja murmuró.

—¿Si?—tomé de mi café y moví mi cabeza—Rico.

—¡Sí! Tienes que probar los muffins que hacen—sonrió.

—Seguro—miré mi celular y Alex me estaba preguntando como la estaba pasando.

Sonreí al ver que me mandó una foto de sus ojos con anteojos.

es tan lindo

Apreté mis labios.

>Salgo un rato afuera—avisé a los chicos.

Marque el número de Alex.

—Bebé—la voz de mi novio se escuchó y sonreí.

—Hola.

—Hola, ¿cómo la estás pasando?—miré el cielo soleado.

—Bien, ahora me pedí un café y el día está lindo.

—Síí, comprame algo te doy el dinero cuando te vea.

—Idiota, te puedo regalar una galleta por lo menos ¿sabes, no?—su risa resono por el parlante.

—Insultame más, me gusta—rodé mis ojos.

—No pensé que te iban esas cosas—me burle.

—Contigo me va todo—sonreí complacido.

—Bueno me voy, idiota—apreté mis labios y corté.

●○●○

—Hola, Oli—quise rodar mis ojos al escuchar la voz de Milton.

—Hola—observó para donde miraba.

—¿Muffins?—asentí mientras pedía uno a la empleada.

>Son muy deliciosos los de aquí—asentí otra vez mientras miraba de reojo las mesas, me sorprendí como más  de la mitad estaba viendo hacía  acá.

—¿Pasa algo que todos nos están mirando?—giré para Milton y quedé (otra vez) sorprendido de como él estaba demasiado cerca—¿Qué crees que hac--?

DIOS

Si no me hubiese corrido de lugar sus labios hubieran tocado los mios.

>¿¡Qué carajos te pasa!?—
me moví más lejos de él.

Sus ojos no se mostraban sorprendidos o con angustia, aunque estaban demasiados abiertos.

Sí, actúe abruptamente.

—¿Sobre qué?—fruncí mi ceño.

—¿Cómo 'sobre qué'? Tengo n--—entreabrí mis labios en silencio y traté de calmarme.

Me miraba con arrogancia.

—¿Qué? ¿Sales con Alexander?—me quede serio.

¿Por qué sospecha tanto? Bueno, no le voy a dar lo que quiere.

Reí y negué.

¿Realmente así quieres jugar?

—Sé que estás obsesionado con Alexander Smith, todo el mundo lo sabe—se puso serio—Pero deja de molestarme sobre eso porque solo me siento junto a él—alcé un poco la voz como para los que estaban en la mesa escuchen.