Alexander (Gay)

Capítulo 31

El sábado llegó y estaba sentado esperando a Milton en uno de los sillones del café-bar.

Era lindo el lugar, nunca había venido pero no por no tener ganas sino por la falta de oportunidades.

Me encantaría venir con Alexander.

-¡Hey! ¿Esperaste mucho?-negué a la respuesta del chico de rulos.

-No, no, hola-me sonrió y se sentó frente a mí.

-Hola-sus ojos se arrugaron y me dio ternura.

Pedimos unos licuados de fresa a pesar de que hacia frío y lo tomamos mientras hablábamos de cosas triviales.

Y así pasó la tarde, no había ningún indicio de coquetear o algo así que estaba feliz... hasta que sacó el tema un tema de charla en particular.

-Bueno, me gusto estar contigo tenía miedo que sea algo incómodo-rió.

-¿Sabes que eso no se tiene que decir, no?-sonreí.

-Sí, tienes razón-miró el suelo-Pensé que ibas a rechazar mi idea de salir.

-¿Por qué?-fruncí mi ceño.

-Es que... no sé, me imaginé que salías con Alexander-apreté mis labios.

-¿Cómo? ¿Qué tiene que ver, Alexander?-rasque mi ceja.

-Varias veces los vi juntos-sus ojos me observaron-Y hay un rumor nuevo acerca de él.

-¿Cuál?

-Dicen que está usando al nuevo y... y tú eres el nuevo-reí.

-Créeme que no.

-Sí, lo sé, yo no creo en todos los rumores pero igual... tenía el presentimiento que dirías que no-mordió su labio-¿Pero eres cercano a Alex, no?

-No-mentí-Luisa me pidió que no me acercara a él.

Movió su cabeza varias veces.

-¿Por casualidad no tienes su número?-lo miré desconfiado.

-¿Me pediste salir para eso?-negó rápidamente.

-No, no, solo me gustaría hablar con él... como amigos-miré el cielo.

-Se está haciendo de tarde, mejor regreso a mi casa-lo saludé sin darle tiempo a reaccionar-Cuídate y nos vemos el lunes.

Me fui y él no insistió.

Me senté en una banca de cemento ramdon y saqué mi celular fastidiado.

Alex me pidió que le avise cuando la salida termine así me pasaba a buscar.

Acepté porque su auto tenía las ventanas negras y estaba solo.

El miedo era que si él me llegaba a dejar en el café-bar Milton esté ahí y lo vea ya que sería de día y tranquilamente podría ser visto por él o cualquier otra persona y los rumores aumenten y me terminen involucrando.

Espere 20 minutos hasta que su auto frenó frente de mí. Subí cerrando la puerta y dejándole un beso en los labios.

-¿Cómo fue?-empezó a andar y me recosté en el asiento.

-Bien-moví mis labios.

-¿Seguro? Te ves molesto-rió y sonreí.

-Sí, puede ser.

-¿Quieres contarme o...?-asentí.

-Estábamos bien, no parece tener otra intención conmigo y, honestamente, me alegro-frenó en un semáforo en rojo-Pero después me dice algo como que pensó que yo lo iba a rechazar porque salía contigo.